CEEES solicita al Senado que mejore la Ley de Cambio Climático y Transición Energética

La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) considera que el texto de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE) “es manifiestamente mejorable y confía en que tras su paso por el Senado incorpore modificaciones que contribuyan a avanzar de un modo eficaz hacia una economía baja en carbono”.

El colectivo presidido por Jorge de Benito, que aplaude la aprobación de una norma que contribuirá a que España alcance la neutralidad climática en 2050, considera, en una nota de prensa remitida a los medios de comunicación, que “con su redacción actual, la LCCTE fía el descenso de las emisiones de CO₂ a una electrificación masiva del parque automovilístico español”.

“Sin embargo, la electromovilidad no puede ser el único camino en la lucha contra el cambio climático, tal y como parece que pretende el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. En este sentido, en CEEES tenemos muy claro que el futuro será multienergético y las estaciones de servicio dispensaremos la energía que nos demanden nuestros clientes. Llegados a este punto, no podemos olvidar que es necesario que los consumidores cuenten con diferentes opciones para protagonizar una movilidad sostenible, especialmente en zonas rurales y en aplicaciones profesionales del transporte”.

Para lograr este objetivo, añaden desde la patronal, “CEEES propuso a las formaciones políticas con representación parlamentaria una serie de enmiendas que, lamentablemente, no han sido aceptadas en el Congreso. Los cambios sugeridos por CEEES tenían como objetivo el despliegue de una red suficientemente mallada de infraestructuras de recarga y repostaje de combustibles alternativos”.

“En su artículo 13, la LCCTE aprobada el jueves en el Congreso obliga a las estaciones de servicio con mayores volúmenes de ventas de gasolina y gasóleo a instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos. Sin embargo, tal y como CEEES ha explicado en reiteradas ocasiones al ministerio que dirige Teresa Ribera, imponer cargadores eléctricos en esas instalaciones no satisfará las necesidades de los usuarios de coches eléctricos, pues las gasolineras que más litros de combustible venden son las más frecuentadas por camiones, en las inmediaciones de los pasos fronterizos, puertos o polígonos industriales y plataformas logísticas”, advierte el colectivo empresarial.

“Con obligaciones relacionadas con el volumen de ventas de carburantes no se conseguirá una malla tupida y sostenible en las principales vías de comunicación. Por eso, CEEES propuso al ministerio seleccionar criterios como la ubicación o proximidad a las poblaciones, o la proporción de venta exclusivamente de gasolina (que es directamente proporcional al número de turismos o vehículos ligeros que visitan las estaciones de servicio). Así se contempla en los proyectos europeos de desarrollo de infraestructuras de suministro de energías alternativas para el transporte, como los CEF”, apuntan desde la confederación.

“La propuesta de CEEES daría como resultado una red de infraestructuras de recarga eléctrica más sensata y útil que la que tendríamos si la LCCTE se aprobara con su redacción actual. Seguir el criterio del volumen de ventas servirá sólo para poner chinchetas en el mapa y caer en la autocomplacencia, sin lograr la instalación inmediata de puntos de recarga en las zonas que más lo necesitan si queremos avanzar hacia una movilidad más sostenible”, lamentan las mismas fuentes.

La deseada movilidad sostenible hará necesaria la convivencia “no sólo puntos de recarga para vehículos eléctricos, sino también de gas licuado de petróleo (GLP), gas natural comprimido (GNC), gas natural licuado (GNL) e hidrógeno”. Desde CEEES subrayan la necesidad de guiar estos esfuerzos bajo un criterio de neutralidad tecnológica que contribuya “a que los consumidores tengan libertad para elegir la solución que mejor se adapte a sus necesidades, sin partir de conclusiones apriorísticas y sin beneficiar artificialmente unas tecnologías en detrimento de otras”.

El presidente de CEEES, Jorge de Benito, lamenta que las enmiendas sugeridas por CEEES y planteadas por algunos grupos parlamentarios no hayan sido finalmente aceptadas por la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico. “Sin embargo, tengo plena confianza en que esas enmiendas serán estudiadas y aceptadas en el Senado. Al fin y al cabo, se trata de la cámara de representación territorial, por lo que sus miembros conocen muy bien las necesidades que tienen los ciudadanos de las diferentes regiones que integran España”.

Por otra parte, desde CEEES se destaca que la patronal “ha apoyado cuatro potentes manifestaciones de interés (MDIs) de ámbito nacional para promocionar el despliegue de una amplia y tupida red de infraestructuras de recarga. Además, la confederación ha presentado su propia MdI sobre movilidad eléctrica, que cuenta con el apoyo de instituciones de reconocido prestigio, como el Centro Nacional de Energías Renovables (Cener). Además, tiene suscritos acuerdos con los principales actores del sector para instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos en las estaciones de servicio de sus asociados”.

“No tenemos tiempo que perder. El propio Gobierno ha decretado la emergencia climática, por lo que debería estar abierto a cualquier tecnología que ayude a mitigar las emisiones contaminantes y no cerrarse a adoptar soluciones ya disponibles en el mercado que contribuirían de forma inmediata y directa a reducir el impacto que la movilidad tiene en el medio ambiente”, propone De Benito.

El presidente de CEEES se muestra confiado en que “el Senado nos escuchará y se decidirá a iniciar ya hoy la transición energética que nuestro país está llamado a protagonizar: una transición inclusiva y justa, que no deje a nadie atrás”, concluyó el presidente de la patronal.

"Las estaciones de servicio no son un problema, sino parte esencial de la solución al reto de la lucha contra el cambio climático", apunta CEEES