El primer parque eólico flotante de Europa continental ya está totalmente operativo
WindFloat Atlantic ya está plenamente operativo y suministra energía limpia a la red eléctrica de Portugal. Tras la conexión de la última de sus tres plataformas al cable de 20 kilómetros de longitud que conecta el parque eólico con la estación instalada en Viana do Castelo (Portugal), se finaliza la construcción del parque. WindFloat Atlantic, que cuenta con una capacidad total instalada de 25 MW, destaca como el primer parque eólico flotante semisumergible del mundo y podrá generar la suficiente energía como para abastecer al equivalente a 60.000 usuarios al año, lo que supone un ahorro de casi 1,1 millones de toneladas de CO2.
De esta forma, “se confirma el éxito del proyecto arrancado por el consorcio Windplus hace una década, garantizando así el acceso a los mejores recursos eólicos en profundidades marítimas antes inaccesibles”, destacan fuentes de Repsol en una nota de prensa.
Windplus ha sido capaz de instalar y conectar satisfactoriamente tres plataformas—con una altura de 30 metros y una distancia de 50 metros entre sus columnas— que permiten albergar los aerogeneradores de 8,4 MW, los más grandes del mundo jamás instalados en una superficie flotante.
El éxito de este proyecto radica en su tecnología: como por ejemplo su anclaje, que permite su instalación en aguas de más de 100 metros de profundidad, y su diseño, orientado a la estabilidad en condiciones climatológicas y de mareas adversas. El proyecto se ve beneficiado por la tecnología de montaje: ensamblaje en dique seco que permite importantes ahorros logísticos y económicos, y remolque de las plataformas por medio de remolcadores corrientes.
Estos avances técnicos “ponen de manifiesto la capacidad del modelo de Windfloat Atlantic para ser replicado en otras geografías con lechos marinos o profundidades marítimas poco favorables que no permiten optar por la tecnología eólica marina tradicional fijada al fondo”.
El proyecto pertenece a Windplus, propiedad conjunta de EDP Renováveis (54,4%), Engie (25%), Repsol (19,4%) y Principle Power Inc. (1,2%). Las tres plataformas se construyeron entre España y Portugal: dos de ellas en los astilleros de Setúbal (Portugal) y la tercera en los astilleros de Avilés (Asturias) y Fene (La Coruña).
Esta iniciativa ha contado con el apoyo de instituciones públicas y privadas, lo que se ha traducido en la participación de empresas líderes en sus mercados y en el apoyo, vía financiación, del Gobierno de Portugal, la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones. Entre las compañías que han hecho posible la realización de este proyecto destacan, junto a Principle Power, la joint-venture Navantia/Windar, el grupo A. Silva Matos, Bourbon, el proveedor de turbinas MHI Vestas y el proveedor de cables dinámicos JDR Cables.
Suma de tecnologías
Puesto que puede situarse en aguas muy profundas, WindFloat puede acceder a recursos energéticos en áreas marinas sumamente amplias de cara a abordar retos sociales de gran calado, como la transición hacia la energía limpia, la seguridad de la energía y el cambio climático, al tiempo que genera puestos de trabajo, crecimiento económico y oportunidades para la inversión sostenible, describen desde Repsol.
Las ventajas de esta tecnología son, entre otras, el hecho de que su ensamblaje se realice en seco, que no sea necesario un buque de transporte específico para su remolque y no depender de complejas operaciones offshore asociadas a la instalación de las estructuras fijas tradicionales. Estos factores contribuyen a reducir los costes asociados al ciclo de vida y los riesgos.
Asimismo, los cimientos WindFloat® también permiten albergar los aerogeneradores comercializados más grandes del mundo, lo que contribuye a incrementar la generación de energía y fomenta una reducción considerable de los costes asociados al ciclo de vida.