El ente ha publicado el informe solicitado por la Secretaría de Estado de Energía
La CNE pone de manifiesto la falta de competencia en el sector de estaciones de servicio
Revista Estaciones de servicio17/10/2012
EESS Digital.- El mercado español de carburantes se encuentra lejos de haber alcanzado una competencia efectiva, lo cual puede constituir la principal causa por la cual los precios, antes de impuestos de los carburantes, son superiores a los de otros mercados de la UE, como Francia. Ésta es la principal conclusión del informe sobre El mercado español de la distribución de gasolina y gasóleo a través del canal de estaciones de servicio, elaborado por la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
El ente supervisor ha hecho público el estudio que le había encargado la Secretaría de Estado de Energía, que solicitó un análisis sobre los factores que influyen en los niveles de precios de las estaciones de servicio y sobre la relación entre concentración de oferta minorista y el precio de los carburantes sin impuestos.
El informe revela que, en lo concerniente a la concentración horizontal del mercado, se observa que, si bien el número de estaciones de servicio ha aumentado en los últimos años, la cuota de mercado de los operadores tradicionales no se ha visto significativamente alterada (78%), y las estaciones de marcas blancas no han proliferado suficientemente, en especial, las situadas en centros comerciales.
Mención especial merecen en el informe de la Comisión Nacional de la Energía los puntos de suministro en las grandes cadenas de distribución. El texto subraya que es especialmente relevante la escasa participación de los hipermercados en comparación con otros países de la UE, como Francia (60%). Existe un gran potencial en este segmento, pues sigue habiendo Comunidades Autónomas donde la penetración de estaciones de servicio en centros comerciales está aún lejos de agotarse, argumenta el organismo.
El estudio elaborado por la CNE arroja algunos datos especialmente llamativos, como que el grado de concentración en ciertos mercados locales, como las autopistas, alcanza en algún caso el 100% con un solo operador tradicional.
Según la entidad presidida por Alberto Lafuente, la fuerte concentración horizontal en el mercado de distribución se ve reforzada por las relaciones verticales entre los operadores y las gasolineras, que se articulan a través de contratos en exclusiva de largo plazo. Por ello, la CNE resalta la conveniencia de analizar los contratos en exclusiva entre operadores y estaciones de servicio para lograr un mayor nivel de competencia.
En este sentido, los análisis elaborados por la CNE señalan que los precios finales en las estaciones de servicio abanderadas por los operadores dominantes coinciden con los máximos o recomendados en más del 90%, y cuando se desvían, lo hacen con diferencias irrelevantes. Esto indica que apenas existe competencia entre gasolineras de la misma marca, sentencia el informe.
Al igual que hizo en su informe la Comisión Nacional de la Competencia, la de la Energía también realiza una serie de recomendaciones, entre las que destaca revisar la aplicación de los criterios de competencia en los procesos de concesión o autorización de las estaciones de servicio en carreteras y autopistas y suprimir barreras administrativas a la instalación de nuevas estaciones en todas las grandes superficies comerciales.
Tras observar la estructura de mercado en España, el ente supervisor concluye que ésta se refleja en los precios finales de los carburantes. Así, las marcas tradicionales tienden a fijar precios muy alineados, tanto a nivel nacional, como en el ámbito local. La competencia entre gasolineras de diferentes marcas es ligeramente superior, pero muy inferior a la de Francia, siendo las estaciones de servicio situadas en los hipermercados y las marcas blancas, quienes fijan los precios más bajos. Este resultado es más acusado cuando se analizan mercados a nivel local, asegura el informe.
En cuanto a los márgenes brutos, desde el año 2001 se han venido incrementando, al igual que ha sucedido con los precios antes de impuestos. Ambos parámetros son superiores a los de Francia y permiten comprobar estadísticamente la menor intensidad competitiva que se experimenta en el mercado español.
En España, los precios no se ajustan tan rápidamente a las variaciones de las cotizaciones internacionales de referencia, como en el caso de Francia. En cuanto a la gasolina, los efectos estacionales de los precios son más intensos, de forma que en épocas de mayor consumo, como el verano, las diferencias de precios se amplían, pero se relajan en el periodo invernal, en los que el consumo es inferior. Es decir, cuanto mayor es el consumo, más amplia es la diferencia de precios respecto del mercado francés.
Tras analizar detenidamente el mercado español de distribución de carburantes al por menor, la CNE concluye que este segmento de actividad muestra una excesiva concentración y es sensiblemente menos competitivo que en países de nuestro entorno, lo que exige adoptar medidas de impulso de la competencia.
El ente supervisor ha hecho público el estudio que le había encargado la Secretaría de Estado de Energía, que solicitó un análisis sobre los factores que influyen en los niveles de precios de las estaciones de servicio y sobre la relación entre concentración de oferta minorista y el precio de los carburantes sin impuestos.
El informe revela que, en lo concerniente a la concentración horizontal del mercado, se observa que, si bien el número de estaciones de servicio ha aumentado en los últimos años, la cuota de mercado de los operadores tradicionales no se ha visto significativamente alterada (78%), y las estaciones de marcas blancas no han proliferado suficientemente, en especial, las situadas en centros comerciales.
Mención especial merecen en el informe de la Comisión Nacional de la Energía los puntos de suministro en las grandes cadenas de distribución. El texto subraya que es especialmente relevante la escasa participación de los hipermercados en comparación con otros países de la UE, como Francia (60%). Existe un gran potencial en este segmento, pues sigue habiendo Comunidades Autónomas donde la penetración de estaciones de servicio en centros comerciales está aún lejos de agotarse, argumenta el organismo.
El estudio elaborado por la CNE arroja algunos datos especialmente llamativos, como que el grado de concentración en ciertos mercados locales, como las autopistas, alcanza en algún caso el 100% con un solo operador tradicional.
Según la entidad presidida por Alberto Lafuente, la fuerte concentración horizontal en el mercado de distribución se ve reforzada por las relaciones verticales entre los operadores y las gasolineras, que se articulan a través de contratos en exclusiva de largo plazo. Por ello, la CNE resalta la conveniencia de analizar los contratos en exclusiva entre operadores y estaciones de servicio para lograr un mayor nivel de competencia.
En este sentido, los análisis elaborados por la CNE señalan que los precios finales en las estaciones de servicio abanderadas por los operadores dominantes coinciden con los máximos o recomendados en más del 90%, y cuando se desvían, lo hacen con diferencias irrelevantes. Esto indica que apenas existe competencia entre gasolineras de la misma marca, sentencia el informe.
Al igual que hizo en su informe la Comisión Nacional de la Competencia, la de la Energía también realiza una serie de recomendaciones, entre las que destaca revisar la aplicación de los criterios de competencia en los procesos de concesión o autorización de las estaciones de servicio en carreteras y autopistas y suprimir barreras administrativas a la instalación de nuevas estaciones en todas las grandes superficies comerciales.
Tras observar la estructura de mercado en España, el ente supervisor concluye que ésta se refleja en los precios finales de los carburantes. Así, las marcas tradicionales tienden a fijar precios muy alineados, tanto a nivel nacional, como en el ámbito local. La competencia entre gasolineras de diferentes marcas es ligeramente superior, pero muy inferior a la de Francia, siendo las estaciones de servicio situadas en los hipermercados y las marcas blancas, quienes fijan los precios más bajos. Este resultado es más acusado cuando se analizan mercados a nivel local, asegura el informe.
En cuanto a los márgenes brutos, desde el año 2001 se han venido incrementando, al igual que ha sucedido con los precios antes de impuestos. Ambos parámetros son superiores a los de Francia y permiten comprobar estadísticamente la menor intensidad competitiva que se experimenta en el mercado español.
En España, los precios no se ajustan tan rápidamente a las variaciones de las cotizaciones internacionales de referencia, como en el caso de Francia. En cuanto a la gasolina, los efectos estacionales de los precios son más intensos, de forma que en épocas de mayor consumo, como el verano, las diferencias de precios se amplían, pero se relajan en el periodo invernal, en los que el consumo es inferior. Es decir, cuanto mayor es el consumo, más amplia es la diferencia de precios respecto del mercado francés.
Tras analizar detenidamente el mercado español de distribución de carburantes al por menor, la CNE concluye que este segmento de actividad muestra una excesiva concentración y es sensiblemente menos competitivo que en países de nuestro entorno, lo que exige adoptar medidas de impulso de la competencia.