Las bolsas de plástico también protegen el medio ambiente
8 de febrero de 2010
Una persona que compra en cinco tiendas diferentes suele recibir en cada una de ellas al menos una bolsa de plástico. Esto ha hecho que el consumo en España de bolsas de plástico en la actualidad sea una de las mayores por habitante que existen en el mundo, siendo el mayor productor europeo de este producto y el tercero si hablamos en términos de consumo.
En España (según datos de Anaip, Asociación Española de Industriales del Plástico), existen 700 empresas dedicadas a la producción y distribución de bolsas con un empleo directo total de 11.000 trabajadores.
En la actualidad se habla de unas cifras de consumo en España de unos 10.500 millones de bolsas que equivalen a unas 100.000 toneladas de plástico al año, que aunque suponga una gran cantidad, refleja la importante acción de la industria en la reducción de peso para minimizar recursos y residuos, constatado con el hecho de que en los últimos años su peso se ha reducido hasta un 75%.
Las cifras hablan de que solo un 10% de estas bolsas se reciclan, aunque estudios de población indican que los usuarios la destinan a otros usos, por ejemplo según un informe elaborado por la consultora D'Aleph para la Generalitat Catalana, basándose en datos de 2007, el 70% de los encuestados afirma que le da al menos un segundo uso, principalmente como bolsa de basura.
Medidas utilizadas en otros países
La situación española es más o menos similar a la que se daba en otros países tanto de Europa como del resto del mundo.
En su momento, cada país comenzó a poner medidas con mayor o menor éxito, pero siempre basadas en aspectos como facilitar la acción del consumidor, de tipo educacional para desarrollar una conciencia más ecológica o disuasorios de tipo económico o legal.
Dentro del primer aspecto cabe destacar las acciones concretas que han realizado algunas cadenas de supermercados de EE UU donde ponen a disposición de sus usuarios un sistema de recogida de bolsas que aseguran un reciclaje posterior. Con esta acción se fomenta el reciclado de las bolsas y por tanto se reduce el impacto ambiental de las mismas.
Una acción de tipo educacional es la que se realizó en Francia, mediante campañas de sensibilización que han conseguido una reducción del 20% de las bolsas de un solo uso.
De forma mayoritaria, los países han adoptado medidas disuasorias para enfrentarse a la gran cantidad de bolsas de plástico que se usan. Entre estas medidas, cabe destacar:
- El cobro de la bolsa de plástico. Esta medida anima a los usuarios a llevar una bolsa de la compra reutilizable. Este cobro puede ser como impuesto o como cobro directo y fue adoptado por países como Irlanda (implantó en el año 2002 un impuesto de 15 céntimos por bolsa de plástico, que después subió hasta los 22 céntimos en 2007) o ciudades como Hong Kong (implantó una medida en la que los vendedores al por menor deben cobrar a sus clientes al menos 0,06 dólares, en concepto de impuesto). También indicar que en el resto de China (donde se consumen al día 3.000 millones de bolsas) este mismo año se ha prohibido su reparto gratuito, por lo que la tienda tendrá que cobrar por ella. En España este tipo de acción ya la empleaban hace años algunas cadenas de supermercados con un cobro directo por bolsa.
- Prohibición de las bolsas de un solo uso no biodegradables. Esta medida se ha llevado a cabo en países europeos como Italia o Francia. Con respecto al ámbito no europeo, San Francisco fue la primera ciudad de EE UU que las prohibió, permitiendo solo las bolsas de tela, papel y plástico biodegradable.
La situación en España
Ante toda esta situación y las diferentes respuestas de los países, España se planteó que era necesario tomar unas medidas que debían ser asumidas tanto por los consumidores, como por las empresas, como por la Administración.
Así, a finales de febrero de 2009 y en medio de una gran controversia, se publicó el Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR).
En este plan se establecen dos medidas relacionadas con las bolsas de plástico:
- El uso de la bolsa de plástico de un único uso debe reducirse a un 50% en el año 2010. Este punto va en consonancia con la Directiva de envases y residuos de envase (transpuesta a la legislación nacional por la Ley 11/1997 y desarrollada por el Real Decreto 782/1998) en cuanto al principio de prevención o minimización de residuos de envase.
- La bolsa de plástico no-biodegradable de un solo uso debe eliminarse a partir de 2011, mediante un calendario de aplicación.
Como respuesta a estas dos medidas los fabricantes nacionales de bolsas de plástico actuando de forma paralela a la de otros países han optado por dos opciones: bolsas de plástico reutilizables y bolsas de plástico biodegradables.
Las bolsas de plástico reutilizables
Las bolsas de plástico reutilizables permitirán la reducción drástica del consumo de las bolsas de un solo uso. Existen diferentes tipos de bolsas reutilizable, muchas de las cuales son de plástico (rafia de PP, bolsas resistentes de PE…).
La clave está en reutilizarlas más veces que el ratio masa de la bolsa reutilizable/masa de la bolsa de un solo uso; para ello era necesario establecer unas especificaciones técnicas que debe cumplir la bolsa. Así los fabricantes de bolsas de plástico han elaborado una norma para la homologación de la Bolsa de Plástico Reutilizable “UNE 53942: Bolsas reutilizables de polietileno (PE) para el transporte de productos distribuidos al por menor. Requisitos particulares y métodos de ensayo”.
El formato de este tipo de bolsas es similar al actual, salvo que tienen un tamaño mayor, mejores propiedades y están diseñadas para realizar un último uso como bolsa de basura, tendencia ya habitual en el uso doméstico para residuos orgánicos. En caso de no ser utilizada como bolsa de basura se seguirá recogiendo para su posterior reciclado tal y como se hace ya en la actualidad, a través de la recogida selectiva de envases en el contenedor amarillo, puesto que estas bolsas, al igual que la bolsa de un solo uso de polietileno, es 100% reciclable. En este sentido hay que señalar que España es el líder en reciclado de bolsas de plástico de toda Europa.
Con un uso adecuado por parte de los consumidores, las bolsas reutilizables son, en la actualidad, una solución medioambiental óptima. La mejor, según demuestran estudios de ciclo de vida realizados sobre diferentes tipos de bolsas que hay en el mercado, incluidas las de papel.
Las bolsas de plástico biodegradables
De forma complementaria a la bolsa de plástico reutilizable se presenta la bolsa de plástico biodegradable. Esta bolsa permitiría el cumplimiento de la segunda medida del PNIR (eliminación de las bolsas no biodegradables).
La gestión de los residuos de estas bolsas de plástico biodegradables será diferente en función de su capacidad de ser desechada junto con los residuos orgánicos para su compostaje. Este tipo de bolsas deben acabar su vida útil en una planta de compostaje y tras un máximo de 6 meses, se descompondrá dando un abono o compost, que podrá ser empleado en cultivos agrícolas, jardines, etc., tratándose entonces de una verdadera valorización.
Todavía existen muchas dudas sobre estas bolsas, relacionadas principalmente con el mayor coste de las mismas (que se espera vaya reduciéndose con el aumento de producción), con la insuficiente producción actual (muy lejos de la producción de PE para bolsas) y del comportamiento de este material en las líneas de reciclado tradicional. Esta es una bolsa con la que se ha de seguir trabajando para su mejora.
¿Qué soluciones son válidas?
Todas estas alternativas, las bolsas de plástico reutilizables y de plástico biodegradables, se debatieron el pasado 26 de enero en una Jornada organizada por Aimplas. En ella participaron como ponentes representantes del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino; European Bioplastics; Oxo-degradable Plastic Association; la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anaip); y técnicos de Aimplas.
En la jornada quedó patente que estas alternativas son técnicas medioambientalmente correctas y que cumplen, tanto con las exigencias de uso como con el citado PNIR. El uso final de cada una de las vías dependerá, por tanto, de las decisiones finales que tome el mercado, aunque es previsible que a corto plazo convivan todas las opciones.