El sector eólico reclama mayor agilidad en la tramitación de los proyectos, proteger la industria e incrementar la electrificación
En un contexto de rápida expansión de la energía renovable, España ha logrado que la eólica genere el 25% de su demanda eléctrica, una posición clave que se busca consolidar y ampliar de cara al futuro.
El reciente Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) establece un ambicioso objetivo de 62 GW de potencia eólica para 2030, incluyendo 3 GW de eólica offshore. Sin embargo, alcanzar esta meta requerirá duplicar la capacidad instalada en los próximos cinco años. Según datos del sector, en 2023 se instalaron 607 MW y en 2024, aunque la cifra de 1 GW supone una mejora, aún está lejos del ritmo necesario de entre 2 y 2,5 GW anuales para cumplir con el PNIEC. En este sentido, la presidenta de AEE, Rocío Sicre, destacó la urgencia de aumentar la capacidad de producción de la energía eólica, subrayando la importancia de “duplicar la cifra actual de potencia instalada” en un periodo de tiempo reducido.
Uno de los principales obstáculos que ralentiza el desarrollo de nuevos proyectos eólicos es la complejidad administrativa. La obtención de permisos ha sufrido demoras significativas, especialmente entre 2020 y 2022, lo que ha retrasado la puesta en marcha de nuevas instalaciones. Sicre enfatizó la necesidad de agilizar estos trámites para acelerar el despliegue eólico en el país, afirmando que “necesitamos más eólica y más rápido” si se desea mantener la competitividad y garantizar la sostenibilidad de las inversiones en el sector.
La jornada también abordó la importancia de proteger la cadena de valor de la industria eólica europea. España cuenta con una ventaja estratégica, siendo uno de los pocos países europeos capaces de producir tecnología eólica a gran escala. Para fortalecer esta posición, Sicre abogó por la implementación de políticas industriales que respalden la fabricación local y eviten prácticas anticompetitivas, a fin de que el sector eólico pueda crecer de manera sostenible y eficiente.
Otro aspecto destacado fue la necesidad de incrementar la electrificación para responder al aumento de la demanda. AEE señaló que es fundamental acoplar el crecimiento de la generación renovable al incremento de la demanda eléctrica, evitando posibles desequilibrios en el sistema. Asimismo, el sector está trabajando para superar retos de carácter normativo, como la judicialización de proyectos en ciertas regiones del país. La presidenta de AEE advirtió sobre el riesgo que esto supone para la seguridad jurídica, un factor esencial para atraer inversiones en un sector que debe mantener un ritmo de expansión continuo y estable.
Además de los temas regulatorios, la jornada incluyó un análisis sobre las tendencias y tecnologías emergentes en el mantenimiento y la operación de parques eólicos. Los expertos discutieron sobre la hibridación con almacenamiento energético, la cual, aunque avanza más lentamente de lo esperado, es clave para la descarbonización del sistema. También se trataron aspectos como la repotenciación y desmantelamiento de parques, esenciales para la sostenibilidad del sector. Tecnologías como el uso de drones, inteligencia artificial para el monitoreo de condiciones y soluciones de mantenimiento avanzadas formaron parte del debate, enfocándose en la optimización de la producción y la reducción de costes operativos.
El futuro de la eólica marina flotante en España fue otro tema destacado. Tras la aprobación del Real Decreto que regula este tipo de instalaciones, AEE prevé que la primera subasta de eólica offshore se celebre en 2025, con un calendario que permita el desarrollo progresivo de esta tecnología en las costas españolas.
La jornada ha sido organizada con la colaboración de la Plataforma Tecnológica del Sector Eólico (REOLTEC) y patrocinada por empresas líderes del sector.