Potencia, modo de funcionamiento, tipo de energía y condiciones del terreno son los principales factores a tener en cuenta

Elegir el grupo electrógeno que mejor se adapte a sus necesidades es una tarea que requiere cierta consideración y análisis, ya que hay varias especificidades a tener en cuenta. Estos equipos son la solución ideal para salvaguardar los fallos de red, causados por errores tecnológicos o incluso por el mal tiempo, ya que son fuentes de energía fiables que pueden funcionar de forma continua o en caso de emergencia. Sin embargo, existe una gran diversidad de grupos electrógenos en el mercado, disponibles con distintas potencias, numerosos tamaños y diferentes tipos de combustibles. Por lo tanto, para elegir el que mejor se adapte a su proyecto, debe tener en cuenta algunos
factores que resumimos a continuación.

Para elegir el grupo electrógeno adecuado, debe tener en cuenta la potencia necesaria para alimentar los equipos y sistemas a los que pretende suministrar energía (y durante cuánto tiempo).

Hay varias formas de calcular la potencia de un grupo electrógeno. Aunque los diseñadores suelen encargarse de la tarea, la responsabilidad puede recaer en los particulares. La solución en este caso será consultar la factura contratada y añadir un 25% para sostener los picos que puedan producirse. Por supuesto, también existe la posibilidad de utilizar un analizador de energía eléctrica para medir los cables de la red, lo que debería realizar un profesional.

Supermercados, hospitales, centros de datos, industrias, entre otros, necesitan energía sin interrupciones para evitar daños graves y garantizar la seguridad de las instalaciones y de las personas que las ocupan.

Los generadores de emergencia son soluciones fiables para mantener el funcionamiento de los equipos, en caso de fallo de red, ya que, en esta eventualidad, toman la carga soportada por ella.

Sin embargo, todavía hay ocasiones en las que es necesario que el grupo electrógeno funcione de forma continua para garantizar un suministro más fiable y, sobre todo, estable.

Al comprar su generador, debe tener en cuenta cuál de los modos de funcionamiento es el más ventajoso para su proyecto

También es importante tener en cuenta la aplicación que pretende dar a su grupo electrógeno y el tiempo que estima que lo va a utilizar. Previendo el tiempo de uso y la intensidad de la carga, comprenderá qué solución le conviene más.

Los generadores diésel son más potentes y tienen un consumo más eficiente, lo que les confiere una mayor durabilidad y un mantenimiento más económico. Sin embargo, el uso de otros combustibles, como el gas natural o el biogás, aporta otras ventajas, como un menor nivel de emisiones y la posibilidad de otros modos de producción, como la cogeneración, mediante su reutilización en forma de calor o vapor de agua.

Condiciones como la altitud, la temperatura ambiente o la proximidad al mar requieren un cuidado extra. La altitud hace que tanto el motor como el alternador pierdan potencia, por lo que es un factor a tener en cuenta a la hora de ajustar ambos componentes. La temperatura también puede determinar las pérdidas de potencia de estos equipos, siendo la temperatura ideal para los motores unos 25°C y 40°C para los alternadores. Los entornos corrosivos, en los que la humedad y/o el polvo y la arena son los factores predominantes, pueden causar graves daños a los componentes del grupo electrógeno, provocando un desgaste prematuro y la consiguiente avería.

Para responder a estas condiciones y también a las necesidades energéticas de su proyecto, es habitual incluir componentes extra como las resistencias de precalentamiento (para ayudar a arrancar el motor en temperaturas extremas), el cuadro de conmutación (para garantizar la puesta en marcha de los generadores de emergencia), el kit de enchufes (para facilitar la conexión directa de los equipos al grupo electrógeno) o el tratamiento anticorrosión para los equipos y las cubiertas.

Además, según las características y normas locales, hay que elegir entre una versión insonorizada o abierta de un generador para garantizar el cumplimiento de las medidas relativas al ruido y las vibraciones que puedan estar en vigor.

El caso de la Sagrada Familia de Barcelona

Grupel ha suministrado un grupo electrógeno de 880kVA para las obras de la Sagrada Familia en Barcelona. Un proyecto muy especial para garantizar la continuidad de las operaciones en las obras de construcción de la torre más alta del emblemático edificio, la Torre de Jesucristo, que tendrá 172,50 metros de altura.

El grupo electrógeno con motor y alternador de la marca Grupel funcionará en reserva, arrancando en caso de fallo de la red, para alimentar la grúa instalada en la torre de la Basílica, el mayor equipo de este tipo en Europa.

El generador incluye un cuadro de sincronización con la red, para que cuando se transfiera la carga nunca pase de 0, es decir, que la grúa nunca se quede sin energía. También dispone de una bomba de transferencia de aceite, una resistencia de precalentamiento y un depósito de gasóleo con una capacidad de 1.000 litros.
La Basílica de la Sagrada Familia, diseñada por el famoso arquitecto Antoni Gaudí, es una de las obras arquitectónicas más emblemáticas del mundo. Lleva en construcción desde 1882 y su finalización está prevista para 2026, cuando se cumpla el centenario de la muerte de Gaudí. Una parte crucial de esta fase final consiste en la construcción de la torre central, que será la más alta de la basílica y una de las torres religiosas más altas de Europa.