Alargar la vida a las nucleares supondría frenar el desarrollo de las renovables
9 de marzo de 2011
En primer lugar, la aprobación por parte del Consejo de Ministros del Gobierno de España del alargamiento de la vida de las centrales nucleares en España, más allá de la vida prevista —40 años— en el proyecto. Para empezar me parece una declaración innecesaria porque no se va a poner en práctica en esta legislatura, y en otras…, ya veremos qué opinan quienes nos representen en el Parlamento. Por otro lado, se entra en contradicción con las sucesivas declaraciones del presidente del Gobierno y con la política energética que el partido que sustenta al gobierno ha planteado tantas veces a la sociedad española mediante programas electorales, congresos, conferencias políticas, etc.
Pero lo que me interesa destacar aquí es la repercusión que esa declaración tendrá para nuestro sector. Con una potencia total instalada (103.000 MW) en España muy por encima de las necesidades que se plasma en menos horas de funcionamiento de algunas centrales termoeléctricas convencionales es evidente que si se prolonga la vida de las centrales nucleares no habrá sitio en la generación de electricidad en nuestro país ni para más ciclos combinados ni para más centrales e instalaciones de energías renovables, incluida la termosolar. Con esta decisión —caso de cumplirse— tenemos todos el futuro muy problemático. Aunque hay quien dice que va a aumentar el consumo cuando pase la crisis y que podemos vender a nuestros vecinos, mi percepción con los datos a partir del 2005 me dice que si esto ocurriera en alguna medida sería muy poca cosa, como por otra parte es lógico con las políticas de ahorro y eficiencia energética que, por otra parte, todos compartimos, según parece. Por mi lado entiendo que es un grave error no seguir dando opciones de modificación en positivo del sector de generación de electricidad con tecnologías como las nuestras en las que se unen la mejora de nuestra competitividad industrial, la limpieza de la generación, la disminución de la dependencia exterior y su consecuente rebaja de nuestra balanza de pagos y la creación de puestos de trabajo. Pero no desesperemos por noticias como estas que el tiempo y los ciudadanos se encargarán de modificar.