“Asesoramos sobre cómo debe afrontarse un proyecto fotovoltaico desde el inicio para lograr un desarrollo consensuado con la población”
Entrevista a Rubén Ron, jefe de sección Solar y Almacenamiento de DNV
Desde DNV han realizado un informe sobre los retos y posibilidades de la tecnología solar en las próximas décadas. Repasamos los hitos y retos que marcarán el futuro de la tecnología fotovoltaica en los próximos años, de la mano de Rubén Ron, jefe de sección Solar y Almacenamiento de DNV.
"El sistema tal y como está a día de hoy no podrá asumir la potencia que se espera conectar en los próximos años"
En línea con lo que se puede extraer del informe que DNV publica anualmente 'Energy Transition Outlook' donde desde DNV colaboran con la industria y expertos en distintos sectores para exponer su opinión sobre la transición energética, la electrificación es una pieza clave para la lucha contra el cambio climático y para lograr un futuro más sostenible. Así nos los explica Rubén Ron.
"La electrificación, considerada como el motor más relevante de la transición energética global a día de hoy, se expande no solo en nuestro país, sino en todas las regiones y en casi todos los sectores, mientras que la combinación de la electricidad en sí se está ecologizando rápidamente.
Las energías renovables están comiendo terreno a las fuentes fósiles para posicionarlas ligeramente por encima de la marca de 50% del mix energético en 2050.
Y esto introduce uno de los primeros retos a los que nos enfrentamos, la integración de la energía renovable requiere cambios regulatorios en el mercado eléctrico así como mejoras en la infraestructura de redes de transporte y distribución eléctrica.
Bruselas ya ha avisado de que la red eléctrica española no es suficiente para dar cabida a todos estos proyectos de renovables en desarrollo y llaman a una inversión tanto en infraestructura de red como de almacenamiento.
La implementación del almacenamiento es necesaria para potenciar la electrificación y eso introduce otros retos, como la rentabilidad actual del modelo de negocio para los sistemas de almacenamiento, aspectos regulatorios, permisos de conexión y problemas en la cadena de suministro. La aprobación de mecanismos como los ajustes de regulación y de capacidad, podrían ayudar con estos retos.
La introducción del vehículo eléctrico es otro de los puntos clave para el avance de la electrificación del sistema y al mismo tiempo otro de los retos en los cuales la industria y gobierno están trabajando.
Y, por último, la futura desconexión de las plantas nucleares. Mezclado con el almacenamiento de energía proveniente de renovables, permitirá en un futuro desconectar estas plantas con seguridad de suministro".
¿Está el sistema preparado para afrontar este incremento de la producción procedente tanto de autoconsumo como de plantas fotovoltaicas que se están instalando?
A día de hoy la respuesta rápida es no. Tenemos casi 21 GW de potencia fotovoltaica conectada a red y se espera que crezca hasta los 36 GW en 2030. De estos, casi 3GW son de autoconsumo conectados en la red de distribución.
El sistema tal y como está a día de hoy no podrá asumir esta potencia que se espera conectar en los próximos años por lo que habrá que implementar acciones sobre el sistema para apoyar la integración de la capacidad fotovoltaica y eólica en el mix energético.
Recientemente hemos visto las primeras limitaciones a la generación a la energía fotovoltaica y vemos que estos serán más comunes a medida que la potencia conectada crezca.
¿Como experto, por dónde cree que podrían ir las acciones para gestionar esta energía de forma eficiente?
En línea con los retos mencionados anteriormente, tanto la inversión en infraestructura de interconexión como en almacenamiento y los vehículos eléctricos son unas de las acciones más relevantes para la apropiada gestión de la energía.
Sin embargo, hay otros que también van a jugar un papel importante. La introducción del Hidrogeno Verde será otra forma de dar salida a los excedentes de producción de energía solar. Para poder llevar a cabo toda la producción de hidrogeno de forma verde, se necesitan según fuentes del sector, más de 50GW. Este es uno de los grandes vectores de producción energética en el futuro, ya que refuerza la capacidad de generación renovable del sistema, descarboniza un suministro actualmente basado en combustible fósil y permite una mejor gestión del sistema.
¿Qué papel puede jugar la digitalización, la inteligencia artificial o el IoT en el desarrollo de este mercado a la hora de gestionar bien esta energía?
Juegan un papel fundamental. De hecho, en DNV tenemos un área de negocio que se llama Digital Solutions, que ha sido concebida para dar servicios a este desarrollo de digitalización en distintos frentes. Nosotros vemos que dispositivos inteligentes de gestión de redes como smart metters o smart chargers pueden ayudar a la mejor gestión de la energía en cuanto a distribución y transporte. También, en grandes proyectos de interconexión internacional, ayudarían a proporcionar vías de evacuación de energía así como la gestión óptima mediante proyectos híbridos de los puntos de interconexión para ayudar a un mayor aprovechamiento de las redes de transporte.
Una correcta integración de la fotovoltaica en el territorio es clave para su aceptación social. ¿Qué se debe de tener en cuenta a la hora de afrontar un proyecto?
Hace unos años, cuando pensábamos en barreras al desarrollo de estas energías renovables, en particular de la fotovoltaica, solíamos pensar en aspectos administrativos, financieros y desde hace unos años los aspectos ambientales también son relevantes. Sin embargo, solemos olvidarnos del impacto social de nuestros proyectos. Un ejemplo, este año, dos de las películas más galardonadas en los Goya tenían el transfondo común del impacto de la renovables en nuestro entorno y en nuestro paisaje. Está claro que en el imaginario colectivo, las renovables no cuentan con una buena prensa y esto impacta en el éxito de los proyectos.
Nosotros estamos ya apoyando y asesorando sobre cómo se debe atajar esta situación, cómo afrontarlo. Según nuestra experiencia es un tema que debe tratarse desde un inicio muy temprano del desarrollo y en el ámbito local. En el momento en el que nos encontramos unos terrenos interesantes, es una buena ocasión para iniciar conversaciones con el municipio y con los vecinos. Y esto debe realizarse tanto a nivel administrativo para asegurar la compatibilidad del proyecto con suelo que se está valorando, como a nivel particular, con vecinos, empresas del municipio y otras entidades locales.
Una forma de llevarlo a cabo, podrían ser planes de comunicación de forma que estén claros los beneficios del proyecto, los vecinos deben sentir que el proyecto es un buen vecino más. Para fomentar esta integración se debe ver un impacto positivo. El que el Ayuntamiento reciba una compensación económica no siempre se ve como algo positivo; a lo mejor es más atractivo para los vecinos recibir ayudas a una reducción de la factura de la luz, involucrar a empresas de la zona… en fin, existen diferentes medidas y nosotros tratamos de dar este tipo de consejos a nuestros clientes cuando van a buscar desarrollos de estas características.
La oportunidad de ampliar la producción renovable pasa también por otro tipo de proyectos como la fotovoltaica flotante. Desde DNV han llevado a cabo varios estudios sobre esta tecnología para dar a conocer cómo se diseñan, se fabrican e instalan de forma segura y a la vez rentable. ¿Qué caracteriza a estos sistemas?
En aspectos técnicos, es básicamente una instalación de módulos fotovoltaicos en estructuras flotantes en cuerpos de agua, introduciendo nuevos conceptos en los que llevamos trabajando desde hace más de un año como flotadores, anclas, líneas de amarre, …
Como aspectos positivos de estos sistemas, podríamos destacar, por ejemplo, el hecho de utilizar superficies de agua que a priori están infrautilizados; y desde un punto de vista de operación, el ligero incremento de rendimiento energético en este tipo de instalaciones comparado con sistemas terrestres debido principalmente a la presencia de agua debajo de los módulos y del efecto de enfriamiento natural.
Y centrándonos ya no tanto en la parte técnica, sino en los aspectos de desarrollo, para la transición energética no hay una bala de plata; son muchas las palancas que se deben de tocar y una de ellas, como bien comentas, está en la tecnología flotante que particularmente para nuestro país, está ligada a los embalses que tenemos actualmente con puntos de generación hidráulica que puede dar una complementariedad, al tiempo que ayuda a evitar la evaporación de agua de los mismos. Es una tecnología un poco más cara que la terrestre, pero indudablemente tiene sus ventajas y en el ámbito nacional tenemos espacio para ella.
“La tecnología flotante puede complementar la producción hidroeléctrica de nuestros embalses al tiempo que ayuda a evitar la evaporación de agua de los mismos”.
¿Existe el conocimiento necesario para llevar a cabo la instalación de fotovoltaica flotante de forma adecuada?
¿Qué presencia tiene en nuestro país este tipo de instalaciones y cuál es su potencial de crecimiento?
¿No temen, de nuevo, el rechazo social de instalaciones por su impacto en la naturaleza?
Ya para finalizar, ¿cómo puede contribuir DNV en el apoyo, desarrollo e integración de la energía solar?
Nosotros proporcionamos asesoramiento técnico especializado en ámbitos de la generación, distribución, transporte y uso final de la energía, así como todos los asesoramientos del mercado eléctrico que a día de hoy son muy importantes para la viabilidad no sólo técnica sino también económica.
Estamos preparados desde un punto de vista local para hacer frente a requerimientos del mercado actual de energías renovables, pero también de los retos que nos presentan el hidrógeno como vector energético y otras fuentes de generación como de las que hemos hablado.