Gobierno de Brasil prepara salto de la energía solar en los hogares y las empresas
Una acción coordinada por el Gobierno Federal en varios frentes, con el apoyo del Ministerio de Minas y Energía, debe cambiar en los próximos años el escenario de la generación de energía solar de las grandes ciudades brasileñas. Para 2024, alrededor de 700.000 clientes residenciales y comerciales deberían haber instalado en sus techos paneles fotovoltaicos, que transforman la luz solar en electricidad. Cuando hay exceso de energía se vende al distribuidor, ayudando a reducir la factura energética de los hogares.
Se estima según la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), que ofrece un potencial de 2 GW de potencia instalada con este tipo de generación distribuida ese período, centrándose en esta ocasión en la energía solar fotovoltaica. Este mismo concepto de generación distribuida implica otro tipo de consumo de última generación, como el viento, o incluso generadores. Otra estimación a más largo plazo, desarrollado por la Empresa de Investigación Energética (EPE), predice que para el año 2050 alrededor del 13% de la oferta de viviendas en el país debe provenir de esa fuente.
Entre las medidas estimuladas por el Ministerio están, para simplificar las reglas para la generación en los hogares y edificios comerciales; el cambio en la fiscalidad de la energía producida; y la promoción de la inversión industrial en el sector. Un pacto dirigido por el Consejo Nacional de Política Financiera (Confaz), y ya firmado por los estados de São Paulo, Goiás y Pernambuco, establece que el consumidor no paga el impuesto estatal (ICMS) sobre la energía que generan, pero si en el excedente que consuman de la red de distribuidores.
De acuerdo con las proyecciones de EPE, Brasil puede contar en 2050 con una capacidad instalada de 78.000 MWp en energía solar, con 33.000 MW de los hogares; 29.000 MWp del sector comercial; 13.000 MWp generados en industrias y 3.000 MWp del poder público.