Eólica, un paso atrás… ¿para coger aire?
El año 2014 ha sido un año de clara dicotomía para el sector eólico. Mientras el sector, las empresas, han continuado haciendo lo que saben hacer y dándole grandes alegrías a España, el Gobierno las ha castigado hasta límites insospechados. Tanto es así que 2015 empieza con grandes nubarrones en el horizonte.
Si repasamos el calendario mes a mes, podemos dividirlo en dos partes muy claras: un primer semestre en el que la eólica fue la primera tecnología del sistema, como ya lo había sido en 2013 al completo por primera vez en la historia. Y un segundo semestre en el que el carbón fue el rey. En medio de ambos hechos, en el mes de junio, el Ejecutivo publicó finalmente la Reforma Energética, ese conjunto de normas que han vuelto a poner España en la picota, pero esta vez para mal: por ser el país del mundo con la legislación más restrictiva para la eólica. Se trata de una normativa retroactiva, discriminatoria e injusta, que va a paralizar el desarrollo del sector en los próximos años y a alejar las inversiones de España sine die.
En honor a la verdad, el sector eólico español empezaba 2014 sabiendo lo que se le venía encima. Desde la Asociación Empresarial Eólica luchamos a brazo partido para impedirlo, pero fue inútil, entre otras cosas, porque el Gobierno aunque nos oía, se negó a escucharnos. El resultado ha sido un nuevo sistema retributivo, introducido urgentemente por el Real Decreto-Ley 9/2013, que ya estableció en julio de 2013 unos recortes sobre los ingresos establecidos en el sistema anterior para las instalaciones existentes y que los ingresos que se recibieran de más por la aplicación provisional de éste tendrían que ser devueltos con posterioridad.
Luis Polo
Director General de la Asociación Empresarial Eólica (AEE)
Artículo publicado en: FuturENERGY Enero-Febrero 2015