El avance de las tecnologías de generación impulsa la transición energética
Capgemini acaba de publicar la decimonovena edición de su estudio anual sobre los mercados de la energía, conocido como World Energy Markets Observatory (WEMO), elaborado en colaboración con I4CE, De Pardieu Brocas Maffei y Vaasa ETT. Este año, por primera vez va más allá de la región europea para convertirse en un estudio mundial. El documento revela que el avance de las tecnologías de generación ha causado una aceleración de la transición energética, al tiempo que el crecimiento de las energías renovables sigue desestabilizando los mercados mayoristas de electricidad y a sus principales actores. Asimismo, el estudio pone de manifiesto un profundo cambio en el consumo energético, el comportamiento y las expectativas de los usuarios. Esto queda patente, por ejemplo, en las tendencias de autoconsumo y de hogares, edificios, fábricas y ciudades inteligentes, así como en la creación de comunidades de compra o gestión energética.
Como resultado de todo ello, la situación financiera de las empresas suministradoras tradicionales atraviesa tiempos difíciles. El informe anima a este perfil de compañías a acelerar sus esfuerzos de transformación y aprovechar la fuerza de la digitalización.
Las tres principales conclusiones de la edición de 2017 del World Energy Markets Observatory son:
1. La rápida evolución de las tecnologías de generación provoca un impulso imparable a la penetración de las renovables, gracias a su mayor competitividad y a pesar del fin de las tarifas reguladas (FIT) en Europa.
Durante los 12 últimos meses, los costes de las energías renovables han seguido cayendo: frente a las fuentes tradicionales de electricidad (nuclear, carbón, gas), los costes de la energía eólica terrestre y la solar fotovoltaica se están haciendo competitivos en algunos países. De hecho, una reciente subasta de plantas fotovoltaicas registró su nivel más bajo, con solo 17$/MWh. Si a esto se añade que también se han reducido los costes del almacenamiento en baterías un 20%, el resultado es un camino más favorable hacia la transición energética con una intervención política limitada.
Según Colette Lewiner, asesora senior de Energía y Utilities en Capgemini, “los avances en I+D y en industrialización están impulsando el desarrollo de las energías renovables, incluso teniendo en cuenta las inversiones adicionales en redes ligadas a la intermitencia y la distribución de la generación eléctrica. En la actualidad, por su intermitencia y la ausencia de reformas en los precios, el impacto de las energías renovables en los precios de los mercados mayoristas representa una amenaza para el suministro eléctrico y produce un efecto negativo en la situación financiera de las utilities”.
2. La mayor autonomía de los usuarios de energía inteligente empuja a las compañías sumistradoras a ofrecer nuevos servicios energéticos.
Todos los usuarios (residenciales, del sector terciario o industriales) esperan ya de sus suministradoras una mejor gestión de su energía (por ejemplo, en forma de autoconsumo, en hogares, edificios y fábricas inteligentes o mediante movilidad eléctrica). Con la participación del usuario en comunidades de energía, también está cambiando la forma en que se compra o se gestiona la electricidad, ahora de manera colectiva.
Perry Stoneman, responsable del sector de Energía y Utilities de Capgemini lo explica así: “Observamos que muchas empresas suministradoras están creando nuevas divisiones de atención al cliente centradas en ir un paso más allá: servicios diferenciadores que sean valorados por el usuario y que permitan el desarrollo de nuevos flujos de ingresos con mejores márgenes. Con alguna variación de un país a otro, la inmensa mayoría de las empresas se está moviendo en esa dirección, pero muy pocas, por el momento, han encontrado la fórmula idónea. Por lo general, falta capacidad de innovación y agilidad para un cambio rápido y exitoso en el mercado”.
3.Las suministradoras tradicionales, fuertemente impactadas por la transición energética y las nuevas demandas de los usuarios, han puesto en marcha importantes transformaciones. Es tiempo ahora de acelerarlas por la vía de la digitalización.
La mayoría de los grandes actores del mercado ha puesto en marcha planes de transformación que están ejecutando con sumo cuidado. Una tendencia global que sucede también en Norteamérica, a pesar de que allí la situación financiera de las suministradoras se ha visto menos afectada que en Europa, gracias al menor ritmo de la transición energética y una regulación diferente del mercado.
Estos planes de transformación, además de simplificar sus procesos internos, se centran de manera general en el negocio de distribución y comercialización (redes, energía verde y servicios energéticos para clientes) y en el diseño y la gestión de nuevas operaciones y nuevos modelos de negocio, aunque también pueden buscarse mejoras en el lado de la generación de la cadena de valor. Las tecnologías digitales están evolucionando continuamente para ofrecer nuevas soluciones (por ejemplo, automatización de procesos mediante robots, inteligencia artificial, Internet de las Cosas o blockchain no existían hace algunos años), del mismo modo que también está siendo poco explotado el valor de la analítica de datos.
El World Energy Markets Observatory es un informe anual de Capgemini que hace un seguimiento de los principales indicadores de los mercados de electricidad y gas de Europa, Norteamérica, Sudeste asiático y Australia, e informa de la situación y las transformaciones en estos sectores. En esta decimonovena edición, elaborada principalmente a partir de datos públicos y el conocimiento de Capgemini del sector energético, se incluyen datos de 2016 y el invierno 2016/2017. También información específica en materia de regulación, asuntos climáticos y comportamiento del cliente elaborada en colaboración con De Pardieu Brocas Maffei, el I4CE (Institute for Climate Economics) y VaasaETT, respectivamente.