Hidrógeno como fuente energética del futuro
Aunque para muchos el uso de hidrógeno como fuente de energía parezca todavía un hecho de ciencia ficción, Fronius lleva 15 años investigando las posibilidades de este gas en su camino hacia 24 horas de sol, un mundo en el que el 100% de la energía sea renovable.
Una buena forma de sustituir a las fuentes energéticas fósiles es aportar una dosis de energía renovable a la movilidad. Combinando la tecnología de hidrógeno y el almacenamiento por batería nos podemos beneficiar de las ventajas de ambos sistemas, promoviendo así una movilidad sostenible de 24h de sol.
El uso de hidrogeno permite tiempos de repostaje más cortos y mayor autonomía para la movilidad eléctrica, haciendo que sea aún más competitiva frente a las fuentes energéticas fósiles.
A todo ello hay que sumar que en la generación de hidrógeno (la electrólisis permite obtener hidrógeno y oxígeno a partir de agua por medio de una corriente eléctrica) y durante la reconversión del gas en energía (la pila de combustible vuelve a generar energía y calor en base al hidrógeno y al oxígeno), también se genera calor residual que se puede aprovechar, sobre todo, en el sector industrial.
Además, Fronius está investigando la posibilidad de aprovechar el hidrógeno para el almacenamiento estacional de energía renovable.
La realidad es que existen surtidores de H2 para vehiculos, pero este hidrogeno está generado a partir de fuentes energéticas fósiles, por lo que se aleja mucho de la idea de movilidad sostenible. Fronius desarrolla y comercializa soluciones integrales inspiradas en tecnología fotovoltaica para ayudar a la descarbonización y ofrecer una solución sostenible.
Uno de sus proyectos piloto consiste en una instalación interna de repostaje para vehículos públicos e industriales en la sede de Thalheim, en Austria. Ahí, se genera hidrógeno ecológico utilizando energía fotovoltaica con ayuda de un electrolizador de alta presión. Este hidrógeno sirve a su vez para repostar vehículos y se puede almacenar temporalmente en botellas de acero. La instalación permite también reconvertir en energía el H2 almacenado a través de una pila de combustible.
“En el futuro, nos gustaría poder garantizar el almacenamiento estacional de la energía fotovoltaica generada en el sector doméstico durante los meses de verano, para después consumirla durante el invierno. Aunque por el momento estos proyectos están muy lejos de la realidad, seguimos invirtiendo en ello. Porque no solo queremos vivir la revolución energética, sino ser parte activa de ella para acercarnos a nuestra visión de 24 horas de sol” afirma Thomas Rührlinger de Fronius International GmbH