La prevención de residuos, firme apuesta de Aeversu
Las plantas integradas en AEVERSU (Asociación Española de Empresas de Valorización Energética) apuestan de forma decidida por la prevención y la reducción como soportes inequívocos de una gestión sostenible de los residuos.
Tomando como referencia la máxima de que “el mejor residuo es el que no se produce”, la organización apela a la necesidad de que los esfuerzos de las administraciones, las empresas y los ciudadanos se centren precisamente en generar menos desechos, en aprovechar al máximo los productos y en fomentar su reciclado a través de una correcta segregación de los mismos en origen y posterior depósito en los contenedores correspondientes, cerrando así el círculo de su recuperación.
No obstante, y teniendo en cuenta que hay tipologías de residuos que no se pueden reciclar, la función de las plantas de valorización energética se orienta precisamente a poner en valor la fracción no reciclable y evitar que ésta acabe depositada en vertedero, con el consiguiente riesgo para el medio ambiente y la salud pública.
Y esto es precisamente lo que vienen haciendo desde hace años las 11 plantas adscritas a AEVERSU (10 en España y 1 en Andorra): complementar el principio de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) y aprovechar, de una forma limpia y respetuosa con el entorno, la parte que no se puede valorizar en fases anteriores, recuperando la energía contenida en la misma. Una operativa perfectamente asentada en los países del norte de Europa y que ha hecho posible que éstos se distingan por haber alcanzado altas cotas de reciclaje y bajos índices de vertido, inferiores al 4%.
En España, donde la implantación de la valorización energética es todavía deficiente, el uso del vertedero se dispara hasta el 55%, una situación preocupante para el bienestar y calidad de vida de la ciudadanía.
CAMPAÑAS Y DINÁMICAS A FAVOR DE LA REDUCCIÓN
Y en este firme compromiso con la reducción de residuos, y tomando como referencia la Semana Europea de la Prevención 2017, que se celebrará entre el 18 y el 26 de noviembre, diversas plantas adscritas a Aeversu han querido llevar a cabo diversas iniciativas para evidenciar su apoyo a la primera y más importante R, la Reducción.
Algunos ejemplos podrían encontrarse en la planta catalana de Sirusa, que en estas fechas incrementará sus acciones divulgativas en torno a la correcta recogida selectiva en origen para fomentar el adecuado uso de los distintos contenedores habilitados en las vías públicas, prestando especial atención a la segregación de la parte orgánica para su conversión en compost, un abono natural de excelentes propiedades para el suelo. El objetivo último, tal y como aseguran sus representantes, es evitar la presencia de impropios en los recipientes y, de esta forma, garantizar un reciclado de mayor calidad.
Tirme es otra de las plantas que intensificará sus esfuerzos educativos en estas fechas, si bien cuenta durante todo el año con un ambicioso programa de concienciación ambiental dirigido a distintos sectores sociales para propiciar su mayor implicación en la correcta gestión de los residuos. Visitas a sus instalaciones, enriquecidas con juegos y dinámicas dirigidas a los más pequeños, constituyen algunas de las actividades a realizar los próximos días.
Por su parte, Sogama se centrará en la reducción del desperdicio alimentario y, con tal fin, llevará a cabo talleres y charlas dirigidas a alumnos de Bachillerato para sensibilizarles en torno a la ingente cantidad de comida que acaba cada día en el cubo de la basura y posibilitar que éstos lleven a cabo una tarea educativa en su entorno familiar y social más inmediato. El lema: “Con la comida no se juega. ¡No tires alimentos!.
En definitiva, pequeños gestos que pretenden convertirse en grandes acciones para hacer frente a la ingente producción de residuos, dispensándoles un tratamiento correcto conforme a los preceptos de la economía circular y su principal buque insignia, el criterio multierre: repensar, rediseñar, refabricar, redistribuir, reparar, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar energéticamente la fracción no reciclable.