La movilidad eléctrica frente al coronavirus
La crisis sanitaria y económica del coronavirus es una enorme cura de humildad y una lección aprendida a base de dolor, que nos tiene que hacer reflexionar sobre el hecho de que muchas de las cosas que le hacíamos hasta ahora al entorno, con prepotencia e indiferencia, deberán de cambiar, junto con los procedimientos para hacerlas, y de que el ser humano no es la especie dominante en el Planeta, pues un virus de entre 60 y 140 nanómetros de diámetro nos está poniendo en jaque.
Las consecuencias económicas de esta pandemia ya son más que evidentes y su intensidad dependerá de lo que tardemos en recuperar la normalidad, en la medida de lo posible. En lo que atañe a la movilidad eléctrica existen sombras y luces que se traducen en amenazas y oportunidades. La clave pasa por que sepamos leer esas señales de forma adecuada y acertemos en las decisiones derivadas que deberemos de tomar para salir airosos del trance.
Por Arturo Pérez de Lucia, Director General de AEDIVE