Los ciclos combinados, pieza clave para respaldar las energías renovables
La Asociación Española del Gas, SEDIGAS, ha celebrado hoy el encuentro digital La integración de las energías renovables en el sistema eléctrico, donde se ha querido poner especial atención al potencial de los ciclos combinados (con las siglas en inglés CCGTs, Combined Cycle Gas Turbines) ahora y en un futuro como apoyo a las energías renovables en el proceso de transición ecológica.
La Presidenta de la Asociación, Rosa María Sanz, ha inaugurado esta jornada online recalcando que “debemos plantearnos cómo podremos lograr que el 74% de la energía provenga de fuentes renovables para 2030, tal y como marca el PNIEC, garantizando la seguridad y estabilidad del suministro. La garantía que suponen los 51 ciclos combinados que se encuentran operando actualmente en España, con una potencia instalada de 25.000 MW, es imprescindible para encarar este proceso de transición. Pero para ello, habrá resolver urgentemente el problema de la falta de rentabilidad económica”.
Por otro lado, durante el acto han intervenido diferentes personalidades como Mariano Bacigalupo, board of appeal de ACER y consejero de la CNMC; Mercedes Ballesteros, directora del departamento de energía del CIEMAT, y Óscar Barrero, socio responsable de energía en PwC, donde ha presentado el último informe titulado Situación actual y futura de los ciclos combinados.
La transición ecológica sigue siendo el gran reto al que nos enfrentamos como sociedad; supone un elemento necesario para mejorar la vida de todos los ciudadanos y, además, fomentará la creación de empleo y el desarrollo económico del país. España traza su hoja de ruta en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) donde uno de los objetivos es conseguir que el 74% de la generación eléctrica provenga de las energías renovables. Para alcanzar esta cifra, establece como objetivo el disponer de una potencia instalada de 25.000 MW de ciclos, una cifra igual a la actual, manteniendo su papel de respaldo en el proceso de transición energética, teniendo en cuenta la intermitencia de las renovables y la evolución del resto de energías que integran el mix.
Según el informe de PwC, los objetivos en materia de medioambiente son ambiciosos, pero no renunciables, siempre y cuando se haga de una manera ordenada para todos. La introducción progresiva de fuentes de energía renovable como vector clave en la descarbonización requiere, entre otras necesidades, la disponibilidad de un marco atractivo para la inversión, una integración eficiente en las redes y la disponibilidad de otras tecnologías de generación o almacenamiento que le doten de la flexibilidad y respaldo para momentos donde las renovables no tengan capacidad de atender toda la demanda, donde entrarían los CCGTs.
Un nuevo marco regulatorio para los ciclos combinados
Durante la jornada, Barrero ha arrojado unos datos preocupantes sobre la situación de los ciclos combinados y apunta que, sin un marco regulatorio adecuado, esta tecnología no podría respaldar hasta 2030 a las energías renovables, tal y como marca el PNIEC. Todo ello supondría un impacto negativo en la garantía de suministro, así como en el proceso de transición ecológica.
De acuerdo al PNIEC, la introducción progresiva de renovables requerirá del respaldo de, al menos, 30 GW de potencia firme, de los cuales el 80% provendrán de los ciclos combinados.
El 70% de los ciclos combinados registran pérdidas operativas. Se calcula que las pérdidas acumuladas adicionales de este sector podrían alcanzar los 4.500 millones de euros hasta 2030. Este contexto hace muy probable un cierre progresivo de muchas de estas plantas por cuestiones económicas, lo que pondría en riesgo el respaldo que este tipo de tecnología realiza sobre las energías renovables.
El estudio emplaza a iniciar, de manera urgente, el proceso de aprobación de un mecanismo de capacidad similar a los ya implantados en otros países europeos, que asegure la viabilidad económica de los CCGTs y que permita acortar al máximo los plazos de tramitación por parte de las autoridades europeas.
Del mismo modo, durante el encuentro, se ha advertido que un cierre anticipado por cuestiones económica de las plantas de ciclos combinados pondría en riesgo la seguridad de suministro durante la transición ecológica y, por lo tanto, dificultaría la consecución de los objetivos medioambientales de una forma coherente para todos los sectores de la sociedad.