La pandemia frena las emisiones
Las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) entre el 13 de marzo y el 13 de abril bajaron un 48% en Madrid respecto al mismo periodo de 2019, un 47% en Milán, un 49% en Roma y hasta un 54% en París, según los datos de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El especial interés de este estudio radica en poder analizar los datos obtenidos en un periodo de tiempo prolongado para descartar posibles anomalías. Las concentraciones de NO2 en la atmósfera varían sustancialmente de día en día por las fluctuaciones de las emisiones, pero también por los cambios en las condiciones meteorológicas, lo que hace más complicado sacar conclusiones únicamente de mediciones de un día o de una semana.
En esta misma línea de medición, un Informe del Observatorio de la Sostenibilidad advierte de que el desplome del consumo de gasolina en España en marzo fue del 34% en marzo, hasta alcanzar unos niveles que no se registraban desde junio de 1973. El Observatorio de la Sostenibilidad ha elaborado el informe a partir de datos del mes de marzo obtenidos por la corporación CORES, tutelada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Del mismo análisis se desprende que la caída del consumo de querosenos ha sido del 43%, hasta situarse en niveles de febrero de 1999, y con el gasóleo para automoción, desde febrero de 2002 no se había llegado a valores como los actuales, tras haberse pasado en marzo de casi 2 millones de toneladas a alrededor de 1,5 millones, con un desplome del 23%.
Por su parte, el Centro de Estudios Carbon Brief informa de que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía y la quema de los combustibles fósiles van camino de registrar este año la mayor caída de la historia.
El impacto ocasionado por la pandemia y el desplome de las actividades (industria, transportes…) provocará una reducción de emisiones de 2.000 millones de toneladas de CO2, lo que representa un 5% de los gases emitidos el año 2019. Las estimaciones previas eran para este año un aumento de las emisiones de CO2 (principal gas invernadero) del 1%, pero los pronósticos han saltado por los aires.
Las disminuciones barajadas son tan enormes que darían lugar a la mayor caída anual de CO2 de la historia de la actividad humana, pese a que la información documental se remonta hasta el siglo XVIII. Hasta ahora, la mayor reducción anual había sido la de 845 millones de toneladas de CO2 que se dio en el período 1944-45, en la Segunda Guerra Mundial.