La transformación digital creará más de 2,4 b$ de valor en el sector eléctrico en la próxima década
Un nuevo informe publicado por el Foro Económico Mundial y Bain & Company, The Future of Electricity: New Technologies Transforming the Grid Edge, concluye que la adopción de nuevas tecnologías inteligentes conectadas al final de la red eléctrica en los países de la OCDE podría generar más de 2,4 billones de dólares de creación de valor para la sociedad y el sector eléctrico en los próximos 10 años, provenientes de nuevos empleos y de la reducción de emisiones de carbono derivada del aumento de la eficiencia del sistema global.
El informe describe los principales cambios a los que se enfrenta el sector eléctrico, ya que la tecnología y la innovación afectan a los modelos tradicionales, desde la generación de electricidad hasta la gestión de energía “por detrás del contador”. Sus conclusiones apuntan a tres tendencias en particular que están convergiendo para producir estos cambios en el sector: electrificación, descentralización y digitalización. Estas tendencias se encuentran actualmente en tecnologías inteligentes conectadas al final de la red eléctrica, tales como: almacenamiento distribuido, generación distribuida, medidores inteligentes, aparatos inteligentes y vehículos eléctricos, que están afectando el sistema eléctrico.
La rápida caída de los costes de estas tecnologías está impulsando su adopción por parte de los clientes. Los medidores inteligentes, los dispositivos conectados y los sensores de red aumentarán la eficiencia de la gestión de red y, lo que es más importante, permitirán a los clientes disponer de información en tiempo real sobre el suministro y la demanda de energía en todo el sistema. El aumento esperado en la adopción de vehículos eléctricos podría proporcionar una gran flexibilidad a la red en forma de almacenamiento, pero también podría plantear problemas de congestión, por ejemplo, si un gran número de vehículos eléctricos quisiera recargar en una geografía concreta al mismo tiempo.
Estas tecnologías podrían mejorar la tasa de utilización de la infraestructura eléctrica. El sistema eléctrico fue construido para satisfacer la demanda máxima, lo que significa que una parte significativa de la infraestructura se encuentra inactiva durante la mayor parte del tiempo. En EE.UU., la tasa media de utilización de la mayoría de la infraestructura de generación fue inferior al 55% en 2015. Una disminución del 10% en la demanda pico podría crear hasta 80.000 M$ de valor al aumentar la tasa de utilización general de la infraestructura.
El despliegue de estas tecnologías permitirá a los clientes tomar el centro del sistema eléctrico. Bajo las señales de precios correctas y el diseño del mercado, los clientes podrán producir su propia electricidad, almacenarla y luego consumirla en una franja horaria más barata o venderla de nuevo en la red. Un sistema de este tipo permitirá incluso transacciones descentralizadas “peer-to-peer”.