2021 fue un año récord para la inversión en la transición energética en EE.UU.
A pesar de la pandemia del COVID-19, 2021 fue un año récord para la inversión en la transición energética y el despliegue de energía renovable, almacenamiento en baterías y transporte sostenible en EE.UU., según el informe 2022 Sustainable Energy in America Factbook publicado por BloombergNEF (BNEF) y el Consejo Empresarial para la Energía Sostenible (BCSE). Este crecimiento fue impulsado por la fuerte demanda de los consumidores, una inyección sin precedentes de nuevo capital en empresas, tecnologías y proyectos, y una ola de nuevas políticas de apoyo.
“Mientras el mundo lidia con los impactos del cambio climático y la interrupción de los mercados energéticos, el impulso a la transición hacia la energía limpia en 2021 es un faro de esperanza que señala el camino a seguir”, comenta Lisa Jacobson, presidenta del BCSE. “Estoy segura de que las tendencias al alza que hemos visto en 2021 continuarán y que la inversión a largo plazo en la cartera de energía limpia, de eficiencia energética, gas natural y energía renovable generará importantes dividendos en términos de seguridad energética, beneficio económico para nuestro país. y reducción de emisiones”.
Compuesto por 50 diapositivas con visualizaciones de datos, el Factbook es un recurso sucinto que destaca el estado de la energía sostenible en EE.UU. a medida que el país persigue sus objetivos climáticos. Además de destacar las contribuciones de los sectores energéticos clave al desempeño de 2021, el Factbook entrelaza importantes dinámicas de mercado e inversión, tendencias tecnológicas y desarrollo de políticas. Las conclusiones extraídas de los datos no solo señalan el impulso actual a transición hacia la energía limpia, sino que también subrayan la necesidad de un apoyo adicional por parte de las políticas públicas, que acelere la velocidad y la escala del despliegue de soluciones de energía limpia y eficiencia energética.
“El año pasado fue realmente un año de primicias”, dice Ethan Zindler, director de las Américas de BloombergNEF. “Vimos volúmenes récord de nuevo capital desplegado para apoyar la transición hacia una economía con menos carbono, un número récord de vehículos eléctricos vendidos y contribuciones récord a la red eléctrica de fuentes de energía renovable, libres de carbono. Aún así, hay muchas preguntas abiertas sobre la demanda futura que podrían resolverse con señales más claras desde Washington”.
Como se revela en el Factbook, la historia de la transición energética de EE.UU. en 2021 tiene sus raíces en niveles de inversión nunca antes vistos. A nivel global la inversión privada se disparó a 755.000 M$ en 2021. EE.UU. estableció un récord de 105.000 M$. Mientras tanto, el gobierno federal hizo una promesa sin precedentes de 80.000 M$ para apoyar la transición energética con la promulgación de la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos, que busca aprovechar una inversión significativa del sector privado.
Otro impulsor clave fueron los grandes consumidores de energía, es decir, las grandes corporaciones, que exigieron más energía limpia. En 2021, las empresas firmaron contratos para adquirir un récord de 17 GW de capacidad renovable. Además, un total de 351 empresas ahora se han comprometido a adquirir energía 100% limpia, con 65 nuevas empresas uniéndose a la iniciativa RE100 en 2021. Estas señales de mercado preparan el escenario para un crecimiento continuo de la energía limpia en 2022 y más allá.
La productividad energética, el suministro y la demanda de energía aumentaron en 2021 en de EE.UU. en comparación con 2020, el año en que el COVID-19 azotó por primera vez la economía. La productividad energética, la proporción de energía consumida en EE.UU. en comparación con el producto interior bruto general de la economía, mejoró un 1,3% y la parte de la demanda de electricidad de EE.UU. cubierta por gas natural y energía renovable aumentó al 59%.
El auge de la generación de energía limpia y la adopción de medidas de eficiencia energética ayudaron a que los costes energéticos de los hogares estadounidenses se mantuvieran históricamente bajos en 2021, incluso cuando se enfrentaron a precios más altos para muchos bienes y productos relacionados con la energía, como la gasolina, debido a las interrupciones en la cadena de suministro y la inflación. De hecho, los estadounidenses sintieron la presión de los precios de la energía mucho menos que otros en otras partes del mundo. Estos impactos justifican la inversión continua en tecnologías de eficiencia energética.
Un área que no mejoró en 2021 en EE.UU fueron las emisiones de gases de efecto invernadero. A medida que se levantaron las restricciones frente al COVID-19 en 2021, las emisiones totales de CO2 aumentaron un 5,8% interanual. Sin embargo, esto se produjo inmediatamente después de una fuerte caída en 2020 cuando la pandemia golpeó por primera vez. Gracias a las inversiones ya realizadas en tecnologías de bajas y sin emisiones de carbono, las emisiones totales de EE.UU. terminaron 2021 un 4,4% por debajo de los niveles de 2019 y un 15% por debajo de los niveles de 2005.
En el sector eléctrico, las emisiones aumentaron respecto al año anterior a medida que se recuperó la generación a carbón, compensando la generación a gas natural. Este cambio debería durar poco debido a los niveles récord de construcción renovable y otras inversiones en energía limpia que se observaron en 2021. Pero el aumento de las emisiones indica la necesidad de promulgar políticas que ayuden a reducir las emisiones y proteger a las comunidades de los peores impactos del cambio climático, incluido el aumento de la gravedad y del coste de los fenómenos meteorológicos extremos experimentados en 2021.
La inversión histórica del sector público y privado, el aumento de la demanda de los consumidores y la promulgación de nuevas políticas de apoyo impulsaron el crecimiento en la transición energética, a pesar de los desafíos e incertidumbres de las condiciones comerciales de COVID-19. Como resultado, la energía limpia desempeñó un papel clave en la economía de EE.UU. en 2021 y sentó las bases para un crecimiento aún mayor en 2022.
