El vehículo eléctrico vence barreras en transporte público urbano y logística de última milla
Tras la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2015, que establecen ayudas por 7 M€ para el vehículo eléctrico, 3 M€ menos que años anteriores, el Pleno del Congreso ha aprobado una proposición no de ley presentada por el PP para pedir al Gobierno una Estrategia Nacional para impulsar el vehículo eléctrico que incluya medidas de fomento de la compra, impulso al desarrollo de la infraestructura de recarga, desarrollo de la figura del gestor de carga, autorizar la carga como servicio energético y no como reventa en determinados casos e incrementar las flotas eléctricas en las administraciones públicas, entre otras.
Beneficios económicos, medioambientales, de incremento de la eficiencia energética y disminución la dependencia energética del país y de valor añadido, por lo que implica en la generación de nuevas
inversiones y puestos de trabajo, están detrás de esta proposición, teniendo además en cuenta que España tiene el liderazgo europeo e, incluso, mundial en lo que a la industria vinculada al sector se refiere, con factorías que producen coches eléctricos en regiones como Cataluña, Galicia, Castilla y León, País Vasco y Murcia, con producción de vehículos eléctricos de dos ruedas en Barcelona y con una industria excepcional en la fabricación de puntos de recarga de todo tipo y que exporta a mercados tan complicados como Rusia, Reino Unido, Turquía, etc.
La pregunta recurrente cuando se habla de vehículos eléctricos es por qué no hay una venta masiva si se antojan una solución económica, eficiente y ventajosa frente a vehículos de motor de combustión interna.
Artículo publicado en: FuturENERGY Octubre 2014