Composición del cátodo de las baterías: ¿LFP, NMC o NCA?, una guerra a tres bandas
Vista la apuesta clara de los grandes fabricantes de vehículos por la electrificación de sus flotas, el siguiente gran paso es encontrar la mejor alternativa tecnológica para hacer viable este plan a corto y largo plazo, tanto en términos de composición química como de formato de la celda. Para ello, los diferentes proveedores tecnológicos de baterías trabajan en diversas líneas de desarrollo con las que esperan encontrar la solución que mejor respuesta dé a los retos que la industria del automóvil (así como otras vinculadas a las aplicaciones estacionarias) plantea de cara a la adopción de nuevas soluciones de almacenamiento de energía en sus productos.
Parece que las grandes expectativas de la industria están puestas en las baterías de estado sólido. Sin embargo, tendremos que esperar hasta el segundo lustro de esta década para que esta prometedora nueva generación de baterías se adopte de manera mayoritaria por parte de la industria. Por ello, en paralelo, y con miras en el corto plazo, los grandes fabricantes están buscando las mejores soluciones basadas en las tecnologías convencionales de litio-ion.
En lo que se refiere a la composición del cátodo, no existe todavía una clara apuesta por una u otra tecnología por parte de la industria, teniendo cada fabricante su propia apuesta. De hecho, encontramos tres grandes candidatos a dominar el mercado en los próximos años según su potencial y aplicación final.
Roberto Pacios
Coordinador de Tecnología del Área de almacenamiento electroquímico de CIC energiGUNE
Iñigo Careaga
Analista de negocio de BCARE