Microrredes, soluciones para nuevos modelos de energía distribuida
Para dar respuestas al desafío de generación de electricidad que tenemos por delante, necesitamos integrar cada vez más renovables al sistema y apostar por modelos innovadores que permitan adaptar las redes al contexto actual, tendente a la aceleración de la electrificación de la economía
Las micorredes o microgrids, al configurarse como pequeños sistemas de distribución capaces de generar electricidad y funcionar de manera autónoma o conectada a una red mayor, aumentan la eficiencia del sistema.
Si además se acompañan con almacenamiento en baterías, permiten obtener energía de forma regular y estable y se convierten en una solución óptima para el desarrollo de los nuevos modelos de energía distribuida.
Microrredes y autosuficiencia energética
Las microrredes o microgrids posibilitan la autosuficiencia energética porque emulan el funcionamiento de la red general, pero funcionan a menor escala y pueden hacerlo también de forma autónoma, lo que permite al usuario generar su propia electricidad para poder utilizarla cuando más se requiera.
Pero, a diferencia de una red centralizada, una microrred se genera en el mismo sitio o muy próxima a donde se consume la energía, de manera que evitamos los problemas y los costes de creación y mantenimiento de enormes trazados de transmisión. Esto permite maximizar la rentabilidad de cada kilovatio hora (kWh) generado.
A su vez, posibilitan equilibrar el desacople actual entre unas tecnologías renovables cada vez más económicas y demandadas, frente a unos mercados energéticos tradicionales con precios tocando récords históricos.
Por todo lo anterior, las microrredes se consideran hoy una solución para dar respuestas efectivas a varios escenarios limitativos que tenemos en este momento:
- El primero de ellos tiene que ver con que los sistemas energéticos actuales no son capaces de cubrir toda la demanda de energía únicamente con renovables. Y, por lo tanto, necesitamos combinar en una misma infraestructura energética diversas fuentes. Esto hace posible que podamos dar respuesta real a las necesidades básicas requeridas, que además crecen exponencialmente a medida que se digitaliza la economía. En nuestros proyectos, por ejemplo, combinamos la energía procedente de la red general con energía solar fotovoltaica.
- El segundo escenario es que en la actualidad tenemos la limitación para almacenar grandes cantidades de energía. Esto impide que un modelo 100% renovable sea posible todavía. Por ello, tenemos que optar por redes y modelos flexibles, que permitan continuos reajustes en el sistema.
- En tercer lugar, los ciclos de máxima producción de las renovables no siempre coinciden con los de máxima demanda, y no en todos los lugares la energía solar, la eólica u otras son posibles. Por eso, los sistemas de almacenamiento en baterías y los sistemas de control y gestión que se incorporan a la microrred permiten regular y equilibrar la oferta y demanda, y además garantizar el suministro en cualquier momento, a cualquier usuario de la microrred. Esto se hace, además, de formas muy automatizadas, a través de inteligencia artificial, big data, sensórica avanzada y otras tecnologías emergentes.
Aplicaciones reales de las microrredes y los modelos de energía distribuida
Pensemos ahora en comunidades energéticas industriales y residenciales. Incluyamos también nuevas soluciones a la movilidad eléctrica y la necesaria repotenciación de estaciones de servicio aisladas, en puntos alejados y con escasa cobertura de red, pero que necesitan que sus instalaciones den respuesta al coche eléctrico…
Si miramos a los nuevos usuarios y demandantes de energía, debemos apostar por modelos innovadores de servicio, con microrredes y almacenamiento distribuido.
Pensemos por ejemplo en la industria, sobre todo la industria electrointensiva, que demanda desde hace tiempo modelos energéticos más descentralizados e independientes a la red eléctrica.
Sus equipos de producción de última generación, automatizados y con robótica avanzada, son extremadamente sensibles a las perturbaciones eléctricas, por lo que los huecos de tensión, los fallos en el sistema o los ciberataques a las infraestructuras eléctricas suponen riesgos muy importantes que afectan a su cuenta de resultados. Pero, además, tenemos que añadir el contexto actual de crisis energética y aumento considerable de sus costes productivos, con reducción de beneficios marginales.
Todos estos factores constituyen ya por sí mismos un escenario muy favorable para el desarrollo de estos nuevos modelos de consumo energético industrial basados en multienergías. Estos modelos permiten a su vez disminuir la dependencia energética de una única fuente, diversificando riesgos y ganando en eficiencias. Y todo ello reforzado y complementado con el almacenamiento en baterías, que dota de seguridad y estabilidad al sistema.
Contar con un sistema de recursos interconectados, que dé servicio a comunidades de consumidores amplias en las que el factor de escala permita ganar en rentabilidad (comunidades industriales, residenciales, de movilidad eléctrica, ciudades inteligentes u otros colectivos posibles) es el tipo de modelo al que nos dirigimos
En ZGR están trabajando en esta dirección poniendo a disposición de sus clientes soluciones para proyectos de microrredes para comunidades energéticas industriales; microrredes para comunidades energéticas residenciales; y estaciones de servicio en zonas aisladas con potencial para convertirse en electrolineras.
Microrredes y modelos de energía distribuida: La necesaria transformación de las subestaciones eléctricas
Paralelamente, también están trabajando con las grandes comercializadoras y distribuidoras de energía eléctrica en Europa modernizando sus infraestructuras, de manera que estas grandes redes eléctricas, estratégicas para los Estados, puedan dotarse de flexibilidad y alojar también las microrredes que se conecten a ellas, siendo capaces de aguantar los flujos de energía sin que se produzcan colapsos.
Como señala nuestro director de transmisión y distribución, José Antonio Grande: “El futuro es una red de microrredes. Los recursos energéticos distribuidos permiten descongestionar las redes eléctricas actuales, haciéndolas más eficientes y sin pérdidas de energía asociadas a su transporte y distribución”
Las microrredes y los modelos de energía distribuida son el mejor camino posible para un suministro eléctrico integral. Además, alineado con las directrices europeas más recientes