Innovación y eficiencia energética de edificios
Todos los programas europeos condicionan la financiación de proyectos de eficiencia energética de edificios a que incluyan un determinado grado de innovación. ¿Cómo se define la innovación energética?
En las “Directrices sobre ayudas estatales en materia de protección del medio ambiente y energía 2014-2020”, la Comisión Europea establece las siguientes definiciones:
- Ecoinnovación. Toda forma de actividad cuyo resultado u objetivo sea una mejora significativa de la protección medioambiental, incluyendo nuevos procesos de producción, nuevos productos o servicios y nuevos métodos empresariales y de gestión cuya utilización o ejecución puedan prevenir o reducir sustancialmente los riesgos para el medio ambiente, la contaminación y otros efectos negativos derivados del uso de recursos, a lo largo del ciclo de vida de actividades conexas.
- Protección del medio ambiente. Cualquier medida encaminada a subsanar o prevenir los daños al medio físico o a los recursos naturales causados por las actividades del beneficiario, a reducir el riesgo de tales daños o a fomentar el uso más eficiente de dichos recursos, incluidas las medidas destinadas al ahorro de energía y la utilización de fuentes de energía renovables.
- Eficiencia energética. Cantidad de energía ahorrada, calculada en función de la medición del consumo antes y después de la aplicación de una medida de mejora de la eficiencia energética.
Estas definiciones arrojan tres conclusiones:
- La innovación energética se contrapone al mero cambio o sustitución de un producto, servicio o proceso.
- Lo fundamental es conocer y medir el resultado ambiental de las inversiones antes y después de las actuaciones.
- La innovación energética va unida al comportamiento en el uso de la energía por los propios consumidores. Es también innovación social.
La Comisión Europea ha concretado las actuaciones que pueden considerarse innovadoras en la edificación y que conciernen al más alto nivel de eficiencia energética. El “Documento de mejores prácticas del autoconsumo”, las “Directrices para promover los edificios de consumo de energía casi nulo”, la “Estrategia de calefacción y refrigeración” y las propuestas legislativas del “paquete de invierno” contienen buenos ejemplos de lo que debe considerarse innovación en la rehabilitación y eficiencia energética de edificios.
Autoconsumo, energías renovables, almacenamiento, contadores, redes inteligentes y vehículo eléctrico se integran en una única estrategia urbana sostenible para fomentar los recursos energéticos propios, la más alta eficiencia energética, la protección del medioambiente y que el consumidor gestione activamente su demanda energética.
Esta es la razón por la que La Oficina de JGB ha elaborado su último informe IPM sobre Ecoinnovación y rehabilitación a escala de ciudad en el que se analizan todas las iniciativas que Europa ha propuesto a los gobiernos encaminadas a aprovechar las oportunidades de un modelo energético basado en la gestión de la demanda.