Entrevista a Jaime Chen, director económico de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi
20 de julio de 2010
¿En qué sectores industriales se sustenta la economía de Taiwán?
Una buena representación de nuestros principales sectores se encuentra en Hsin Chu, una zona industrial de alta tecnología creada en 1980, que cuenta con empresas especializadas en informática y telecomunicaciones. El complejo se encuentra al 100% de ocupación desde hace años, así que el gobierno impulsó el estableciendo de otros dos parques científicos, uno en el centro de Taiwán (CTSP) y otro en el sur (PCST). La facturación en 2009 entre los tres parques tecnológicos ascendió a 84.143 millones de dólares americanos.
¿Qué tipo de productos se desarrollan en estos parques?
En ellos están ubicadas compañías especialistas en la fabricación de móviles, tecnología LCD, materiales semiconductores, tecnología LED, paneles solares, maquinaria, accesorios y piezas de alta precisión, así como chips y circuitos integrados.
Mucha competencia en esta industria...
Sí, pero parques científicos como el de Hsin Chu nos ayudan a seguir avanzado en esta industria puntera y a ofrecer un valor añadido, algo que no aportan países emergentes como China o países del sureste asiático, con mano de obra y costes de producción más baratos.
Entonces, ¿serán estos productos, los de informática y telecomunicaciones, los más exportados por su país?
Efectivamente, este tipo de productos son sin duda los que más se venden en el extranjero. Últimamente, quizás desde hace tres o cuatro años, empieza a tomar terreno la energía solar y fotovoltaica. En la actualidad, Taiwán es el cuarto país proveedor de paneles solares del mundo.
¿Cuán importante es en este contexto el I+D?
Ilustraré la respuesta con un dato: Taiwán destina el 2,77% del PIB a investigación.
Eso es mucho...
Sí, además, en nuestro país, de 23 millones de habitantes, contamos con 164 universidades, que trabajan codo a codo con el mundo de la empresa. En Taiwán, de cada 1.000 personas, 58 están graduadas en la universidad.
¿Qué imagen cree que ofrece Taiwán como país en el exterior?
Creo que el sector empresarial ve a Taiwán como un país de alta tecnología. No hay que olvidar que Taiwán es el segundo país en capacidad productiva de semiconductores, el segundo país fabricante de TFT-LCD y la cuarta potencia mundial en hardware informático, además de ocupar el cuarto puesto como proveedor de paneles solares.
Enlace comercial
La Oficina Económica y Cultural de Taipéi es una representación del Gobierno de Taiwán en España. En realidad, explica Chen, “se podría decir que cumple las funciones de una embajada; en ella, Francisco Hwang es el embajador y representante de la oficina y yo soy el director de la sección económica de la misma”.
El objetivo de la oficina económica es promover el comercio y fomentar la inversión bilateral entre España y Taiwán. “Somos como un enlace entre ambos países, que presta servicio, asistencia e información a quien la precise. Cualquier empresario interesado en invertir en nuestro país es muy bienvenido. Nosotros le suministramos toda la información necesaria y la ayuda que precise para establecer su oficina o fábrica en Taiwán”.
¿Y qué puede hacer el país para reforzar esa imagen?
Pues seguir avanzado en estos sectores tecnológicos para elevar nuestro valor añadido. Por ello, el Gobierno de Taiwán invierte grandes esfuerzos para incentivar a las empresas en valores como la innovación, el diseño y la marca.
¿Y cuál cree que es la primera impresión, la sensación del consumidor final cuando descubre el sello ‘Made in Taiwan’ en el producto que acaba de adquirir?
Hace treinta años quizás el producto de Taiwán era un artículo barato de poca calidad. Hoy yo creo que nuestro sello ofrece una imagen de calidad a un precio razonable. Muchos de nuestros productos son de mejor calidad que los de Japón o Alemania.
Inevitablemente, en el inconsciente de muchos occidentales se asocia, se relaciona a Taiwán con China...
Sí, es cierto, pero somos muy diferentes. El empleado taiwanés es muy trabajador, lo que no significa que no se respeten sus derechos. Vivimos una situación muy diferente a la de China. De hecho, muchas personas de países como Vietnam, Tailandia, Indonesia o, incluso, de la propia China, vienen a Taiwán en busca de mejores sueldos y mejores condiciones de trabajo.
¿Y en cuanto a la calidad de los productos?
Taiwán está invirtiendo mucho en China... en torno a los 100.000 millones de dólares. Pero los productos de calidad, los que necesitan de mano de obra cualificada y especializada, se siguen desarrollando en nuestro país. Los departamentos de I+D+i están en suelo taiwanés. En el mercado, podemos encontrar productos chinos treinta o cuarenta veces más baratos que los taiwaneses, pero claro, la calidad de estos últimos es muy superior.
China no es un competidor...
No. En el mercado asiático nuestra gran competencia es Japón.
Gran rival.
Sí, y una meta a alcanzar. También, en el sector de máquina-herramienta, competimos con países como Alemania y Suiza.
Taiwán en el mundo
Taiwán cuenta con destacadas firmas internacionales como los fabricantes de ordenadores, componentes y accesorios Acer y Asus; la firma de móviles HTC; los constructores de bicicletas Merida y Giant; las firmas de software D-Link y CyberLink; el fabricante de maquinaria y accesorios de fitness Johnson Health Tech; los fabricantes de dispositivos y accesorios informáticos Transcend y Advantech, el diseñador de software antivirus y de seguridad de contenidos Trend Micro, y el proveedor de soluciones completas de acceso a Internet para proveedores de servicios, así como para empresas y hogares Zyxel, entre otras compañías.
Valore del 1 al 10 la relación calidad-precio de la tecnología y los productos taiwaneses.
Pues un 9: ofrecemos gran calidad a un precio muy competitivo.
Muchos empresarios occidentales están interesados en comerciar con su país. ¿Con qué trabas y ventajas pueden encontrarse?
Para un español, quizá el idioma puede ser una traba. Mucha gente en Taiwán habla castellano, pero creo que no es suficiente para hacer negocios con países hispanohablantes. De todos modos, el mundo de la empresa en el país habla inglés.
¿Y de qué ventajas disfrutará?
Como ventajas, destacaría nuestra estratégica posición geográfica en el continente, nuestra seguridad política y nuestra internacionalidad en materia de comercio. Además, nuestras empresas tienen una mentalidad muy abierta hacia el occidental. También resaltaría la eficiencia, puntualidad y flexibilidad de las compañías, que se saben adaptar a las necesidades de sus clientes internacionales.
¿En qué sentido son flexibles?
Por ejemplo, muchas compañías de otros países no suministran género si no se supera un número determinado de unidades o kilos. En Taiwán abunda la pequeña y mediana empresa, que sí está dispuesta a hacerlo. También pueden incluso fabricar según el diseño del cliente.
¿Qué hay de las falsificaciones y la piratería?
La protección de la propiedad intelectual de las empresas extranjeras está totalmente garantizada.
¿Con qué argumentos trataría de convencer a una empresa extranjera para que construya una fábrica o un centro logístico en su país?
Nuestra cercanía y buen entendimiento comercial con China es un factor a tener en cuenta, pero hay más. En 2009, la firma estadounidense de investigaciones BERI (Busines Environment Risk Intellingence) situó a Taiwán en el quinto puesto mundial en cuanto a su entorno general idóneo para inversiones. También ocupa el quinto lugar en lo que a riesgo de operación se refiere. Además, según el instituto de negocios internacional suizo IMD, Taiwán está situado en el octavo puesto en competitividad.
Más información sobre la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en: www.taiwanembassy.org/ES