Conversión de hornos a biocombustibles
World Bioenergy 2008 supuso el lanzamiento definitivo del sistema PETRO Compact Ecoflame System –PCES- de Petrokraft. Una de sus más importantes aplicaciones es la conversión de hornos industriales de petróleo a biocarburante. Ahora, la compañía sueca, líder en el sector de la ingeniería de la combustión y los sistemas de control, espera reforzar su presencia internacional en WB 2010.
“La feria es una interesante ventana al mundo para nosotros,” explica Sture Hansson, director de marketing y desarrollo de negocio de Petrokraft. “En este momento tenemos varios proyectos de referencia activos para mostrar. Unos clientes satisfechos son la mejor forma de marketing”.
Existe un amplio interés en la conversión de hornos que funcionaban con combustibles fósiles a biocombustibles.
“Hay una gran actividad en Europa, y también está aumentando el interés fuertemente en Norteamérica”, confirma Hansson.
Reconoce que las razones más comunes son tanto económicas como medioambientales:
“Menores costes operativos aceleran la recuperación de la inversión. Dotar a la empresa de un perfil “verde” es algo cada vez más popular. Y todo el mundo está tratando de reducir el uso de carbón. Si se pueden combinar todos estos intereses, como es el caso, la idea resulta sensacional.”
El sistema de Petrokraft se emplea tanto para convertir hornos existentes a bicombustibles como en la construcción de nuevas instalaciones térmicas.
“PCES consta de tres módulos: manipulación del combustible, quemador y equipo para los gases de escape. El sistema modular hace que la instalación sea rápida y sencilla, y está diseñado para adaptarse a la mayoría de los hornos que se encuentran en el mercado actualmente, tanto para vapor como para agua caliente2”.
Un tamaño pequeño, una gran capacidad
Otra de las mayores ventajas del PCES es su flexibilidad para admitir diferentes tipos de combustible. “El combustible principal es biomasa pulverizada procedente de madera u otros productos agrarios”, explica Hansson. “Pero el sistema puede también emplear petróleo o gas, si se requiere, como combustibles de seguridad. Mucha gente prefiere no estar sujeto a un tipo específico de combustible”.
Durante el desarrollo del PCES, se le dio gran importancia a sus dimensiones: “El espacio siempre escasea en las salas que ocupan hornos ya existentes, por lo que este tipo de solución compacta es lo que se demanda”, añade. El sistema funciona tanto en grandes centrales térmicas como en pequeñas. Uno de los proyectos piloto PCES se encuentra en la ciudad de Ljungsbro, en Suecia, y es dirigida por Tekniska Verken, el distribuidor de calor centralizado a la cercana ciudad de Linköping.
“Mostraremos más ejemplos en World Bioenergy”, dice Hansson. “Vemos que hay potenciales usuarios en muchas industrias y negocios, desde los dedicados a producción y manufacturas hasta edificios públicos. Tras nuestra experiencia en 2008, sabemos que WB tiene una gran proyección internacional. Acudir a WB 2010 es parte de nuestra campaña para llegar a potenciales clientes de todo el mundo.”