Un 41% de los municipios españoles de más de 10.000 habitantes ofrece descuentos del IBI a las instalaciones de autoconsumo
Un 41% de los municipios españoles de más de 10.000 habitantes ofrece bonificaciones del IBI a las instalaciones de autoconsumo, esto es, 312 municipios que representan un 60% de la población residente en los 753 municipios estudiados (22.437.952 habitantes). Así se desprende de un estudio presentado por la Fundación Renovables y la compañía noruega Otovo.
Este nuevo informe se trata de una ampliación y mejora de los realizados en 2018 y 2019 que evaluaban y analizaban la situación de los diferentes incentivos fiscales y económicos que los ayuntamientos españoles contienen en sus normativas municipales, con el fin de favorecer y apoyar la instalación de sistemas de autoconsumo fotovoltaico.
En estre trabajo también se analiza el IBI y el ICIO conjuntamente, obteniendo que solamente 231 municipios, el 28% de los analizados, lo que representa un 47% de la población estudiada (17.767.360), ofrecen ambas bonificaciones. Además, 87 ayuntamientos ofrecen bonificación únicamente con el IBI, el 12% del total; 170 solamente sobre el ICIO, el 23%; y 263 municipios no ofrecen ningún tipo de bonificación, el 35%.
De esta forma, el informe señala que algunos de los ayuntamientos que ofrecen esta bonificación presentan unas condiciones administrativas o técnicas tan restrictivas y poco coherentes para la obtención de la bonificación, sobre todo en el caso del IBI; que en algunos casos hacen que sea casi imposible tener acceso a ellas. A este respecto, Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables, ha indicado: “desde la Fundación, abogamos por una facilitación y agilización de dichos trámites, definiendo adecuadamente en las ordenanzas municipales cómo y bajo qué condiciones se pueden obtener estas bonificaciones, evitando limitaciones o condiciones que no representen la realidad o limiten su obtención”.
De manera complementaria, el análisis económico realizado muestra el impacto positivo y la gran relevancia que tiene la bonificación del IBI en la disminución del periodo simple de retorno de la instalación. En la hipótesis planteada con 3 ubicaciones y escenarios distintos (Lugo, Madrid y Almería), se ha analizado el periodo simple de retorno obtenido sin bonificaciones y con una bonificación del 25% y del 50% del IBI durante los primeros 5 años. Esta última es la más común entre ayuntamientos, la más adecuada y la que contiene un mayor impacto, puesto que el periodo simple de retorno de la inversión de la instalación puede reducirse hasta 5 años y 8 meses en el caso de una ubicación de la instalación en el norte de España (Lugo), y 3 años y un mes en el caso de ubicación en el sur (Almería) para la misma instalación y bonificación sobre el IBI.
Figura 1- Porcentaje de población de la muestra estudiada por provincia o Ciudad A con bonificación sobre el IBI.
Iñigo Amoribieta, CEO de Otovo en España, ha señalado: “con iniciativas como este estudio esperamos que, entre todos, consigamos que la energía fotovoltaica en nuestro país sea la fuente de electricidad limpia, barata y sostenible que todos sabemos que puede ser. Igualmente, queremos convencer a las administraciones de que unas ayudas claras, sencillas y homogéneas pueden ser más efectivas que una generosa recompensa. El acceso y la sencillez pueden ser mayores facilitadores que el dinero, entendiendo las limitaciones y exigencias que tienen las cuentas públicas en la actualidad”.
Por su parte, Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables, ha comentado: “abogamos por la modificación de la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local y de las limitaciones de gasto en los ayuntamientos, con el fin y la necesidad de capacitarlos para la movilización y utilización de recursos para ser la base del nuevo modelo energético. Por todo ello, este informe supone una demostración y análisis práctico de la necesidad de que los ayuntamientos lideren y sean el motor, a través de una fiscalidad activa y mejorando la participación ciudadana, el cambio y la descentralización del modelo energético colocando al consumidor en el centro del sistema y brindando a las ciudades mayores posibilidades de autonomía, desarrollo y autosuficiencia”.