La potencia eólica aumentó el año pasado en España en 392 MW
Hacia un nuevo modelo energético 100% renovable
Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE)
15/03/2019La tecnología eólica está preparada para desarrollar con éxito el crecimiento de su parque eólico y, uno de sus retos inmediatos, es poner en marcha antes de marzo de 2020 la potencia eólica de las tres subastas celebradas en 2016 y 2017, es decir 4.600 MW en la península más el cupo canario a 2020. Nuestra tecnología es madura y competitiva.
La instalación de la nueva potencia eólica es una oportunidad para el crecimiento del mercado y con efecto positivo para la economía española como es el mantenimiento de la industria eólica española, la creación de empleo, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el desarrollo social y económico en las zonas donde se instalen los nuevos parques, etcétera. Actualmente, existe una cartera de proyectos viables y que se han terminado de desarrollar en estos años. Algunos de estos proyectos se llevarán a cabo gracias a las subastas, pero también se instalarán otros fuera de las subastas.
Para llevar a cabo la instalación de la nueva potencia eólica es necesario contar con sencillez, estabilidad y seguridad en la regulación, y una mayor adecuación de las reglas del mercado a un sistema en el que los costes fijos de las inversiones van a prevalecer frente al coste variable. La Administración está colaborando para hacer posible la incorporación de esta nueva potencia eólica, pero también se ha de seguir planificando las incorporaciones de potencia eólica posteriores para cumplir con los objetivos de 2030 y 2050.
La aprobación de los objetivos renovables para 2030 supone una clara oportunidad para la eólica española. Los objetivos marcados por la UE para las renovables a 2030, pero es muy importante establecer una hoja de ruta para alcanzar los objetivos y no perder tiempo. Tenemos un marco europeo que nos da una senda clara de desarrollo para los próximos 10 años. La visibilidad y estabilidad a largo plazo es fundamental para atraer a las inversiones necesarias para a cumplir los objetivos. Las inversiones necesarias que requieren las nuevas instalaciones son posibles en un marco de consenso y estabilidad regulatoria. También creemos que es indispensable un firme apoyo político para la ejecución del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Ministerio para la Transición Ecológica, tanto a nivel nacional como autonómico y local.
Según el PNIEC, para 2050, el objetivo es alcanzar la neutralidad climática con la reducción de al menos un 90% de nuestras emisiones de GEI y alcanzar un sistema eléctrico 100% renovable. La presencia de las energías renovables sobre el uso final de la energía en el conjunto de la economía llegaría al 42% en 2030 (desde el 17% actual). Para el 2030, la previsión es una potencia total instalada en el sector eléctrico de 157 GW, de los que 50 GW serán energía eólica. Para ello, es necesario instalar una media de 2.200 MW eólicos al año hasta 2030.
El sector eólico español se adapta y evoluciona con agilidad: la tecnología se ha renovado, ha reducido sus costes y ha permitido que ahora haya muchos parques que pueden entrar en funcionamiento
En España tenemos la suerte de tener una gran industria eólica, con 207 centros de fabricación en dieciséis de las diecisiete comunidades autónomas. Para mantener este gran tejido empresarial, las más de 22.500 personas que trabajan en el sector, y el know-how de esta industria, necesitamos que haya una visibilidad a largo plazo con indicación de los volúmenes de potencia que se instalarán en los próximos años.
El sector eólico español se adapta y evoluciona con agilidad: la tecnología se ha renovado, ha reducido sus costes y ha permitido que ahora haya muchos parques que pueden entrar en funcionamiento, a pesar de que anteriormente el recurso eólico del emplazamiento no hubiera sido el mejor de la península. Además, las subastas renovables que se han celebrado en España han dado unos mecanismos de cobertura a los promotores que permiten poder financiar los parques eólicos de manera más sencilla.
Los promotores son perfectamente conscientes que el sector tiene que trabajar y colaborar con las administraciones locales y regionales y con todos los agentes involucrados para buscar soluciones conjuntas y avanzar en las tramitaciones. Si el sector mantiene este diálogo con los actores a todos los niveles conseguirá que se pueda avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos de descarbonización, que es el hito principal que nos motiva a todos.
Para la eólica, la política energética y, en concreto, el avance hacia la descarbonización tiene que ser una política de Estado. El sector eólico siempre ha defendido la necesidad de que haya un consenso mayoritario que permita que, independientemente de que gobierne un partido político u otro, haya un avance lineal, responsable y sostenible hacia la descarbonización y que todas las empresas del sector tengan la certidumbre que les permita seguir invirtiendo en España. Sería idóneo que hubiera un consenso de todos los partidos políticos para que, gobierne quien gobierne en los próximos años, esté clara la transición y un calendario hacia un nuevo modelo energético que permita alcanzar el 100% de generación renovable.