El sector eólico aporta el 0,31% del PIB español en 2017
El sector eólico, como demuestran los datos del informe, es un sector relevante para la economía española. En 2017, los principales datos son: contribución total al PIB (3.394 millones de euros), generación de empleo (22.578 profesionales empleados), mejora de la balanza de pagos, reducción en la dependencia energética y en los gastos en importaciones de combustibles fósiles (9,2 millones de tep), reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (en 25 millones de toneladas de CO2), y reducción en los precios de la electricidad.
En lo que se refiere a la contribución al PIB, el sector eólico alcanzó en 2017 los 3.394 millones de euros. Este valor supone un 0,31% entre contribución directa e indirecta. El incremento en su contribución al PIB se basa en un cambio en los modelos de negocio con dos vertientes: por un lado, enfocándose a la exportación de la mayor parte de su producción, y por otra en la prestación de servicios de operación y mantenimiento y el suministro de repuestos a los parques eólicos existentes en España.
En 2017, las exportaciones del sector eólico ascendieron a 2.391 millones de euros frente a unas importaciones de 890,5 millones de euros. Como consecuencia, las exportaciones netas supusieron 1.500,4 millones de euros, un 65% de la contribución directa al PIB del sector. Las exportaciones del sector eólico son comparables con las de sectores de gran importancia para la economía española, como el vino o el calzado.
Respecto al empleo, en 2017, el sector empleaba a 22.578 personas. El sector eólico ha contribuido a la recuperación del empleo que se observa en España durante los últimos años.
En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero evitadas por la sustitución de combustibles fósiles, se mitigaron 25 millones de toneladas de CO2 en 2016 y 2017 (en cada uno de los años). Y se evitaron en importaciones de combustibles fósiles 9,2 millones de teps (valoradas en 1.506 millones de euros).
A finales de 2017, España contaba con 23.092 MW y la generación eólica en ese año fue de 47.628 GWh, lo que supone una cobertura de la demanda del 18%.
El sector eólico español está bien situado para aprovechar las oportunidades que surgen a nivel mundial. España mantiene una quinta posición en potencia instalada con un 4%, tras China (35%), Estados Unidos (17%), Alemania (10%) e India (6%). Según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la potencia eólica instalada en el mundo ascenderá a 1.305 GW en 2040, lo que supondría un incremento del 142% (de 765 GW) respecto a 2017. A 2025, se espera una potencia instalada de 842 GW, con un incremento de 302 GW.
Tras la subasta de 2016 y las dos de 2017, el sector eólico tiene el compromiso de instalar 4.600 MW en península más el cupo canario a 2020. La instalación de esta potencia es una oportunidad para el crecimiento del mercado y tendrá un efecto positivo. Más allá de los compromisos a 2020, para hacer posible un crecimiento lineal es preciso avanzar teniendo en cuenta 5 claves, que no dependen del sector eólico, pero afectarán a su desarrollo:
- Un marco regulatorio estable con consenso político y que perdure.
- Visibilidad a largo plazo para generar confianza, atraer a los inversores y tomar decisiones industriales.
- Formulación de un sistema adecuado que garantice una rentabilidad razonable que perdure durante la vida útil de las instalaciones.
- Un sistema de subastas sencillo, bien diseñado, similar al de otros países de nuestro entorno, y con un calendario establecido.
- Reglas que incentiven la repotenciación de los parques eólicos más antiguos y situados en los emplazamientos con mejor recurso, así como una regulación que permita extender la vida útil de los parques en las condiciones más óptimas posibles, al objeto de mantener la capacidad de generación eólica actual e incrementarla de la forma más eficiente posible.