La integración de las nuevas tecnologías alarga la vida de los parques eólicos más antiguos y mejora su rentabilidad

Por Alejandro Cabrera, Ceo de Green Eagle Solutions

El sector de la energía eólica se encuentra en un momento de incertidumbre por los continuos cambios regulatorios. En este contexto es difícil realizar una previsión del retorno de la inversión a largo plazo y, por este motivo, hoy es más importante que nunca aprovechar los recursos existentes para sacarles el máximo partido. Recordemos que cerca de la mitad de los aerogeneradores en España tienen más de 15 años, pero conseguir que sigan operativos y a pleno rendimiento es factible.

El debate entre operadores y propietarios se centra en si la mejor opción para los parques más antiguos es la repotenciación de las instalaciones, desmontarlas o alargar su vida útil. Nosotros apostamos sin duda en alargar su vida útil. Estamos seguros de que todavía hay mucho margen para mejorar el rendimiento de las instalaciones porque existen soluciones para solventar la problemática de los recambios de piezas clave y para el mantenimiento y actualización de los sistemas de control.

Actualmente, numerosas empresas ofrecen recambios de piezas a precios más competitivos que los propios fabricantes, y, a nivel de operación, tenemos la tecnología para no sólo mantener los sistemas de control, sino para añadirle nuevas funcionalidades que repercutan en el rendimiento del sistema. No sólo debemos centramos en reponer una pieza por otra, el software de control es también una parte fundamental, que a veces queda relegada a un segundo plano.

La clave para mejorar y alargar la vida de estos sistemas se encuentra en minimizar las dependencias del SCADA del fabricante y crear un entorno flexible que se adapte a las necesidades específicas de la planta y a los cambios regulatorios del país. El objetivo deber ser reducir los costes de operación y mantenimiento, y conseguir una gestión más eficiente de la instalación.

El SCADA es la herramienta principal de los operadores y facilita el mantenimiento, las nuevas tecnologías pueden añadirle funcionalidades modernas y optimizar el trabajo de una forma impensable hasta hace pocos años. Estas herramientas pueden ofrecernos respuestas, de una forma ágil, a las preguntas a las que se enfrentan los responsables de O&M:

¿Sabemos el estado de salud de cada aerogenerador en tiempo real?
¿Podemos calcular el rendimiento y el desgaste de una máquina con respecto a las demás y sobre sí misma, con el objetivo de prever posibles averías?
¿Cómo están evolucionando los errores y las alertas? ¿De qué tipología y con qué frecuencia?
¿Tenemos adaptada la instalación para cumplir los cambios regulatorios como los Procedimientos de Operación de REE o los servicios de ajuste?¿Estamos cumpliendo las consignas de regulación de forma eficaz?
¿Se dispone de previsiones de recurso eólico, avisos de alertas meteorológicas que puedan afectar al parque?

Para conseguir estas ventajas software, podemos seguir los siguientes pasos:

1. Si no podemos reemplazar el SCADA del fabricante, al menos debemos asegurarnos de que siga operativo y tener un plan de recuperación en caso de fallo de los servidores. Para ello, podemos hacer una virtualización del SCADA, y así se consigue una cierta independencia con respecto al hardware original y a la evolución de los Sistemas Operativos.

2. Solucionar los problemas o necesidades existentes con la integración de un SCADA auxiliar más moderno y flexible. La integración de nuevas tecnologías no sólo nos permite adaptar fácilmente nuestro sistema ante cambios regulatorios o la habilitación para los servicios de ajuste, sino que nos aporta la base para futuras necesidades que aún no han sido identificadas.

3. Integrar nuevas herramientas que mejoren el rendimiento operativo. Una vez tenemos un SCADA auxiliar ampliable, podemos integrar módulos inteligentes que posibiliten el rearme automático de máquinas, la notificación de alertas, la regulación de potencia, detección temprana de desgaste o malfuncionamiento de máquinas, etc.

4. Centralizar la cartera de plantas. Hoy en día no es necesario realizar una gran inversión para tener un centro de control propio. Integrando los parques en un centro de control en la nube podemos abaratar costes, agilizar la gestión y adquirir herramientas de coordinación entre plantas y de control financiero de forma eficaz.

Siguiendo estos pasos, podemos dar solución a las necesidades que no estuvieron contempladas en el SCADA original del fabricante y crear una base software sólida que facilite los ajustes necesarios.

Alargar la vida útil de las máquinas lo máximo posible tiene que ir de la mano de una actualización de los SCADAs y de las herramientas de gestión. Solamente así se consigue mejorar la rentabilidad porque de ese modo tenemos un parque funcionando con las mismas prestaciones que con las máquinas más modernas.

Además, las nuevas herramientas de gestión, anteriormente mencionadas, nos permiten saber en tiempo real los ingresos estimados que se están obteniendo de la producción de energía del conjunto de instalaciones renovables o de un parque concreto. Y cuando se producen desvíos negativos, nos ayuda a identificar si el problema ha sido la previsión a la baja de precios del mercado de la energía, si hay penalizaciones o si han surgido problemas en un parque.

Apostemos por alargar la vida útil de las instalaciones lo máximo posible, aún pueden seguir siendo rentables muchos años más.