Fundación Renovables organiza un curso sobre ciudad y energía en Málaga
“El futuro es urbano y necesariamente sostenible o no será futuro”, así lo afirmó el presidente de la Fundación Renovables, Domingo Jiménez Beltrán, en la inauguración del curso ‘Ciudad y energía: propuestas para el desarrollo urbano sostenible’ que se desarrolló en Málaga del 11 al 13 de septiembre.
En el encuentro, organizado por la Fundación Renovables en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional de Andalucía (Unia), y con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga y de Anpier (Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica), los representantes de los ayuntamientos de Barcelona, Málaga, Sevilla y Madrid, pioneros en el desarrollo de políticas de sostenibilidad, han expuesto las hojas de ruta que están implementando sus municipios en el marco energético.
Todos ellos han coincidido en la necesidad de que los municipios, responsables del 75% del consumo de energía y del 80% de las emisiones de CO2 en España, asuman su responsabilidad e inicien su propia transición energética a nivel local, haciendo frente al desfavorable marco regulatorio instaurado a nivel nacional. Esta transformación, apuntó Janet Sanz, tenienta de Alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, pasa necesariamente por un “cambio en la aproximación a la energía”, superando la perspectiva únicamente tecnológica. “Necesitamos trabajar en un nuevo paradigma en el que la energía sea considerada un derecho”, afirmó y remarcó la implicación de los ciudadanos como agentes activos del cambio.
En el curso se ahondó también en las diferentes herramientas que los municipios tienen a su disposición para articular esta necesaria transición energética.
Mariano Sidrach de Cardona, catedrático de la Universidad de Málaga, explicó los beneficios del autoconsumo como elemento democratizador y las acciones que, a nivel municipal, se pueden poner en marcha para promoverlo, como la simplificación de los procesos administrativos, los beneficios fiscales o la implementación de instalaciones en los edificios municipales. Por su parte, José Luis García Ortega, responsable del Área de Cambio Climático y Energía de Greenpeace España, también profundizó en las implicaciones sociales del autoconsumo y en su valor como herramienta de erradicación de la pobreza energética y apuntó que “nuestro mercado energético está pasando de ser un mercado centralizado dominado por las grandes instalaciones a otro en el que las personas producen energía y contribuyen a gestionar la demanda”.
Rehabilitación energética de los edificios y movilidad urbana fueron los otros elementos en los que los expertos han puesto el foco de atención. Salvador Rueda, director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, profundizó en la importancia tanto del concepto de “ciudad para los ciudadanos” como en recuperar el espacio urbano, actualmente invadido por los vehículos, a través de una apuesta decidida por la accesibilidad frente a la movilidad privada, la compacidad frente a la dispersión y las zonas urbanas frente al asfalto.
Jorge Morales, vicepresidente de la Fundación Renovables, explicó el papel del mercado eléctrico en la transición energética profundizando en las renovables como tecnologías, no solo beneficiosas medioambientalmente, sino competitivas también económicamente. Ha señalado que, en el caso de España, “su principal enemigo es la inseguridad jurídica debido a los cambios retroactivos que se vienen practicando en los últimos cinco años”.
Como colofón del curso, se desarrolló una mesa de debate sobre el futuro de las renovables en España con la intervención de Juan Castro-Gil, abogado y secretario de Anpier; Sergio de Otto, Patrono de la Fundación Renovables y Fernando Ferrando, vicepresidente de la Fundación. Castro-Gil desmontó los falsos mitos que han surgido en torno al sector renovable y señaló las premisas fundamentales sobre las que debe girar el nuevo modelo energético: mitigación del cambio climático, optimización de los costes de generación y democratización de la energía. Sobre este último aspecto, Sergio de Otto, destacó la necesidad de hacer a los ciudadanos protagonistas del cambio de modelo energético promoviendo “un verdadero cambio de paradigma que sitúe al ciudadano en el centro del sistema energético”.
Como corolario de todo lo expuesto durante el curso, Fernando Ferrando señaló la importancia de concebir la energía no como un negocio sino como un bien básico y de acceso universal y ha destacado el papel de los municipios en la consecución de esta tarea. “Es hora de dar respuesta a una ciudadanía que demanda gobernanza y trasparencia en la cobertura de sus necesidades energéticas”, concluyó.