¿Cómo ahorrar energía a coste cero?
A pesar del esfuerzo realizado en los últimos años, España es un país dependiente de la importación de energía: más del 73% de lo que consumimos procede de otros países. El 17% del total se corresponde a las necesidades de los hogares españoles. ¿Cómo podemos mejorar nuestro consumo energético sin necesidad de hacer una gran inversión?
Dados los altos precios de la energía y el peso que supone la calefacción y el agua caliente sanitaria en los gastos generales de las comunidades de vecinos, el contrato con una Empresa de Servicios Energéticos, ESE, se está convirtiendo en una solución cada vez más frecuente. Las ESEs representan una de las mejores oportunidades para disminuir el consumo de energía sin tener que costear la inversión necesaria. Los contratos entre las comunidades de vecinos y las ESEs suelen durar entre 5 y 10 años, periodo durante el cual los vecinos compartirán con la ESE los ahorros energéticos derivados de la reforma realizada en el edificio para que ésta pueda recuperar la inversión que realizó inicialmente.
En Estados Unidos el concepto de ESE se utiliza desde hace más de treinta años con gran éxito. Entre los países de la Unión Europea, Alemania es el líder indiscutible con el mercado más amplio y avanzado de toda Europa, compuesto por entre 250 y 500 empresas que configuran el sector. Este mercado se encuentra respaldado desde las instituciones tanto técnica como económicamente con medidas como impuestos ecológicos que penalizan el derroche energético y concesión de créditos de gran cuantía. En Francia, el Contrato por Gestión Energética (CEM) es bastante común, con posibilidad de incluir ahorros compartidos. Por otro lado en Reino Unido existen entre 15 y 30 compañías para las que un contrato EPC (basado en rendimientos) es bastante común. También han introducido diversos programas para promover las inversiones en eficiencia energética: Programa de Eficiencia Energética en Edificios, CRC (Plan de Eficiencia Energética para reducir emisiones) y el ECA (Enhanced Capital Allowance), medida fiscal para premiar compañías que inviertan en equipamiento eficiente.
En el caso de España el mercado de las ESEs es aún incipiente a pesar de haber experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años. Entre las principales razones que obstaculizan su desarrollo caben destacar: permisividad a la baja eficiencia energética, poca incentivación a la mejora y desconocimiento de las ESEs. Los servicios energéticos, a pesar de sus beneficios, son poco conocidos en nuestro país, debido a la novedad de su modelo de negocio. Junto con el ahorro económico cabe destacar la mejora de la calificación energética del edificio gracias a la disminución del consumo energético y la reducción de las emisiones de efecto invernadero. Ya que el cobro del servicio de las ESEs se basa en el ahorro energético obtenido, siempre se van a utilizar las últimas tecnologías y las mejores calidades a implantar. Por otro lado tanto el mantenimiento correctivo como el preventivo de las instalaciones corren a cargo de la ESE.
Pero, a efectos prácticos, ¿cómo funciona una Empresa de Servicios Energéticos? Como ejemplo, un edificio de la Comunidad de Madrid formado por 120 viviendas, repartidas en 5 bloques que compartían una única instalación central de calefacción y agua caliente sanitaria consiguieron ahorrar 21.674 €/año (181 €/vecino) y dejar de emitir 233 Tm/año de emisiones nocivas gracias a la intervención de una ESE. Tras un estudio previo sobre cómo mejorar las instalaciones del edificio se acordó cambiar las calderas de gasóleo por unas de condensación. Para sacar mejor provecho de éstas se instalaron también válvulas termostáticas, válvulas de equilibrado así como un mejor aislamiento de tuberías en la sala de calderas. Con todo ello se consiguieron ahorros suficientes para hacer frente a la inversión, que se amortizará en los 5 años siguientes, y para que los vecinos tuviesen un ahorro energético desde el primer año sin derrama alguna.
La evolución hasta ahora ha sido lenta aunque pocos sectores de nuestra economía tienen tanto recorrido como los Servicios Energéticos, un sector rentable, capaz de reducir el impacto medioambiental y mejorar nuestra dependencia energética exterior. Obligar a que cada edificio tenga su calificación energética es una manera de empezar a concienciar a la sociedad de la importancia del ahorro energético. Esto supone un apoyo al mercado de las ESEs ya que el primer paso para poder conocer su papel en la sociedad es darse cuenta de la necesidad de éstas.