El relato ‘Sopla’ gana el segundo Concurso de microcuentos eólicos de AEE
24 de junio de 2013
AEE, con la colaboración de la revista Energías Renovables, lanzó este certamen con motivo del Día Mundial del Viento, que se celebró el 15 de junio. El objetivo era despertar la imaginación en relación a una fuente de energía, el viento, que es autóctona, limpia y eterna. El premio es la visita a un parque eólico con posibilidad de subir a un aerogenerador (siempre que las condiciones climatológicas lo permitan). Además, tanto el relato ganador como los finalistas han sido publicados en la revista Energías Renovables y en su página web.
El ganador, Francesc Sisteré, es químico y trabaja en el laboratorio de la Agencia Catalana de Aguas. Desde hace tiempo, le interesan las energías renovables y esta vez ha tenido ocasión de unir este interés a otro de sus hobbies, los relatos breves. No obstante, éste ha sido su primer microcuento.
El jurado, que se reunió el pasado 20 de junio en Madrid, ha estado formado por Pepa Mosquera, directora de la revista Energías Renovables; Javier Rico, periodista especializado en medio ambiente y biodiversidad, que colabora con El País, Energías Renovables y las revistas Quercus y Desarrollo Rural y Sostenible; Sergio de Otto, consultor en energías renovables, periodista y asesor de AEE; y Sonia Franco, directora de Comunicación de AEE, además de periodista y escritora. Los otros cinco finalistas fueron: 'Eólica Mancha', de Francisco Pi Martínez; 'Natural Repowering', de Abel Ballesteros Bito; 'Los molinines', de Marta García París; 'La ráfaga', de Santiago Gómez López; y 'Lucy y los gigantes', de Álex Benavides Fuentealba. Se pueden leer todos los relatos pinchando aquí.
El relato ganador:
Sopla
Por Francesc Sisteré
–Papá, mira, ¡ya he terminado el trabajo de tecno! No fue tan difícil.
El niño sopla sobre el molinillo, éste gira y un led verde se enciende. El niño sonríe. El padre baja la mirada.
Al día siguiente, un alto directivo de Fuel Electrics, con la mirada fijada en la mesa, toma un café con su presidente.
–Tenemos un problema. Debería hablar con sus contactos de Cultura. Tendrían que “retocar” el programa de estudios de los críos.
El presidente sonríe.