El incremento de la generación renovable en los últimos meses abarata el precio de la electricidad
Javier García Breva, presidente de la Fundación, ha afirmado que “mientras que la energía está transformando el mundo a una velocidad increíble nuestra regulación energética vive de espaldas a esa realidad y está todavía instalada en el escenario de los combustibles fósiles y ese es el origen de nuestros crecientes déficits energéticos, lo que España necesita es más renovables y más competencia”.
El documento de la Fundación Renovables hace un repaso de los principales temas del ámbito energético tanto a nivel internacional como en el nacional y que van desde la evolución del precio del gas, al enquistado problema del déficit de tarifa nunca resuelto o el incongruente proyecto de ley sobre los sistemas insulares. Señala que “hablar de energía sigue siendo harto complejo por la opacidad y falta de transparencia con la que funcionan nuestros mercados energéticos. Si se añade la inestabilidad regulatoria en la que, a decreto ley por trimestre y un déficit democrático acendrado, está asentada la gestión energética, resulta difícil explicar a la sociedad qué se oculta detrás de esa forma de nuevo despotismo ilustrado en que se ha convertido la política energética”.
En primer lugar se analiza la gestión estéril del Gobierno al afrontar el déficit de tarifa con un enésimo anuncio de nuevos recortes por otros 2.000 M al sector eléctrico y a las renovables, así como cargar a los Presupuestos Generales del Estado 2.000 M más de costes regulados, “medidas que como puede comprobarse se trata de las mismas propuestas fracasadas de hace un año, y que, después de cinco decretos leyes, siguen repitiéndose como el día de la marmota”, afirmó García Breva. La Fundación Renovables lamenta que en lugar de analizar el fracaso regulatorio de 2012 que ha hecho que, sobre las previsiones de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), la desviación del coste del déficit de tarifa haya sido de un 114% mientras el de las renovables ha sido del 22%, se insiste en desmantelar nuestro modelo renovable sin hacer un diagnóstico correcto de las verdaderas causas por las que el déficit sigue descontrolado.
También denuncia que el Gobierno vuelve a fracasar en su objetivo de reducir los costes regulados con la aprobación del proyecto de ley para garantizar el suministro e incrementar la competencia en los sistemas eléctricos extra-peninsulares señalando que “se sustituye un monopolio por otro, se reconocen las externalidades positivas de más renovables pero sin renovables y se garantiza el suministro con nuevas infraestructuras gasistas para más gas importado”. Javier García Breva lamenta que “no se crea un marco nuevo para abrir la competencia ni para un mayor desarrollo de las renovables sino que se incrementa la dependencia energética del gas que resulta una apuesta mucho más cara que la de desarrollar en las Islas Canarias el primer proyecto europeo cien por cien renovables”.
Bajada de la luz: un espejismo
Respecto a la bajada del recibo de la luz se afirma que “es solo un espejismo político que vuelve a ocultar la falta de ideas y decisiones para abordar las razones de un déficit tarifario desbocado que solo se trata de compensar con subidas de los costes regulados, paralización de las renovables e, inexorablemente, con futuras subidas de la luz”. En el primer trimestre de este año la mayor pluviometría, viento y sol a coste cero han elevado la producción renovable hasta casi el 50% del total y se ha cumplido lo que ya está demostrado desde hace tiempo, que en la medida que aumenta la generación renovable bajan los precios de la energía. “La realidad es que son las renovables las que reducen el precio del pool eléctrico” se afirma en el documento de la Fundación que recuerda los datos del estudio de APPA sobre el impacto macroeconómico de las renovables: en el periodo 2005-2011 el ahorro por la disminución del coste de la energía debido a las energías renovables en el mercado diario fue de 28.482 M, mientras el coste de las primas fue de 20.875 M.
La Fundación Renovables vuelve a insistir en que nuestras importaciones energéticas constituyen el principal problema de nuestro sistema energético: mientras el déficit comercial se redujo un 33,6%, las importaciones energéticas crecieron un 13,9%, alcanzando el saldo del déficit comercial en energía los 45.503 M equivalentes al 4,5% del PIB. “Esta es la cifra que marca la insostenibilidad económica de nuestro modelo energético. Incrementar la dependencia energética con crecimiento negativo del PIB es un dato nefasto que merecería otro diagnóstico y otras medidas muy distintas de política energética; sin embargo, la apuesta del Gobierno trata de luchar contra la dependencia energética con un mayor impulso a la economía de los combustibles fósiles y se trata de una apuesta insostenible que solo conduce a una gran crisis energética”.
La Fundación hace también referencia al déficit tarifario del gas que de no tomar medidas para 2020 podría alcanzar los 3.000 M como ha advertido la CNE, que también alerta sobre un déficit “explosivo” en el gas butano, y la única respuesta del Ministro de Industria, Energía y Turismo es anunciar nuevas medidas para incentivar el consumo de gas. En este apartado el documento concluye señalando que “el futuro no va a ser mejor dada nuestra vulnerabilidad ante los cambios en la geopolítica del gas” haciendo referencia al ataque de Al Qaeda en Argelia, al cierre de la planta de GNL de Unión Fenosa Gas, a la subida de precios de Catargas a Gas Natural y a la pérdida del control del gasoducto Medgaz por parte de España.
Por último, y antes de renovar las propuestas de actuación que la Fundación planteó ya en diciembre pasado, el documento señala dos causas para el empeoramiento de todos los ratios energéticos: la falta de competencia en los mercados energéticos y el sostenimiento de una economía que impulsa e incentiva el mayor consumo de combustibles fósiles importados del exterior. En este sentido recuerda la denuncia de la Comisión Europea, en una comunicación de noviembre pasado, en la que afirmaba que la falta de competencia y transparencia hace que la tarifa de la luz esté distorsionada por los pagos por capacidad y que los consumidores no puedan disponer de la tarifa más barata. Un mercado con más competencia podría ahorrar hasta 13.000 M a los consumidores europeos.