Termina un semestre fatídico en materia de siniestralidad laboral

En el marco de los sectores abarcados por Fecoma-CCOO, de los 80 siniestros laborales, 66 de ellos corresponden al sector de la construcción, 10 a la madera, 3 al sector cerámico y 1 de ellos en el sector de áridos.

El mismo semestre del pasado 2011, 51 trabajadores murieron por accidente laboral, 86 en el 2010 y tres menos en el mismo período de 2009, en el que murieron 89 personas.

Según las estadísticas que relacionan el número de trabajadores muertos frente al total de trabajadores afiliados al régimen general de la Seguridad Social en el sector (según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social a 2 de junio de 2012) el índice de incidencia de accidentes mortales para el 2012 se encuentra en 4,86 muertes por cada 100.000 trabajadores, frente a 5,1 correspondiente al año 2011, 7,2 para el 2010 y 6,7 para el año 2009.

Andalucía es de nuevo la CC AA con mayor número de siniestros mortales (16% del total), seguida muy de cerca por Extremadura que ha aumentado considerablemente el número de accidentes mortales en el segundo trimestre (del 7,5 al 13%), y de Galicia (también con un 13% del total).

En la Comunidad Valenciana y Castilla León se originaron un 10% de los accidentes mortales en igualdad de proporciones, a continuación Madrid y Cataluña (8% en cada comunidad) y en inferior proporción Asturias (5%) y Aragón (5%).

País Vasco, Baleares C. la Mancha y La Rioja son en comparación con las anteriores, las CCAA con menor proporción de accidentes mortales. (3% cada una de ellas).

En línea con años anteriores y como ya se venía vislumbrando durante el primer trimestre del año, las caídas en altura han sido la principal causa de mortalidad, destacando con un 42 % del total de los siniestros mortales.

Las muertes ocasionadas por infarto merecen especial mención en este capítulo semestral por representar cerca de un 10% del total de los siniestros mortales, En el segundo trimestre del año, los infartos han representado el 24% de los accidentes mortales.

A diferencia de lo ocurrido en el primer trimestre donde las causas secundarias de siniestralidad mortal fueron las caídas de objetos por desplome y manipulación y los atropellos, en el segundo trimestre de 2012, el 24% de las muertes ocurridas en el sector han sido consecuencia de infartos. Algo está ocurriendo con los reconocimientos médicos a los trabajadores.

Según la estadística semestral, en igual proporción que los infartos han destacado las caídas de objeto por manipulación y los atropellos, seguidos por las caídas de objetos por desplome o derrumbamiento con un 8% y en inferior porcentaje las muertes consecuencia de atrapamientos por/ en equipos de trabajo o vuelco de maquinaria, así como accidentes in itínere, contacto eléctrico y explosión.

Continua la tendencia del primer trimestre en cuanto a siniestralidad laboral, con un 37% de accidentes laborales concentrados en los trabajadores con edades comprendidas entre los 40 y 50 años, seguidos con un 26% por aquellos con edades de entre 30 y 40 años y en un 26 % entre los trabajadores de 50 a 60 años.

No obstante, el 60% de los accidentes con resultado mortal han tenido lugar entre trabajadores de mediana edad de entre los 40 y 50 años y aquellos con edad más avanzada de entre 50 y 60 años, en igualdad de proporciones.

Por otra parte, ha aumentado el porcentaje de siniestralidad mortal entre los trabajadores de edad avanzada, un 12% de la siniestralidad mortal ha tenido lugar trabajadores mayores de 60 años frente al 5% del primer trimestre, además, un 9% de trabajadores menores de 30 años ha resultado víctima de un accidente mortal.

En opinión de Santiago Cubero Lastra, secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de Fecoma-CC OO, “no nos podemos guiar por los datos, ya de por si suficientemente funestos. De los 38 escandalosos accidentes mortales que hemos tenido en nuestros sectores, lo más preocupante es lo que no se refleja y está ocurriendo día a día.

Los accidentes sin baja son, en los dos últimos años, más que los accidentes con baja. Y eso sólo es la punta del iceberg. Después de la funesta reforma laboral que impuso el gobierno que más ha atentado contra las libertades y derechos de los trabajadores en la democracia, el número de accidentes ocultos es aún más elevado. El miedo a la pérdida del puesto de trabajo, las amenazas de algunos mal llamados “empresarios” con el despido rápido que les han brindado, presionan a los trabajadores para hacerlo en condiciones inaceptables. Las consecuencias son fatales.

Y deberíamos empezar a mirar a algunas mutuas que no están haciendo bien su trabajo, mutuas que en sus actuaciones están dando reconocimientos médicos a la carta a esos “empresarios” que buscan el beneficio sin preocuparse por la salud del trabajador, mutuas que, por competencia voraz entre ellas, tramitan altas y persiguen a trabajadores de baja a la voz de los amos que las contratan. Y es dentro de su propio sector donde las mutuas serias y responsables deberían extirpar a estas otras advenedizas.

¿Y dónde está quién debería vigilar esto? No encontramos a la Inspección de Trabajo por ningún sitio. Resulta sorprendente que los mismos que sancionaban y vigilaban cuando había más de 1.500.000 trabajadores hoy no lo puedan hacer con 781.000. Ya no vale la excusa de los pocos efectivos.

Es lamentable que los juicios por accidentes mortales se dilaten durante años, la percepción de los trabajadores es la impunidad en la que quedan estos siniestros. Las condenas ejemplarizantes son aún escasas y deberían ser extensivas a aquellos que verdaderamente tenían decisión en las obras, cómodamente escudados en sus despachos. Ya es hora de que respondan todos y se haga con severidad.

Con este lamentable panorama son los propios trabajadores los que han de protegerse a sí mismos, manteniéndose alerta en las horas de trabajo, cumpliendo con las normas de seguridad, y teniendo siempre en mente que hay una herramienta, denunciar todos los incumplimientos, por pequeños que sean, a través de Fecoma-CC OO, que sea el sindicato el que da la cara por vosotros. Unidos en él somos más fuertes.

Desde la Federación de Construcción, madera y afines de CC OO seguiremos informando y ayudando a los trabajadores, con campañas como la iniciada este verano para la prevención del Golpe de Calor. Vamos a continuar poniendo en su sitio a aquellos que incumplen, a los que no realizan su trabajo, denunciando sin contemplaciones a los que vulneran la ley. No vamos a dar tregua”.