La instalación de ventanas ante los nuevos desafíos del sector

En un contexto donde la eficiencia energética y la sostenibilidad marcan la pauta en la construcción, la instalación de ventanas se ha convertido en un factor clave para garantizar el rendimiento térmico y acústico de los edificios. Ya no basta con fabricar ventanas con altas prestaciones si su instalación no sigue los estándares adecuados. El reto actual del sector es consolidar buenas prácticas que aseguren un sellado óptimo, minimicen las pérdidas energéticas y ayuden a conseguir el confort y ambiente saludable que se espera en un edificio moderno.

Uno de los principales desafíos que enfrenta la industria es la correcta implementación de la hermeticidad en la envolvente del edificio. Las filtraciones de aire y humedad no solo afectan la eficiencia energética de las viviendas, sino que también pueden comprometer la durabilidad de los materiales y la calidad del aire interior. A pesar de los avances en la fabricación de perfiles y acristalamientos, la instalación sigue siendo el eslabón más vulnerable si no se lleva a cabo con los criterios adecuados.

La profesionalización de los instaladores es un punto crítico en este escenario. La formación especializada es más necesaria que nunca para garantizar que los operarios comprendan los principios de una instalación eficiente. Las últimas actualizaciones del Código Técnico de la Edificación (CTE) en España que hace referencia a la instalación de ventanas según la Norma UNE 85219:2023 o los estándares de construcción eficiente como el Passivhaus han elevado el nivel de exigencia en la ejecución de las obras, haciendo imprescindible el uso de soluciones certificadas y técnicas de montaje adecuadas.

Otro aspecto fundamental es el avance de las soluciones de montaje innovadoras. El uso de cintas de sellado multifuncionales, membranas estancas y sistemas de instalación libres de puentes térmicos adaptados a cada tipo de construcción ha demostrado ser esencial para optimizar la instalación de las ventanas. La industria debe apostar por tecnologías que faciliten una ejecución rápida, precisa y duradera, reduciendo el margen de error humano y garantizando resultados óptimos a largo plazo.

Además, la digitalización y la integración del Building Information Modeling (BIM) han revolucionado el diseño y la planificación de la instalación de ventanas. Cada vez más proyectos incorporan simulaciones previas y estudios de estanqueidad antes de la ejecución, lo que permite corregir posibles deficiencias y mejorar la eficiencia en obra. Esta metodología, combinada con la industrialización de los procesos constructivos, abre nuevas oportunidades para reducir tiempos y costes sin comprometer la calidad del montaje.

La tendencia más actual es clara: la instalación de ventanas debe de dejar de ser un aspecto secundario para convertirse en un pilar esencial dentro de la eficiencia energética de los edificios. La colaboración entre fabricantes, instaladores y proyectistas será clave para garantizar que la calidad del producto no se vea comprometida por una ejecución deficiente. La formación continua, la adaptación a normativas y la apuesta por soluciones innovadoras marcarán la diferencia en un sector que avanza hacia un modelo más sostenible y eficiente.

El reto está sobre la mesa. La instalación de ventanas no puede seguir siendo un punto débil en la construcción. Es el momento de profesionalizar el sector, aplicar la normativa y apostar por soluciones que realmente garanticen el confort y la eficiencia energética que demandan los edificios del futuro.