El sector inmobiliario tras el rescate: los precios de la vivienda se desplomarán
12 de junio de 2012
Molet sostiene que una de las primeras exigencias que se hará a estas entidades financieras es que pongan sus balances al día. “Cuando contabilicen sus activos adjudicados tendrán que devaluar el precio de las viviendas hasta un 69% y el del suelo un 14%, ya que no hay demanda inmobiliaria por la ausencia de crédito a su compra. Con estas bajadas de precio respecto a la tasación actual sacarán los activos a la venta. Esto tendrá un efecto dominó en el sector inmobiliario, porque para poder competir con la oferta de bancos y cajas de ahorros, los particulares y profesionales del sector tendrán que rebajar su precios aún más. Respecto a su valor en 2006, se podrán encontrar viviendas de segunda mano con rebajas en el precio de hasta un 65%”.
Con este panorama, explica Eduardo Molet, el sector inmobiliario tendrá que hacer frente a un gravísimo problema: el crédito hipotecario, actualmente en valores mínimos. “Por mucho que aseguren que este rescate o línea de crédito tiene como objetivo hacer que el crédito a familias y empresas fluya, los hechos, la realidad, indican que el crédito a la compra de vivienda no empezará a fluir ni a corto ni a medio plazo”.
Así, el sector seguirá enfrentándose a niveles de compraventa en mínimos históricos y con descensos similares a los de los últimos meses, como el registrado en el primer trimestre de 2012, cuando las transacciones inmobiliarias descendieron un 5,7% en comparación al mismo periodo del pasado año, y un 34,5% respecto a los tres meses anteriores, según datos publicados por el Ministerio de Fomento el pasado viernes.
Además, días después de anunciarse el rescate, la prima de riesgo, lejos de relajarse, sigue alta, lo que indica que esta maniobra del Eurogrupo y de España no ha devuelto la confianza a los mercados. La exposición al sector inmobiliario ha dejado muy tocadas a algunas entidades financieras, y es por ello que Eduardo Molet no descarta que algunas de ellas no puedan devolver esta ayuda europea, y esta cantidad inyectada y no devuelta se traducirá en más déficit público.