Un bosque vertical en el interior de la ciudad
“El Bosco Verticale pretende profundizar en la búsqueda de la biodiversidad. Ayuda a establecer un ecosistema urbano donde las diferentes clases de vegetación crean un entorno vertical que también puede ser colonizado por pájaros e insectos, ejerciendo de imán y de símbolo de una nueva colonización espontánea de la ciudad por parte de la vegetación y de la vida de animal”, señalan, a modo de presentación, desde Boeri Studio.
El proyecto Bosco Verticale nació con la idea de poder edificar, en el interior de una ciudad, torres de alta densidad que incluyeran árboles en su propia estructura. Tras tres años de estudio (2006-2008), la solución aportada fue la construcción de dos torres de 80 y 112 metros de altura, capaces de acoger 480 árboles de tamaño grande y mediano, 250 árboles de tamaño pequeño, 11.000 plantas de cubierta y 5.000 arbustos (el equivalente a 10.000 m2 de bosque). El Bosque Vertical tiene su razón de ser en un concepto de arquitectura que desmineraliza las áreas urbanas y que busca dinamismo en las fachadas a través de la propia forma de los árboles y de sus hojas. Además, se consigue, a través de la vegetación, absorber el polvo y la contaminación del aire, crear un microclima adecuado y filtrar de forma óptima la luz solar. Se trata, en resumen, de un tipo de arquitectura biológica que huye de los estereotipos tecnológicos y mecánicos para acercarse más a un concepto de sostenibilidad medioambiental.
“La construcción de más bosques verticales en la ciudad permitirá crear una red de pasillos ambientales que darán mayor vida a los parques principales del municipio, aportando más espacio verde a avenidas y jardines”, indican en Boeri Studio.
Mitigación
El Bosco Verticale ayuda a construir un microclima y a filtrar las partículas contaminantes que están presentes en el entorno urbano. La diversidad de plantas ayuda igualmente a generar humedad y a absorber CO2 y polvo, produce oxígeno, protege a personas y viviendas de los rayos de sol y atenúa la contaminación acústica.
El Bosco Verticale es además una medida que va en contra de la expansión urbana incontrolada. Cada una de sus torres equivale a un área de hasta 50.000 m2 de viviendas unifamiliares y pequeños edificios.
Los árboles, que son un elemento clave en la elaboración de muchos proyectos arquitectónicos y de jardinería, en este caso han sido elegidos bajo la particularidad que tenían que ser colocados en fachadas y en altura. Para su selección se contó con la colaboración de un experto equipo de botánicos. De esta forma, las plantas usadas en este proyecto están siendo cultivadas expresamente para esta aplicación, teniendo que pasar por un periodo previo de adaptación a las condiciones a las que se encontrarán en el edificio.
“El objetivo es que los bosques verticales se conviertan en una seña de identidad de las ciudades, las cuales verán transformado su paisaje de acuerdo a la estación del año en la que se esté y a los tipos de plantas y árboles que se utilicen. Los bosques verticales ofrecerán, en fin, una visión cambiante de las metrópolis”, concluyen desde Boeri Studio.
Para optimizar el riego del Bosco Verticale se ha realizado un profundo estudio de la necesidad de agua de cada una de las especies elegidas y de la mejor distribución de cada una de ellas por los diferentes pisos del edificio.