La primera Sesión General de SolidWorks World 2012
13 de Febrero de 2012
Trabajos recientes
Después de poco más de un año como director ejecutivo (CEO) de SolidWorks, Bertrand Sicot ha sido hoy el primero de los conductores de la Sesión General del día. Lo ha presentado un robot llamado Nao, uno de los #cacharros sobre los que tuiteamos ayer. Fabricado por una empresa denominada Aldebarán (la estrella más brillante de la constelación de Tauro), el robot en cuestión está pensado para su uso educativo y en la investigación. Y se mueve, gracias a sus 25 grados de libertad (que son muchos), con absoluto estilo.
Trabajos limpios
A SolidWorks le gusta que sepamos que el diseño tiene un objetivo final: que vivamos mejor. Cuando de eso se trata, las aplicaciones médicas son las que, probablemente, lo ponen de manifiesto de una forma más clara. Hoy le ha tocado a Dan Herzberg, usuario de SolidWorks y líder de uno de sus grupos de usuarios. Necesitó de una operación para sustituir una de las válvulas de su corazón por una artificial. La válvula fue fabricada por On-X Life Technologies, y tiene la propiedad de estar diseñada cuidando especialmente el flujo de la sangre a su través, de forma que disminuye significativamente la necesidad de que quien la tiene implantada tome anticoagulantes toda su vida. No hace falta indicar con qué programa la diseñaron.
Trabajos posibles
Trabajos sucios
Para los no estadounidenses (o, por lo menos, para los que no tenemos una suscripción al Discovery Channel) Mike Rowe es un personaje totalmente desconocido. Resulta que este señor es el anfitrión de un programa llamado ‘Dirty Jobs’ ('Trabajos Sucios') en el que lleva a cabo trabajos difíciles, raros, desagradables o ‘enfollonados’. Lo que empezó siendo un programa de tres capítulos ha acabado convirtiéndose en una serie desde el año 2005. Mike ha reivindicado la injusticia que se hace al distinguir entre los trabajos de bata blanca y los de bata azul, proponiendo que, de hecho, todos hacemos algo de cada. Y que, a la hora de la verdad, en los EE UU, resulta que siguen faltando profesionales cualificados para los trabajos 'mundanos' (por llamarlos de alguna manera). En la rueda de prensa, más tarde, ha reivindicado también la autenticidad, explicar historias con menos edición, equivocarse y mostrarlo. Preparar más de la cuenta tiene efectos secundarios indeseados. Se pierde encanto y se gana distancia. El que suscribe pide disculpas por seguir sus consejos. Voy a editar poco, y equivocarme, más o menos, como de costumbre.
Trabajos submarinos
Los canadienses están llevando a cabo un programa de investigación oceanográfica llamado ‘Neptune’, que consiste en una vasta red de observatorios subacuáticos. La doctora Maia Hoeberechts, una de los miembros del proyecto, ha sido entrevistada por Bernard Charlès (el director ejecutivo de Dassault Systèmes, de la que DS SolidWorks forma parte). Ambos han enfatizado el hecho de que los resultados obtenidos por el proyecto son de uso libre, están disponibles para que cualquier equipo de investigadores (o cualquier persona) los consulte y los use. El concepto que Bernard nos ha querido transmitir: la colaboración y la comunicación se convierten en un objetivo, porque permite obtener los mejores resultados posibles.
Intentando no trabajar
La Sesión General de hoy ha concluido con la presencia de Tony Fadell. Este señor es conocido por muchos como 'el padre del iPod'. Obviamente, alguien con su currículum pertenece a la categoría de 'perfeccionistas obsesos con el diseño'. Después de trabajar en Apple, se ha dedicado a hacer algo tan poco glamuroso como un termostato. Siempre los hemos visto (yo, por lo menos) como unas cajas de plástico más bien feúchas que suelen ponerse en sitios poco visibles y que ponen en marcha y paran la calefacción o el aire acondicionado. Suelen tener unos cuantos botoncitos y una pantallita LCD. Y, a veces, se pueden programar. Pero, como los vídeos en su tiempo, (casi) nadie los programa. Y resulta que, programados adecuadamente, pueden ahorrar un montón de energía. Solución: han hecho uno que se programa solo, aprendiendo cuando hay alguien en casa y cuando no, y a qué horas o días alguien sube o baja la temperatura. El aparatito, por supuesto, se conecta a la red de la casa (que ya se da por descontada) vía WiFi y puedes consultarlo o programarlo desde un iPhone (o equivalente, o un navegador web) para que cuando llegues a casa esté calentita. Y, por supuesto, el aparatito en lugar de feúcho es más bien 'chulo', y no hace falta esconderlo.
Puestos a buscar iniciativas 'verdes', ésta muy bien podría ser una de las más eficaces y eficientes. Todos pagamos una factura energética cada mes: la suma de electricidad y gas, o electricidad y otro combustible. Para una casa normal, más de la mitad se dedica a calefacción y/o aire acondicionado. Reducir un 10% del consumo de calefacción es reducir un 5% la factura energética. Y las reducciones que parece que pueden conseguirse, de forma realista, están en la franja del 10 al 30%. Y esto sí acaba reduciendo el consumo energético y las emisiones de CO2. Y lo hace en una cifra apreciable.
El termostato, de la marca NEST, sólo está disponible, de momento, en los EE UU. Aunque, tras el éxito inicial, tienen intención de venderlo por todo el mundo sin tardar mucho. Y la pregunta es evidente: ¿por qué a nadie se le había ocurrido antes? Es la pregunta que todos nos hacemos cuando algo, de golpe, resulta obvio. Tony tenía una respuesta: porque el termostato no lo elige el usuario final. Normalmente lo elige el instalador. Y la tendencia a que sea el consumidor final el que decide se está extendiendo cada vez a más ámbitos. Por lo que parece, en los EE UU ya no es raro que te lleves al trabajo 'tu' ordenador, no el de la empresa. Y 'tú' lo eliges (y, habiendo Tony trabajado para Apple, está implícito cual eliges). Lo ha denominado la consumidorización de la empresa.
Mucho trabajo
Bertrand Sicot y Bernard Charlès nos han querido enviar un mensaje: nos han recordado que el diseño mejora nuestra vida y nos han hecho saber que la tendencia se mueve hacia la colaboración, y que la colaboración requiere de comunicación. Con lo cual la pregunta de ¿Y n!Fuze, para cuándo? Trabajo por hacer.