Domoticus facilita el control, la seguridad y el ahorro energético de un pequeño local
9 de septiembre de 2010
El propietario de un pequeño local comercial de 15 metros cuadrados, hasta ahora utilizado como taller, quiere transformarlo en una oficina con dos puestos de trabajo. La propiedad quiere controlar las luces, la persiana metálica y el rótulo luminoso de la oficina. Se desea además un control de enchufes para gestionar dos lámparas de pie y la climatización con dos estufas eléctricas y un termostato. También quiere una alarma de gestión propia y poder visualizar imágenes en directo y grabadas a través de Internet. El accionamiento manual se realizará con pulsadores convencionales y por una pequeña pantalla táctil.
Propuesta inicial
En la propuesta inicial de Domoticus se distribuyen cuatro grupos de cuatro enchufes. Cada grupo tiene dos enchufes de electricidad convencional, un enchufe destinado a luz y otro destinado a los radiadores. En la entrada se instala una pantalla táctil Zennio que permite controlar cuatro pulsadores convencionales extra. Esta pantalla controla la temperatura deseada, permite la creación y modificación de escenas así cómo la programación semanal. El sensor de presencia se utiliza para la alarma anti intrusión que se arma y desarma desde la pantalla táctil. Una activación enciende las luces del local, sube la persiana exterior y activa la sirena exterior durante unos segundos, después se detiene y si vuelve a detectar presencia repite hasta que alguien la desarma o no hay nadie en el local. La cámara IP wifi permite visualizar imágenes en directo y ver imágenes grabadas des de Internet.
Material
Como toda instalación domótica necesita una fuente de alimentación, en este caso un modelo Zennio de 160 Ma; un módulo de salidas y persianas combinado Zennio; un sensor de presencia Merten; una cámara IP wifi DLINK; una pantalla táctil Zennio y cuatro pulsadores serie concentradores Simon 82.
La opinión de la propiedad
El resultado es un control simple y efectivo de un local de servicios con la apariencia de un local convencional. El propietario añade que “la poca inversión ha convertido el pequeño local en un lugar mucho más seguro otorgándole además el máximo confort”.