Cuando los edificios mudan de piel: reforma Torre M-30
La ubicación que tiene el edificio podría definirse como mirador privilegiado, ya que tiene una excepcional vista sobre el perfil de la ciudad. La torre original perteneció a una empresa de seguros, pero ahora lo ocupa la firma Gamesa, especializada en tecnologías para la sostenibilidad energética.
De la construcción original se rescató el esqueleto estructural, aunque redefiniendo nuevos interiores y formas de uso. Pero la intervención consistió en 'vestirla' de tal modo que su desnudez de acero y vidrio quedara oculta detrás de un ropaje sutil, como de gasas y sedas.
Los interiores debían protegerse también con un marcado aislamiento térmico (sobre todo por la incidencia plena del sol) y acústico (pasan una media de 100.000 vehículos diarios), así como garantizar una iluminación natural difusa.

Los proyectistas se propusieron dar una respuesta adecuada a todos estos condicionantes utilizando materiales de uso corriente y coste razonable.
El resultado fue una secuencia irregular y desfasada de aleros de distinto ancho, combinados de tal forma que impide a los rayos solares llegar hasta la fachada en verano, otoño y primavera. En invierno, en cambio, la radiación incide lo suficiente como para calentar el interior.
La malla de aleros también convierte la radiación lumínica directa en indirecta, y cumple la función de romper las ondas sonoras.
“Se optó por poner, en tres de ellas, un doble acristalamiento formado por Neuntralux de 6 mm en su luna externa, cámara de 12 mm y en su luna interna Multipact Akustex L9”, señala Alberto Gómez, gerente de Marketing de Vitro Cristalglass.
Agrega que en la fachada más expuesta al sol se colocó Solarlux Supernatural 70/40, un vidrio con la propiedad de filtrar la luz solar reduciendo la luminosidad en el interior del edificio y que, además, en apariencia, fuese igual al Neutralux.
Todo ello con una lámina acústica L9, sobre una carpintería de aluminio sencilla sobre la que se superponen una secuencia de lamas horizontales, sujetas por medio de una estructura oculta de acero zincado.
El comportamiento del edificio en temporada de refrigeración se resume en importantes reducciones de la radiación solar incidente en fachada y grandes ahorros de consumo eléctrico.
Objetivos cumplidos con el diseño de una fachada con un mantenimiento desde el interior sin tener que recurrir a sistemas mecánicos complejos.
Esta reforma cambia completamente el edificio Torre M-30 en cuanto a fachada se refiere, lo hace más eficiente energéticamente y moderniza la zona sin necesidad de tirar y reconstruir.
Arquitecto: Jerónimo Junquera y Liliana Obal
Constructora: OHL
Fachadista: Hogal Fachadas
Vidrio suministrado: 5.500 m2
Tipo de vidrio: Neutralux, Ajustex, Solarlux, Supernatural 70/40