Sumum colabora en la rehabilitación del albergue de San Francisco
En 1915 se inauguró el Albergue de San Francisco, en los Campos de Otero de Sierra Nevada (Granada), primer edificio estable en esta sierra construido exclusivamente para el ocio. Con el paso del tiempo, el albergue se fue deteriorando y hoy tan solo queda en pie parte del mismo, que ha seguido funcionando como refugio de montaña. El club Sociedad Sierra Nevada ha emprendido una campaña para conservar este bien patrimonial y Sumum ha participado en su rehabilitación suministrando sus ventanas de altas prestaciones.

La comitiva que acompañó la operación de acarreo de las ventanas de Sumum, a su llegada al Albergue de San Francisco, en Sierra Nevada.
Para celebrar la rehabilitación, en una soleada mañana de principios del pasado mes de octubre, el club Sociedad Sierra Nevada rememoró la operación de acarreo de las ventanas de Sumum hasta el mismo Albergue de San Francisco, tal y como se hacía cien años atrás, cuando la construcción original empezó a tomar forma. Así, en un recorrido festivo en el que imperó el buen humor y la ilusión, una comitiva de una veintena de personas, integrada por representantes del club y de Sumum, acompañó a las mulas que cargaron con las ventanas hasta el albergue. Una vez arriba, todos los participantes en la marcha se mostraron felices y satisfechos de ver cómo la iniciativa de recuperar y renovar este símbolo del patrimonio alpino y deportivo de Granada iba tomando forma.

Una construcción emblemática
El Albergue de San Francisco fue desde sus inicios refugio de montañeros y estación base de las primeras pistas de esquí del valle del Río San Juan, y del ya desaparecido primer remonte de Sierra Nevada.

El edificio, de gran originalidad y diseño innovador, fue obra de Modesto Cendoya, arquitecto conservador de la Alhambra. En el proyecto inicial, el albergue tenía una disposición claustral, construido en torno a un gran patio central. En las esquinas del frente principal se alzaron dos salas capitales cubiertas con sendas cúpulas. De cada una de estas salas, en los laterales, partían naves abovedadas que acogían las habitaciones. El cuarto lateral, que cerraba el patio, estaba destinado a caballerizas. La superficie de todo el conjunto era de más de 900 metros cuadrados.
Sin embargo, debido a problemas económicos, finalmente tan solo se construyó el frente principal con las dos salas capitales y sus cúpulas, iniciándose las dos naves laterales, que nunca llegaron a completarse.
Durante la guerra civil, una acción de sabotaje destruyó casi totalmente la nave central y la esquina y cúpula derecha de la fachada principal del edificio, que se encontraba en la línea del frente de guerra. El albergue quedó, así, abandonado y sujeto a las inclemencias climatológicas y al devenir del paso del tiempo, convirtiéndose en prácticamente una ruina. Sin embargo, la originalidad del diseño abovedado y la cúpula y la fortaleza de los muros contribuyeron a que la estructura no colapsara.

Tras la guerra la actividad de la Sociedad Sierra Nevada prácticamente cesó, pero poco a poco se fue recuperando. A finales de los años 70 se rehabilitó la esquina con la cúpula adaptándola en dos niveles a una restringida función de refugio de montaña, que hasta ahora se ha mantenido. Las intervenciones que se han venido llevando a cabo desde entonces han permitido que el albergue se mantenga en pie y en funcionamiento.
Rehabilitación en marcha
A pesar de que la actividad como refugio no ha cesado para el Albergue de San Francisco, para poder prestar los servicios de calidad deseados, fue necesario acometer su rehabilitación, realizando una serie de obras sobre su estado.

Un alto en el camino durante el acarreo de las ventanas Sumum hasta el albergue.
Tras las obras, se conseguirá contar con unas instalaciones modestas pero funcionales para una quincena de personas, con zona de estar y comedor en planta baja y dormitorios comunitarios en la planta superior. Para ello, ha sido necesario renovar tanto el exterior como el interior. En la parte externa se ha trabajado, sobre todo, en la impermeabilización de fachadas y cubiertas. En el interior, los trabajos se han centrado en reparar los daños generados por humedades y el envejecimiento de los materiales. Como punto culminante de la rehabilitación se renovarán los equipos e instalaciones.

En lo que respecta a las fachadas, se han renovado los tratamientos exteriores de paredes con recuperación de la fábrica de piedra vista, así como los huecos en fachada. En las ventanas para los huecos exteriores se ha procedido a instalar ventanas de PVC de altas prestaciones de Sumum, con acabado madera. Las ventanas de Sumum están fabricadas con sistemas Zendow Neo Premium de Deceuninck, con valor Uf= 0,98. Gracias a los requerimientos de hermeticidad de estos sistemas, las ventanas del Albergue de San Francisco son capaces de soportar las extremas climatologías que aquí se observan. A esta hermeticidad contribuyen también los herrajes NT, de Roto Frank, los selladores de Soudal y el triple acristalamiento con intercalarios térmicos y argón, de Saint-Gobain - Climalit, suministrado por CV Glass.
Estas ventanas se han fabricado con la soldadura Sumum Line, de alto acabado estético, que permite soldar las juntas de goma del perfil, con lo que se sigue la línea de hermeticidad.
Las ventanas también cuentan con contraventanas exteriores de seguridad.

Una parte del coste total de las obras, inasumible por el club, se irá sufragando de manera colaborativa, mediante donaciones, ‘crowfunding’ y otras acciones. Igualmente, se está intentando que diversas entidades públicas y privadas se impliquen en la recuperación de este bien patrimonial. En la web del club, www.sociedadsierranevada.es, se especifican las acciones para colaborar en la rehabilitación del Albergue de San Francisco.