Solomat inaugura su nuevo Showroom Passivhaus

El mercado de la construcción cada vez está tomando más conciencia de una realidad inaplazable, la inminente entrada en vigor de la directiva europea 31/2010 de eficiencia energética en edificios, por la que todos las nuevas construcciones emprendidas a partir de 2020 deberán ser de consumo energético casi nulo.

Para adecuarse a este nuevo paradigma constructivo que se avecina, Solomat -empresa suministradora de todo tipo de materiales de construcción- ha inaugurado en sus instalaciones en Terrassa (Barcelona) una nueva zona expositiva dedicada a soluciones constructivas compatibles con el consumo casi nulo y, sobre todo, con el estándar Passivhaus.

La inauguración tuvo lugar el 10 de octubre y contó con la presencia de más de un centenar de invitados, entre los que figuraban profesionales de la construcción y de la prescripción de materiales, así como representantes de la administración local.

Los presentes pudieron visitar esta zona expositiva de productos para construcción ECCN y Passivhaus, de la mano de los responsables de Solomat y de las empresas cuyos productos protagonizan dicha exposición. Además, la Tiny House del Consorcio Passivhaus-ECCN, llegada ex profeso desde Elche, donde a finales de septiembre se celebró el certamen Edifica 2019, también tuvo un lugar destacado en las instalaciones de Solomat.

De hecho, varios representantes de la asociación acudieron al acto, ya que productos de buena parte de las empresas asociadas son protagonistas en la exposición de Solomat. Luis A. Martínez, secretario general de Consorcio Passivhaus-ECCN, declaró al respecto, que “el Consorcio muestra su dimensión y alcance estando presente hoy en el punto más caliente del Passivhaus en Cataluña. Solomat ha emprendido una iniciativa muy valiente y el Consorcio Passivhaus-ECCN no podía faltar con su apoyo”.

La jornada de inauguración estuvo protagonizada por sendos debates en los que se trataron materias como la realidad de la construcción ECCN bajo el estándar Passivhaus en Cataluña y la visión que tienen sobre este tipo de construcción los profesionales que proyectan o construyen.

Previamente a los debates, Josep Maria Llauger, gerente de Solomat, se dirigió a los invitados, destacando que la inauguración de este nuevo espacio de exposición respondía “al deseo de diferenciarnos. Es necesario potenciar ciertas familias de productos de construcción que hasta ahora no han tenido la suficiente representación y queríamos hacerlo bien, con un espacio de exposición que también pudiera emplearse también como aula de formación para profesionales”.

De hecho, los días 6, 7 y 8 de noviembre tendrá lugar el primer curso de Passivhaus Tradesperson, impartido por ePHure y Formación Passivhaus, con material oficial de Passivhaus Institut.

Llauger explicó que sus primeros contactos con la construcción bajo estándar Passivhaus fueron en 2016 y que una de las principales ventajas de este estándar, además de contribuir a una construcción sostenible y el consiguiente ahorro energético y los beneficios en la salud de los usuarios de las edificaciones, es que “no obliga a trabajar con ningún tipo de producto o material determinado, sino que el conjunto de elementos empleados deben respetar y cumplir con las reglas establecidas para obtener los resultados exigidos y así responder a las exigencias demandadas por el estándar”.

Antes de dejar paso a los debates, el gerente de Solomat agradeció su contribución a los proveedores de producto con los que trabaja, así como a su equipo, que le ha acompañado en lo que calificó de un “proyecto muy ilusionante”.

La primera mesa redonda se centró en conocer cuál estaba siendo el desarrollo de la construcción bajo estándar Passivhaus en Cataluña y cómo podía llegar a incentivarse.

En este debate intervinieron Anne Voght, arquitecta de Vand Arquitectura e integrante de Formación Passivhaus, Koldo Monreal, de OnHaus, Josep Castellà, de Zehnder, y Patrícia Borràs, arquitecta de Energiehaus.

Xavier Rodríguez, de Solomat, actuó como moderador e inquirió a los miembros de la mesa cuál era la situación del Passivhaus en España. Anne Vogt, indicó que en lo que respecta a la construcción siguiendo este estándar “España es un país a tres velocidades. Donde más se ha desarrollado es en el País Vasco y Navarra, seguido de Madrid y Aragón y finalmente Cataluña y el resto de zonas mediterráneas. Todavía existe en buena parte del país un desconocimiento de lo que es Passivhaus, pero con buenos proyectos ayudaremos a divulgar mejor la idea”.

Koldo Monreal, de OnHaus manifestó que “para difundir esta idea hay que saber comunicar y enamorar. Eso es lo que hicimos en Navarra, queríamos cambiar las cosas y conseguimos que las administraciones fueran conscientes de los beneficios de una construcción sostenible y eficiente y que se implicaran en ello. No es casualidad, en consecuencia, que el 23% de los profesionales formados en Passivhaus se encuentren en Navarra. Con el Passivhaus hablamos de física de la construcción, lo que implica obtener resultados independientemente de los materiales empleados”.

Para finalizar su intervención, lanzó el mensaje de que “las administraciones públicas deben saber que el cambio de paradigma de la construcción es inevitable. Por su parte, las empresas privadas también deben ser conscientes de ello y pueden subirse al carro o dejar que otros lo hagan primero”.

Debate sobre la realidad del Passivhaus en España y en Cataluña. De izquierda a derecha, Anne Vogt, de Vand Arquitectura y Formación Passivhaus, Koldo Monreal, de OnHaus, Patrícia Borràs, de Energiehaus, y Josep Castellà, de Zehnder.

Desde el punto de vista de la arquitectura, Patrícia Borràs estuvo de acuerdo en que existen estas tres velocidades del Passivhaus en España y que en Cataluña, en particular, “el sector privado es el que está tirando adelante más iniciativas, sobre todo en el ámbito residencial. En el ámbito terciario se están construyendo edificios como residencias geriátricas. Sin embargo, a pesar de que el crecimiento anual es exponencial, no existe ningún tipo de colaboración, por el momento, del sector público”.

Para finalizar esta mesa redonda, Josep Castellà, de Zehnder, también afirmó que el crecimiento de las construcciones pasivas se incrementa de manera exponencial. Como fabricantes de sistemas de ventilación controlada con recuperación de calor, Castellà recuerda que “hace ocho años, cuando iniciamos la comercialización de estos dispositivos en España vendimos diez en un año. En la actualidad hemos llegado a la cifra de siete mil al año. Aunque es aumento muy claro, el incremento anual es del 5%. En Cataluña nos encontramos que ese crecimiento es limitado, aunque controlado y sostenible. La principal razón de que no estemos al nivel de Navarra y el País Vasco es la falta de implicación de la administración. Dentro de esas tres velocidades de las que hemos hablado, Cataluña se encuentra entre la segunda y la tercera y por dimensión debería estar claramente posicionada en la primera”.

La segunda mesa redonda se centró en la experiencia de arquitectos y constructores acerca de la evolución del conocimiento de la construcción bajo estándar Passivhaus en España. Participaron en esta mesa Eva Jordán, arquitecta de Arquitir, Eloi Tarrès, de Evowall, Josep Antonio González, de Arquima, y Pau Durán, arquitecto de Duran Arquitectes.

Josep Antonio González, explicó que tanto profesionales como usuarios conocen ya qué es una construcción Passivhaus y, a diferencia de hace unos años, “ahora ya no tenemos que ir a vender, sino que el cliente viene a nosotros. Estamos entrando en una velocidad de crucero. El promotor privado ya está apostando por este tipo de construcción, porque aunque supone un incremento del coste, se aprecia la calidad que ofrecemos”.

Eloi Tarrès también coincidió en el parecer del conocimiento del cliente. “Nueve cada diez clientes que están interesados en construir una casa ya conocen, con diferentes matices, lo que es la construcción pasiva y ECCN. Es verdad que un promotor privado difícilmente invertirá en Passivhaus si el mercado no lo demanda, pero la situación está cambiando. Lo que sí resulta imperdonable es la poca implicación de la administración para paliar el déficit energético existente y que no emprenda al respecto ninguna iniciativa en el ámbito de la construcción”.

El arquitecto Pau Durán es un ejemplo de profesional que es consciente de los cambios que se avecinan y por ello está construyendo su propio hogar siguiendo los dictados del estándar Passivhaus. “Estaba preocupado por cuestiones como la salud, el ahorro y la sostenibilidad, el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos y por ello me planteé construir mi casa como una Passivhaus certificada. Para ello contacté con Solomat y hemos emprendido ese camino. Cuando ahora proyecto una vivienda tradicional y la comparo con una ECCN, me doy cuenta la diferencia abismal que existeentre ambos conceptos”.

Finalmente, Eva Jordán, recordó que “en la actualidad el cliente ya solicita certificados Passivhaus Premium y Plus. Creemos firmemente en que aplicando soluciones sencillas es posible llegar a ahorrar hasta un 80% en el gasto energético de una vivienda. Para un arquitecto no hay mayor satisfacción que cuando al cabo de un tiempo de vivir en una construcción pasiva, el usuario reconoce que gasta solo un tercio de lo que pagaba en calentar o refrigerar su hogar”.

Tras las mesas redondas, los invitados pudieron compartir sus experiencias durante una sesión de networking aprovechando la experiencia de Showcooking celebrada en el mismo espacio de exposición de Solomat.