El 29% de los 6,9 millones de niños menores de 15 años viven en hogares poco saludables
El dato es alarmante. 26 millones de niños en Europa, 1 de cada 3 niños, viven en hogares poco saludables, con problemas de humedad o moho, oscuridad, exceso de ruido y frío. Y se ha demostrado que, expuestos a estos factores, disminuye su capacidad de aprendizaje y tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir problemas de salud.
Estos datos son algunas de las conclusiones de la nueva edición del Barómetro de Edificios Saludables 2019, quinto estudio anual presentado por el Grupo Velux, que este año analiza especialmente el impacto sobre uno de los grupos más vulnerables de la sociedad: los niños.
Actualmente en España hay casi 7 millones de niños menores de 15 años. El Barómetro de Edificios Saludables 2019 concluye que el 29% de estos menores (más de 2 millones de niños) viven en hogares que presentan algunas de las 4 deficiencias que podrían ser potencialmente nocivas para su salud:
- Humedad o moho: casi 840.000 niños conviven con goteras, humedades y/o putrefacción/moho en los marcos de las ventanas o suelos.
- Oscuridad: cerca de 280.000 viven en hogares sin luz natural suficiente.
- Frío: para más de 600.000, sus casas tienen una temperatura demasiado baja.
- Ruido: más de 1 millón de niños españoles conviven con un exceso de ruido generado por vecinos o tráfico.
El estudio afirma que los niños que viven con al menos uno de estos factores de riesgo tienen 1,7 veces más probabilidades de tener problemas de salud y esta probabilidad aumenta a 4,2 veces para aquellos que conviven con los 4 factores. Así, aquellos niños que viven en entornos interiores poco saludables son significativamente más propensos a tener eccemas, tos, sibilancias, asma, alergias y mala salud respiratoria. Sufrir las enfermedades mencionadas anteriormente aumenta la pérdida de años de vida saludables siguiendo la métrica de la Organización Mundial de la Salud conocida como años de vida ajustados por discapacidad (DALY, por sus siglas en inglés). En estos parámetros, el barómetro concluye que los más de 2 millones de niños españoles menores de 15 años que viven en hogares con alguna deficiencia, perderán de media un total de 1.976 días saludables a lo largo de su vida, o sea, 5,4 años.
“Los niños deben crecer en un ambiente que sea bueno para su salud y bienestar. Para salvaguardar este derecho, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que los hogares en los que crecen y las escuelas en las que aprenden tengan un buen clima interior que facilite su desarrollo”, comenta David Briggs, CEO del Grupo Velux.
Impacto en la educación: escuelas congestionadas y pupitres vacíos
Pero los niños no sólo están perdiendo años de vida saludable, su formación académica también se está viendo afectada. En España, más de 5,5 millones de estudiantes pasan en torno a 175 días al año en la escuela, y un 70% de ese tiempo transcurre dentro del aula. Sin embargo, cada año, las enfermedades relacionadas con los edificios insalubres son responsables de que los niños españoles pierdan casi 95.000 días de clase (1,7 millones de días de escuela perdidos en el total del estudio en toda Europa).
“Entidades públicas y privadas debemos colaborar no sólo para mejorar la salubridad en los hogares, debemos trabajar también para garantizar un buen clima interior en los centros escolares para proteger el aprendizaje y el bienestar de los niños. Por ejemplo, una buena calidad del aire podría aumentar el rendimiento de los estudiantes en resolución de tareas hasta en un 15% con efectos positivos sobre la velocidad y los niveles de concentración. Un clima interior óptimo debe incluir luz natural y ventilación adecuada, luz artificial, buena acústica, y niveles de temperatura y humedad agradable”, asegura Elena Arregui, directora general de Velux en España.
Hogares y escuelas más saludables para economías más saludables
En los próximos 40 años, reducir la exposición al moho y a las humedades en los hogares y mejorar las tasas de ventilación en las escuelas, podrían traducirse en un ahorro económico debido a la mejora de la salud de los niños y, por tanto, a una mayor productividad laboral por parte de sus progenitores y de los propios niños cuando estos alcancen la edad adulta. Así, el informe afirma que este beneficio podría traducirse en un ahorro acumulado de más de 300.000 millones de euros hasta 2060. Además, el estudio pone también en relevancia que la reducción de la exposición al ruido, el mayor acceso a la luz natural y una temperatura interior óptima, mejoraría la productividad en escuelas y centros de trabajo con el consiguiente impacto económico.
“La descarbonización del parque inmobiliario europeo es crucial para lograr nuestros objetivos climáticos y de sostenibilidad y, al hacerlo, debemos asegurarnos de que los edificios también se conviertan en lugares seguros y saludables para que crezcan los niños. El barómetro de este año evidencia que la modernización de nuestros edificios no solo produce un beneficio económico a través de la reducción del gasto energía, sino que también provocaría un impulso sustancial a la economía europea al resolver las deficiencias de los edificios donde viven y estudian nuestros hijos”, afirma Morten Helveg Petersen, miembro del Parlamento Europeo (Renovar Europa), vicepresidente del Comité en Industria, Investigación y Energía (ITRE) y ganador de los premios MEP 2018 en la categoría 'Energía'.
Resultados clave
- 1 de cada 3 niños europeos (26 millones) viven en edificios poco saludables. En España, el 29% de los 6,9 millones de menores de 15 años, viven en hogares con deficiencias.
- Los niños expuestos a los cuatro factores de riesgo (humedad o moho, oscuridad, ruido y frío) son 4,2 veces más propensos a reportar problemas de salud.
- Los niños europeos podrían perder en total casi dos millones de días de escuela cada curso debido a problemas de salud relacionados con edificios con deficiencias.
- Una calidad del aire óptima puede aumentar el rendimiento del alumno en la resolución de tareas hasta en un 15%.