La Comisión Europea propone una "estrategia para el sector de la construcción”
Redacción Ciberperfil17/09/2012
La Comisión Europea hizo pública a finales de julio pasado una Comunicación en la que propone una “Estrategia para una competitividad sostenible del sector de la construcción y de sus empresas” para los próximos diez años, que define los principales retos que debe afrontar el sector.
A partir de la constatación de la importancia de la construcción en la economía europea en términos de PIB y de empleo, subraya el importante papel que el sector debe desempeñar en los próximos diez años respecto a los objetivos comunitarios en los ámbitos energético, de cambio climático y medioambiental; define los principales desafíos actuales para el desarrollo del sector, puesto que es uno de los más afectados por la crisis económica y financiera, se enfrenta a una creciente competencia por parte de empresas no europeas y cada vez cobran más importancia en sus trabajos los aspectos energéticos y medioambientales, a la vez que marca objetivos para la próxima década.
Entre ellos destacan el de propiciar condiciones de inversión más favorables -para fomentar la renovación de edificios y las redes transeuropeas de transporte, combatir con firmeza la morosidad y aumentar su capacidad de innovación-, mejorar el uso eficiente de recursos -intensificando la construcción de edificios de consumo de energía casi nulo y evaluando el rendimiento medioambiental de los productos y los procesos de obras, así como de los residuos de construcción y demolición-, fortalecer el mercado interior europeo de la construcción -reduciendo cargas administrativas excesivas, solapamientos, lagunas, incoherencias y medidas obsoletas-, defender más vigorosamente la posición competitiva de las empresas constructoras de la UE, y finalmente, reforzar la base de capital humano del sector de la construcción.
A este respecto opina la CE que actualmente se observa una escasez importante de trabajadores cualificados en las empresas de construcción a pie de obra y, en menor medida, en la industria de productos de construcción. Por otra parte, los sistemas de educación y formación de toda Europa difieren notablemente unos de otros en cuanto al grado de centralización o descentralización, la estructura de la formación, el papel de los interlocutores sociales, las estructuras financieras y el contenido de los planes de estudio.
Por lo tanto, es necesario anticipar mejor las necesidades futuras en competencias y cualificaciones, atraer al suficiente número de estudiantes a las profesiones relacionadas con la construcción y crear las condiciones para mejorar el entorno de trabajo y la gestión de las carreras, con vistas a una mayor movilidad de los trabajadores del sector y una mayor prestación de servicios transfronterizos.
También ha de prestarse especial interés en el próximo decenio al impacto del envejecimiento de la mano de obra de la UE y a la situación específica del sector en lo que concierne a la salud y la seguridad en el trabajo, instrumentando medidas y la formación adecuada para atraer de nuevo a jóvenes a las profesiones del sector.
Fuente: FLC
A partir de la constatación de la importancia de la construcción en la economía europea en términos de PIB y de empleo, subraya el importante papel que el sector debe desempeñar en los próximos diez años respecto a los objetivos comunitarios en los ámbitos energético, de cambio climático y medioambiental; define los principales desafíos actuales para el desarrollo del sector, puesto que es uno de los más afectados por la crisis económica y financiera, se enfrenta a una creciente competencia por parte de empresas no europeas y cada vez cobran más importancia en sus trabajos los aspectos energéticos y medioambientales, a la vez que marca objetivos para la próxima década.
Entre ellos destacan el de propiciar condiciones de inversión más favorables -para fomentar la renovación de edificios y las redes transeuropeas de transporte, combatir con firmeza la morosidad y aumentar su capacidad de innovación-, mejorar el uso eficiente de recursos -intensificando la construcción de edificios de consumo de energía casi nulo y evaluando el rendimiento medioambiental de los productos y los procesos de obras, así como de los residuos de construcción y demolición-, fortalecer el mercado interior europeo de la construcción -reduciendo cargas administrativas excesivas, solapamientos, lagunas, incoherencias y medidas obsoletas-, defender más vigorosamente la posición competitiva de las empresas constructoras de la UE, y finalmente, reforzar la base de capital humano del sector de la construcción.
A este respecto opina la CE que actualmente se observa una escasez importante de trabajadores cualificados en las empresas de construcción a pie de obra y, en menor medida, en la industria de productos de construcción. Por otra parte, los sistemas de educación y formación de toda Europa difieren notablemente unos de otros en cuanto al grado de centralización o descentralización, la estructura de la formación, el papel de los interlocutores sociales, las estructuras financieras y el contenido de los planes de estudio.
Por lo tanto, es necesario anticipar mejor las necesidades futuras en competencias y cualificaciones, atraer al suficiente número de estudiantes a las profesiones relacionadas con la construcción y crear las condiciones para mejorar el entorno de trabajo y la gestión de las carreras, con vistas a una mayor movilidad de los trabajadores del sector y una mayor prestación de servicios transfronterizos.
También ha de prestarse especial interés en el próximo decenio al impacto del envejecimiento de la mano de obra de la UE y a la situación específica del sector en lo que concierne a la salud y la seguridad en el trabajo, instrumentando medidas y la formación adecuada para atraer de nuevo a jóvenes a las profesiones del sector.
Fuente: FLC