2013 volverá a ser un año complicado para la vivienda
Redacción Ciberperfil19/11/2012
La venta de viviendas o de activos inmobiliarios arroja unas cifras que están todavía muy lejos de dar sensación de normalidad -y a años luz de los números de los años del boom- y no se prevé que mejoren de forma sustancial en los próximos meses. "Se ha completado la limpieza de balance de los bancos, pero no parece precisamente que las familias vayan a disponer de más renta para comprar una vivienda", explica José García-Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra.
Los expertos reconocen que el proceso de saneamiento de las entidades financieras ha contribuido a la rebaja de los precios, después de que el sector haya tenido que encajar las duras exigencias de provisiones impuestas por el Gobierno, que han servido para aflorar la pérdida de valor que acumulaban en sus activos inmobiliarios. Además, los activos que traspasen las entidades con ayudas europeas al banco malo llevan un descuento adicional en su valoración.
No solo cuestión de precio
Sin embargo, en el sector advierten que tales descuentos no tienen por qué ser el suelo definitivo para los precios de mercado y avisan también que la parálisis del mercado inmobiliario no es ya solo una cuestión de precio sino de escasez de demanda y financiación. "La creación del banco malo no es necesariamente el punto de partida para una nueva etapa. La recuperación no es solo una cuestión de precios. La compra de vivienda depende de las expectativas de crecimiento pero con las actuales tasas de paro y el cuadro macroeconómico, no se puede hablar de reactivación de las ventas", señala Nicolás Llari de Sangenis, director de activos bancarios de Savills Consultores Inmobiliarios.
La venta de viviendas aumentó en el mes de septiembre por segundo mes consecutivo. Creció el 0,9% interanual, menos que el avance del 3% del mes de agosto, cuando se rompió una larga racha de 17 meses de retrocesos. Estos leves, pero al fin y al cabo avances, tienen mucho que ver con la intensidad con que la banca está intentando dar salida a su stock de viviendas y con los cambios fiscales que se avecinan. A partir de 2013 desaparece el gran beneficio fiscal del que disfrutan las hipotecas, la deducción en la declaración de la renta por un máximo de 1.354 euros anuales. Y también toca a su fin el IVA superreducido del que disfruta la compra de vivienda nueva, del 4%, que pasará en enero al 10%.
El efecto de la fiscalidad ya se dejó sentir con fuerza en la recta final de 2010. Eran los últimos meses en los que comprar con plena seguridad de poder disfrutar de la deducción por vivienda, que desaparecía al año siguiente para las rentas medias. En los meses de noviembre y diciembre de aquel año, la venta de viviendas aumentó a ritmos superiores al 40%, según los datos publicados por el INE y, una vez entrado el nuevo año, el avance resultó ser un espejismo, con caídas cercanas al 30% en el arranque de 2011. "La magnitud del efecto fiscal este año va a ser mucho menor. No se puede esperar algo similar a 2010 porque la situación económica es mucho más difícil y hay grandes problemas de financiación", apunta García-Montalvo.
Las previsiones económicas para España de cara a 2013 hablan por sí solas. La Comisión Europea pronosticó recientemente una caída del PIB del 1,4% -frente al retroceso del 0,5% que aún defiende el Gobierno- y un aumento de la tasa de desempleo al 26,6%. El conjunto de las firmas de análisis y los servicios de estudios apuntan de forma unánime a un año más de paro y contracción económica, lo que inevitablemente contribuirá a prolongar las dificultades para el sector inmobiliario.
La profundidad de la crisis está además modificando las pautas de comportamiento del mercado vistas en crisis anteriores. De acuerdo con el servicio de estudios de BBVA, "se está ante un escenario diferente, en el que la intensidad del ajuste de los precios está siendo mayor y la recuperación económica, más lenta". El banco señala que el precio de la vivienda acumula una caída del 32,2% en términos reales tras 20 trimestres consecutivos de descensos, un retroceso que "se ha acentuado en los últimos trimestres, precisamente cuando se ha intensificado la crisis de la deuda en Europa".
Fuente: Cinco Días
Los expertos reconocen que el proceso de saneamiento de las entidades financieras ha contribuido a la rebaja de los precios, después de que el sector haya tenido que encajar las duras exigencias de provisiones impuestas por el Gobierno, que han servido para aflorar la pérdida de valor que acumulaban en sus activos inmobiliarios. Además, los activos que traspasen las entidades con ayudas europeas al banco malo llevan un descuento adicional en su valoración.
No solo cuestión de precio
Sin embargo, en el sector advierten que tales descuentos no tienen por qué ser el suelo definitivo para los precios de mercado y avisan también que la parálisis del mercado inmobiliario no es ya solo una cuestión de precio sino de escasez de demanda y financiación. "La creación del banco malo no es necesariamente el punto de partida para una nueva etapa. La recuperación no es solo una cuestión de precios. La compra de vivienda depende de las expectativas de crecimiento pero con las actuales tasas de paro y el cuadro macroeconómico, no se puede hablar de reactivación de las ventas", señala Nicolás Llari de Sangenis, director de activos bancarios de Savills Consultores Inmobiliarios.
La venta de viviendas aumentó en el mes de septiembre por segundo mes consecutivo. Creció el 0,9% interanual, menos que el avance del 3% del mes de agosto, cuando se rompió una larga racha de 17 meses de retrocesos. Estos leves, pero al fin y al cabo avances, tienen mucho que ver con la intensidad con que la banca está intentando dar salida a su stock de viviendas y con los cambios fiscales que se avecinan. A partir de 2013 desaparece el gran beneficio fiscal del que disfrutan las hipotecas, la deducción en la declaración de la renta por un máximo de 1.354 euros anuales. Y también toca a su fin el IVA superreducido del que disfruta la compra de vivienda nueva, del 4%, que pasará en enero al 10%.
El efecto de la fiscalidad ya se dejó sentir con fuerza en la recta final de 2010. Eran los últimos meses en los que comprar con plena seguridad de poder disfrutar de la deducción por vivienda, que desaparecía al año siguiente para las rentas medias. En los meses de noviembre y diciembre de aquel año, la venta de viviendas aumentó a ritmos superiores al 40%, según los datos publicados por el INE y, una vez entrado el nuevo año, el avance resultó ser un espejismo, con caídas cercanas al 30% en el arranque de 2011. "La magnitud del efecto fiscal este año va a ser mucho menor. No se puede esperar algo similar a 2010 porque la situación económica es mucho más difícil y hay grandes problemas de financiación", apunta García-Montalvo.
Las previsiones económicas para España de cara a 2013 hablan por sí solas. La Comisión Europea pronosticó recientemente una caída del PIB del 1,4% -frente al retroceso del 0,5% que aún defiende el Gobierno- y un aumento de la tasa de desempleo al 26,6%. El conjunto de las firmas de análisis y los servicios de estudios apuntan de forma unánime a un año más de paro y contracción económica, lo que inevitablemente contribuirá a prolongar las dificultades para el sector inmobiliario.
La profundidad de la crisis está además modificando las pautas de comportamiento del mercado vistas en crisis anteriores. De acuerdo con el servicio de estudios de BBVA, "se está ante un escenario diferente, en el que la intensidad del ajuste de los precios está siendo mayor y la recuperación económica, más lenta". El banco señala que el precio de la vivienda acumula una caída del 32,2% en términos reales tras 20 trimestres consecutivos de descensos, un retroceso que "se ha acentuado en los últimos trimestres, precisamente cuando se ha intensificado la crisis de la deuda en Europa".
Fuente: Cinco Días