El sector de la construcción, temeroso ante las nuevas reformas
El sector de la construcción volvió a sentir ayer el vértigo que provoca ver el vacío a sus pies. El presidente Rajoy avanzó en el Congreso que habrá recortes extra en los presupuestos de los ministerios, y cada vez que esto sucede es la obra pública la que sale peor parada.
Las alarmas están ya encendidas y entre las constructoras hay ansiedad por conocer cómo se distribuirá la quita adicional de 600 millones en las citadas partidas ministeriales. Mientras el Gobierno apunta con el bisturí, en la patronal de las grandes constructoras, Seopan, recuerdan que el Plan de Estabilidad 2012-2015, aprobado en Consejo de Ministros del 30 de abril, ya cargó contra la inversión pública, reduciéndola progresivamente hasta un 63% en 2014 respecto a la realizada en 2010.
Julián Núñez, vicepresidente del citado colectivo, recalca que el esfuerzo en inversión pública, basado principalmente en la obra civil, ya soporta el 72% de la corrección del déficit excesivo de 2011.
Núñez viene a expresar con claridad que el sector de las infraestructuras ha sido sobradamente castigado. Para el citado 2014 la inversión productiva estará en mínimos históricos de representatividad respecto al PIB (1,4% frente al 2,8% de 2011).
Las mayores firmas de infraestructuras coinciden en demandar al Ejecutivo que mantenga una cifra estable de inversión equivalente al 3% del PIB, lo que colocaría a España en los niveles de Francia y por encima de Reino Unido, Alemania e Italia.
En este contexto, el vicepresidente de Seopan cree que "sería contraproducente ejecutar ajustes adicionales a los realizados dos meses atrás". Los cálculos de esta patronal señalan que el tijeretazo del Plan de Estabilidad, cifrado en 33.000 millones o el 3,3% del PIB, ya destruirá 198.000 puestos de trabajo en la construcción, de los que 132.000 son directos. Más allá de los últimos meses, 135.000 constructoras de todo tamaño han ido a pique entre 2008 y finales de 2010.
Seopan, mesa que reúne a referentes como ACS, Ferrovial, Sacyr, FCC, Acciona u OHL, no solo aprecia riesgos en la merma del presupuesto público de inversión. Julián Núñez advierte que un alza en el impuesto de sociedades pondría en jaque al empresariado español.
El presidente del Gobierno avanzó ayer que se modificarán los pagos fraccionados del citado impuesto de sociedades y desde Seopan subrayan que ya fueron elevados en agosto de 2011: "Una subida puede originar problemas de liquidez en las empresas con la consecuente pérdida de competitividad", valora Núñez.
Otro colectivo de influencia, el de las constructoras medianas de obra civil en ANCI, ve con preocupación que el tijeretazo de 600 millones pueda lastrar la inversión: "Espero que se refiera exclusivamente a gasto corriente y que sea acompañado por un control del gasto autonómico", dice el presidente de ANCI, Jaime Lamo de Espinosa.
Con experiencia en lides políticas, Lamo valora el discurso de Rajoy como "consistente y bien estructurado" y no duda en aplaudir el recorte del subsidio de desempleo como incentivo para "hacer proactiva la búsqueda de trabajo; habría que acortar además el plazo de vigencia", propone. En otras materias, desde ANCI se califica de "prudente y equilibrada" la subida del IVA.