España desea crear el primer fondo europeo de garantía de seguros
Redacción Ciberperfil23/11/2010
España da un paso al frente en materia de protección a los consumidores. Seguros ha propuesto al sector aprovechar los 1.400 millones de euros acumulados por la Comisión Liquidadora de Entidades Aseguradoras (CLEA), dependiente del CCS, para constituir un fondo de garantía de seguros (FGS) siguiendo los patrones fijados por la Comisión Europea (CE).
El pasado julio, Bruselas planteó la creación de mecanismos en cada país de la UE que garanticen el pago de los compromisos con particulares y microempresas en caso de quiebra de alguna aseguradora. La intención es disponer de esquemas de protección equiparables al que disfrutan los clientes de banca a través de los fondos de garantía de depósitos (FGD) nacionales. Los trabajos de la CE, aún en fase preliminar, derivarán en una propuesta de directiva. La intención de España es adelantarse a la futura norma. "Hemos planteado constituir un FGS que cubra el 90% de los créditos que tuviera pendiente de pago una compañía quebrada con sus asegurados", explicó ayer Ricardo Lozano, director general de Seguros, en el XVII Encuentro del sector asegurador organizado por Deloitte y Abc.
Actualmente, la CLEA dirige la liquidación de una entidad insolvente. Su mandato fija que los asegurados sean compensados en base al activo remanente de la firma, si bien el organismo público tiene la potestad de valorar los bienes de la forma que resulte más favorable para los clientes afectados. Es decir, puede optar entre anotarlos a precio de mercado o de adquisición.
Este sistema ha permitido pagar tradicionalmente un 75% de las cantidades adeudadas. Es más, en los casos de insolvencia de los últimos años se ha cubierto hasta el 100%. Pero estas buenas ratios se han logrado porque el CCS se ha topado hasta el momento con quiebras de entidades medianas o pequeñas.
Mientras las entidades de crédito se compromete a restituir 100.000 euros por titular que a través de los tres FGS (bancos, cajas y cooperativas), la DGS propone garantizar el 90% del dinero pendiente de cobro. Para la CE da igual que corresponda a seguros de daños, vida riesgo o a pólizas de ahorro.
A raíz de la constitución del nuevo mecanismo "hay que coordinar la financiación en vida, no vida, entre las entidades extranjeras que operan en libre prestación de servicios en España y las nacionales presentes en otro país de la UE en un régimen idéntico", señaló Lozano. Hoy por hoy, la CLEA cubre tanto las quiebras de firmas de vida como de no vida, pero solo se financia con un recargo aplicado a las pólizas de éstas últimas (1,5 por mil). Esta aportación tiene carácter de impuesto, por lo que se fija sobre los contratos suscritos en el país.
El dinero del nuevo FGS provendría de pólizas de daños y de vida. Pero en esta ocasión computaría como un recargo aplicable a compañías domiciliadas en España sobre sus operaciones en toda la UE. La variación para el gremio sería mínima porque, aunque está trufado de nombres foráneos, casi todas son filiales registradas en el país. La excepción más llamativa la marca Zurich, que opera en no vida en libre prestación de servicios a través de una sucursal irlandesa.
Fuente y foto: Cinco Días
El pasado julio, Bruselas planteó la creación de mecanismos en cada país de la UE que garanticen el pago de los compromisos con particulares y microempresas en caso de quiebra de alguna aseguradora. La intención es disponer de esquemas de protección equiparables al que disfrutan los clientes de banca a través de los fondos de garantía de depósitos (FGD) nacionales. Los trabajos de la CE, aún en fase preliminar, derivarán en una propuesta de directiva. La intención de España es adelantarse a la futura norma. "Hemos planteado constituir un FGS que cubra el 90% de los créditos que tuviera pendiente de pago una compañía quebrada con sus asegurados", explicó ayer Ricardo Lozano, director general de Seguros, en el XVII Encuentro del sector asegurador organizado por Deloitte y Abc.
Actualmente, la CLEA dirige la liquidación de una entidad insolvente. Su mandato fija que los asegurados sean compensados en base al activo remanente de la firma, si bien el organismo público tiene la potestad de valorar los bienes de la forma que resulte más favorable para los clientes afectados. Es decir, puede optar entre anotarlos a precio de mercado o de adquisición.
Este sistema ha permitido pagar tradicionalmente un 75% de las cantidades adeudadas. Es más, en los casos de insolvencia de los últimos años se ha cubierto hasta el 100%. Pero estas buenas ratios se han logrado porque el CCS se ha topado hasta el momento con quiebras de entidades medianas o pequeñas.
Mientras las entidades de crédito se compromete a restituir 100.000 euros por titular que a través de los tres FGS (bancos, cajas y cooperativas), la DGS propone garantizar el 90% del dinero pendiente de cobro. Para la CE da igual que corresponda a seguros de daños, vida riesgo o a pólizas de ahorro.
A raíz de la constitución del nuevo mecanismo "hay que coordinar la financiación en vida, no vida, entre las entidades extranjeras que operan en libre prestación de servicios en España y las nacionales presentes en otro país de la UE en un régimen idéntico", señaló Lozano. Hoy por hoy, la CLEA cubre tanto las quiebras de firmas de vida como de no vida, pero solo se financia con un recargo aplicado a las pólizas de éstas últimas (1,5 por mil). Esta aportación tiene carácter de impuesto, por lo que se fija sobre los contratos suscritos en el país.
El dinero del nuevo FGS provendría de pólizas de daños y de vida. Pero en esta ocasión computaría como un recargo aplicable a compañías domiciliadas en España sobre sus operaciones en toda la UE. La variación para el gremio sería mínima porque, aunque está trufado de nombres foráneos, casi todas son filiales registradas en el país. La excepción más llamativa la marca Zurich, que opera en no vida en libre prestación de servicios a través de una sucursal irlandesa.
Fuente y foto: Cinco Días