El ajuste de precios de la vivienda no es suficiente
Es decir, que según esos números y hasta ahora, el verdadero annus horríbilis de la vivienda desde el estallido de la burbuja fue 2009, cuando los precios bajaron más que en 2010, pese a que la economía española haya sufrido en los últimos 12 meses los vaivenes más graves de su historia, situándose al borde del precipio del rescate por parte de la Unión Monetaria.
Y es que con un mercado laboral atenazado por más de cuatro millones de parados, la economía estancada y unas condiciones de financiación cada vez más exigentes, nada parece pintar bien para el comprador de vivienda.
De hecho, el Ejecutivo quiso reanimar la lánguida demanda inmobiliaria anunciando con antelación la desaparición de la deducción fiscal por compra de piso para las rentas a partir de 24.100 euros anuales y apenas logró el efecto deseado.
El papel de la banca
El aumento de las ventas apenas se mantuvo hasta mayo, animado más por la rebaja de precios y las promociones que lleva a cabo la banca que por los cambios fiscales promulgados (la subida del IVA solo afecta a las viviendas de nueva construcción).
De ahí que los expertos se atrevan a otorgar de cara a este 2011 recién inaugurado a bancos y cajas un papel protagonista. En la medida en que las entidades recorten el precio de las casas que mantienen en cartera (cifra por determinar de manera oficial), así harán las promotoras que aún comercializan pisos con la actual coyuntura económica. Hasta el Ejecutivo, por medio de su titular de Fomento, José Blanco, ha conminado a las entidades financieras a rebajar de forma más agresiva los precios de los inmuebles, porque de lo contrario la absorción del stock actual (cifrado entre 700.000 y un millón de casas) se demorará más de lo deseable. Conviene recordar que los estudios más optimistas sitúan en 2014 el momento en el que el mercado comenzará a alcanzar de nuevo el equilibrio entre oferta y demanda.
Mientras llega, las cifras difundidas ayer por Fomento dibujan un mapa en el pueden distinguirse hasta cuatro mercados inmobiliarios distintos. El que registra ya tasas positivas en los precios, y los tres restantes donde se ven los efectos de la crisis con distinto grado de virulencia.
Los 13 territorios que presentaron incrementos interanuales positivos fueron: Lugo (6,8%), Orense (6,3%), Ciudad Real (4,1%), Soria (3,7%), Albacete (3,5%), Zamora y Cantabria (3%), Cáceres (2,9%), La Coruña (2,8%), Jaén (2,4%), Cuenca (2,3%), Asturias (2,2%) y Burgos (2,1%). Por su parte, los descensos mayores de precios se registraron en Guipúzcoa (-8,8%), Huelva (-6,3%), Madrid (-5,9%), Córdoba y Navarra (-5,7%), Toledo (-5,2%) y Alicante (-5,1%).
En términos acumulados desde finales de 2007 y principios de 2008, cuando el mercado tocó máximos, el ajuste se ha cebado con Toledo (-20,8%), Guadalajara (-18,9%), Madrid (-18%) y Ávila (-17,5%) en el interior. En la costa destacan Alicante (-20%), Málaga (-19%), Murcia (-18%) y Huelva (-17,1%), donde se concentraron los descensos más acusados.
Fuente: Cinco Días