José Blanco pide bajar el precio del suelo para reactivar el mercado
Redacción Ciberperfil11/02/2011
El Gobierno insiste en que la ronda informativa de las últimas semanas entre el Ministerio de Fomento y las promotoras y entidades financieras ha sido una "toma de contacto", un primer acercamiento sin exigencias ni propuestas concretas para calibrar el pulso de un sector que desde hace años vive su particular calvario. Sin embargo, el ministro de Fomento, José Blanco, ha lanzado un mensaje claro a la banca y a las promotoras: "Hay que rebajar el precio del suelo para reactivar el sector".
Tras los llamamientos a la transparencia y un road show destinado a estimular la demanda de los inversores extranjeros subyace el peligroso legado de la burbuja inmobiliaria, un millón de viviendas sin vender.
El ministro ya anticipó durante su intervención en la comisión de Vivienda del Congreso la que es su receta para drenar el stock inmobiliario. El equilibrio entre la oferta y la demanda pasa por aplicar el bisturí sobre el importe de las viviendas. En sus palabras: 'Ofrecer precios más competitivos en aquella tipología de vivienda y suelo en el que el exceso de oferta es más evidente'. Un mensaje que, una vez más, transmitió ante las entidades presentes en estas reuniones: es necesario bajar los costes del suelo para aglutinar capital privado y reducir el número de inmuebles sin demanda.
El 'destape' de balances
"El Gobierno está examinando en este momento hasta qué punto estarían dispuestas a ceder las entidades en la fijación de precios", subrayan fuentes presentes en el encuentro. El "destape" motivado por las presiones del Banco de España ha puesto de relieve que bancos y cajas, en la actualidad, son las mayores inmobiliarias del país, cuyos activos reflejan un valor real muy inferior al que asignaron cuando los adquirieron. Una rebaja adicional abriría, por tanto, una brecha aún más profunda. Públicamente, el ministro de Fomento ha defendido el ajuste de los precios, aunque con vacilaciones. Poco después de sugerir la necesidad del recorte, el ministro sorprendió con unas declaraciones contradictorias. "Animo a comprar una vivienda. Es el momento óptimo y se contribuiría a resolver entre todos los problemas que tenemos, como el del exceso de stock", declaró Blanco.
Cambios legislativos
El mensaje del Ejecutivo en las primeras reuniones fue claro. Dada la fragilidad de la economía española y los compromisos de reducción del déficit del Estado, el Ministerio trazó, desde el comienzo de las reuniones, una línea infranqueable. No se efectuarán concesiones que vayan en detrimento de las arcas públicas.
"Tenemos que buscar todos soluciones, pero en ningún caso se puede trasladar al sector público un problema que es del sector privado", advirtió el ministro. De hecho, las propuestas se centran, mayoritariamente, en modificaciones legislativas. La reducción del importe de los activos inmobiliarios se complementaría con otras medidas para "agilizar" la absorción del excedente, con acento en reformas que sirvieran para incrementar la seguridad jurídica y aligerar las tramitaciones urbanísticas.
En ese intento de proteger a toda costa el Tesoro público, Fomento también propuso crear una entidad en la que depositar los activos tóxicos (las viviendas procedentes de las ejecuciones hipotecarias) que engrosan los balances de las entidades.
Fuente: FLC
Tras los llamamientos a la transparencia y un road show destinado a estimular la demanda de los inversores extranjeros subyace el peligroso legado de la burbuja inmobiliaria, un millón de viviendas sin vender.
El ministro ya anticipó durante su intervención en la comisión de Vivienda del Congreso la que es su receta para drenar el stock inmobiliario. El equilibrio entre la oferta y la demanda pasa por aplicar el bisturí sobre el importe de las viviendas. En sus palabras: 'Ofrecer precios más competitivos en aquella tipología de vivienda y suelo en el que el exceso de oferta es más evidente'. Un mensaje que, una vez más, transmitió ante las entidades presentes en estas reuniones: es necesario bajar los costes del suelo para aglutinar capital privado y reducir el número de inmuebles sin demanda.
El 'destape' de balances
"El Gobierno está examinando en este momento hasta qué punto estarían dispuestas a ceder las entidades en la fijación de precios", subrayan fuentes presentes en el encuentro. El "destape" motivado por las presiones del Banco de España ha puesto de relieve que bancos y cajas, en la actualidad, son las mayores inmobiliarias del país, cuyos activos reflejan un valor real muy inferior al que asignaron cuando los adquirieron. Una rebaja adicional abriría, por tanto, una brecha aún más profunda. Públicamente, el ministro de Fomento ha defendido el ajuste de los precios, aunque con vacilaciones. Poco después de sugerir la necesidad del recorte, el ministro sorprendió con unas declaraciones contradictorias. "Animo a comprar una vivienda. Es el momento óptimo y se contribuiría a resolver entre todos los problemas que tenemos, como el del exceso de stock", declaró Blanco.
Cambios legislativos
El mensaje del Ejecutivo en las primeras reuniones fue claro. Dada la fragilidad de la economía española y los compromisos de reducción del déficit del Estado, el Ministerio trazó, desde el comienzo de las reuniones, una línea infranqueable. No se efectuarán concesiones que vayan en detrimento de las arcas públicas.
"Tenemos que buscar todos soluciones, pero en ningún caso se puede trasladar al sector público un problema que es del sector privado", advirtió el ministro. De hecho, las propuestas se centran, mayoritariamente, en modificaciones legislativas. La reducción del importe de los activos inmobiliarios se complementaría con otras medidas para "agilizar" la absorción del excedente, con acento en reformas que sirvieran para incrementar la seguridad jurídica y aligerar las tramitaciones urbanísticas.
En ese intento de proteger a toda costa el Tesoro público, Fomento también propuso crear una entidad en la que depositar los activos tóxicos (las viviendas procedentes de las ejecuciones hipotecarias) que engrosan los balances de las entidades.
Fuente: FLC