Lucía, el edificio más sostenible de Europa, certificado con VERDE-GBCe
Redacción Ciberperfil17/07/2015
Ha recibido múltiples premios desde que se inauguró en febrero de 2014. LUCIA, acrónimo de Lanzadera Universitaria de Centros de Investigación Aplicada, es uno de los edificios más sostenibles que se ha edificado en Europa. Era el objetivo fundamental de sus promotores y las certificaciones que ha conseguido le aúpan a lo más alto del ranking de edificios verdes de todo el mundo.
Se trata de un edificio de laboratorios y espacios de aprendizaje, con una inversión total de más de ocho millones y medio de euros para una superficie total construida de 7.500 metros cuadrados. Este proyecto de edificación CERO CO2 y CERO Energía promovido por el Vicerrectorado de Patrimonio e Infraestructuras de la Universidad de Valladolid, ha obtenido la máxima puntuación de la certificación LEED Platinum de un edificio de nueva construcción de toda Europa y de todo el Hemisferio Norte.
Pero además, este edificio obtuvo una calificación de cinco hojas la máxima en la herramienta VERDEGBCe, con una puntuación de 4,52 puntos (sobre 5). Sus evaluadoras acreditadas, María Jesús González y Cristina Gutiérrez, certificaron que este edificio reduce en un 31 por ciento el agotamiento de recursos no renovables diferentes de la energía primaria que toda la edificación conlleva y en más de un 90 por ciento los impactos de la edificación respecto al cambio climático, la pérdida de la fertilidad del suelo, la emisión de productos fotoxidantes y agotamiento de energía primaria no renovable. Asimismo, reduce lo máximo posible el daño que la edificación implica en la vida acuática, el agotamiento de las aguas potables y la generación de residuos peligrosos, todo ello garantizando la salud y el bienestar para los usuarios.
Según María Jesús González, una de las evaluadoras acreditadas del edificio, “el proceso de la certificación resultó muy enriquecedor y fue un permanente reto técnico”. Además, según González con este edificio se han conseguido los objetivos planteados, “para conseguir un buen resultado hay dos factores fundamentales: uno es plantearse una nueva forma de hacer las cosas desde la primera fase del proyecto, desde las primeras reflexiones arquitectónicas, incluso desde antes del diseño. El otro es procurar una buena disposición de todo el equipo y de todos los participantes en el proceso en esta misma dirección. El resultado será mejor cuanto más se cumplan estos dos requisitos. Y en el edificio Lucía se han cumplido con creces”.
VERDEGBCe evalúa los impactos ambientales del inmueble según doce indicadores del Conjunto Básico de Indicadores de la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Las claves para conseguir la importante reducción de consumos se han basado principalmente en el ahorro energético; la reducción del consumo de agua; la utilización de materiales de bajo impacto medioambiental; y la gestión de residuos que se producirán en el edificio tanto en las fases de construcción y uso, como en la de demolición futura, con estrategias para desmontaje, reutilización y reciclado.
El diseño bioclimático, el incremento del aislamiento, la ventilación pasiva y otras estrategias, también permitirán una reducción de la demanda energética de más del 50%.
Se trata de un edificio de laboratorios y espacios de aprendizaje, con una inversión total de más de ocho millones y medio de euros para una superficie total construida de 7.500 metros cuadrados. Este proyecto de edificación CERO CO2 y CERO Energía promovido por el Vicerrectorado de Patrimonio e Infraestructuras de la Universidad de Valladolid, ha obtenido la máxima puntuación de la certificación LEED Platinum de un edificio de nueva construcción de toda Europa y de todo el Hemisferio Norte.
Pero además, este edificio obtuvo una calificación de cinco hojas la máxima en la herramienta VERDEGBCe, con una puntuación de 4,52 puntos (sobre 5). Sus evaluadoras acreditadas, María Jesús González y Cristina Gutiérrez, certificaron que este edificio reduce en un 31 por ciento el agotamiento de recursos no renovables diferentes de la energía primaria que toda la edificación conlleva y en más de un 90 por ciento los impactos de la edificación respecto al cambio climático, la pérdida de la fertilidad del suelo, la emisión de productos fotoxidantes y agotamiento de energía primaria no renovable. Asimismo, reduce lo máximo posible el daño que la edificación implica en la vida acuática, el agotamiento de las aguas potables y la generación de residuos peligrosos, todo ello garantizando la salud y el bienestar para los usuarios.
Según María Jesús González, una de las evaluadoras acreditadas del edificio, “el proceso de la certificación resultó muy enriquecedor y fue un permanente reto técnico”. Además, según González con este edificio se han conseguido los objetivos planteados, “para conseguir un buen resultado hay dos factores fundamentales: uno es plantearse una nueva forma de hacer las cosas desde la primera fase del proyecto, desde las primeras reflexiones arquitectónicas, incluso desde antes del diseño. El otro es procurar una buena disposición de todo el equipo y de todos los participantes en el proceso en esta misma dirección. El resultado será mejor cuanto más se cumplan estos dos requisitos. Y en el edificio Lucía se han cumplido con creces”.
VERDEGBCe evalúa los impactos ambientales del inmueble según doce indicadores del Conjunto Básico de Indicadores de la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Las claves para conseguir la importante reducción de consumos se han basado principalmente en el ahorro energético; la reducción del consumo de agua; la utilización de materiales de bajo impacto medioambiental; y la gestión de residuos que se producirán en el edificio tanto en las fases de construcción y uso, como en la de demolición futura, con estrategias para desmontaje, reutilización y reciclado.
El diseño bioclimático, el incremento del aislamiento, la ventilación pasiva y otras estrategias, también permitirán una reducción de la demanda energética de más del 50%.