El nuevo pabellón de la Fundación Puigvert, de Lluís Tejero
Redacción Ciberperfil18/05/2012
Ubicado en Barcelona con clara proyección internacional, el estudio Lluís Tejero Arquitectos lleva a cabo una arquitectura humana y respetuosa con el contexto donde se emplaza, aunando estética y funcionalidad, y entiende la arquitectura como un proceso que no finaliza hasta que la obra es una realidad.
Recientemente, Lluís Tejero Arquitectos ha finalizado un edificio en Barcelona, que aspira a convertirse en una de las referencias constructivas de la ciudad condal: el nuevo pabellón de la Fundación Puigvert.
El Nuevo Pabellón es un cuerpo de cinco plantas edificadas en el subsuelo, que ocupa unos 12.000 m2 de superficie total. Se erige en un solar de característica forma triangular, anexo al pabellón de Clínica ya existente. El equipo de Lluís Tejero Arquitectos empezó a trabajar en el proyecto en 1999 y la apertura de las primeras plantas al uso público tuvo lugar en 2011.
Cada una de las cinco plantas con que cuenta el edificio se ciñe a la forma triangular del solar en que está ubicado. Se ideó una estructura tipo a partir de dos ejes perpendiculares que organizan la distribución interior de cada planta, ordenando los espacios públicos y los recintos privados propios de los servicios que se desarrollan en cada una de ellas.
En línea con las peticiones de la propiedad y el perfeccionismo que es propio del trabajo del equipo, el interiorismo de la Fundació Puigvert ha estado atento a una serie de detalles que marcan un estilo depurado y limpio que define la personalidad del edificio aun sin renunciar a la funcionalidad. A modo de ejemplo, la cerradura de las puertas de vidrio se ha dispuesto en el propio tirador, de forma que queda totalmente oculta a primera vista y estéticamente no interfiere en la hoja transparente de la puerta.
En otro caso, se ha hecho un uso inteligente del revestimiento en espejo para ampliar la sensación de espacio. En concreto, este recurso se ha aplicado en un muro frontal pero no perpendicular al pasillo por el que se avanza en dirección a los servicios de planta. Al estar en esta posición concreta, formando ángulo obtuso con el pasillo, no refleja el avance del usuario, creando una sensación muy verosímil de existencia de un espacio más amplio donde realmente no lo hay.
Un tercer ejemplo es el tratamiento de los cerramientos contra incendios, revestidos en el mismo material HPL que los muros, de forma que cuando no están en uso quedan perfectamente integrados en el interiorismo y pasan desapercibidos al usuario.
Un imperativo ineludible en la realización de este proyecto ha sido la funcionalidad que lógicamente requiere un edificio de uso hospitalario. En este sentido, una cuestión primordial a resolver fue la unión entre el nuevo edificio y el pabellón Clínica, que Lluís Tejero Arquitectos solucionó a través de una escultural escalera en mármol Macael junto a la que se acopla un ascensor trabajado esencialmente en vidrio. El resultado es un nexo que articula con naturalidad y transparencia el paso de un edificio a otro.
Otro ejemplo se encuentra en el interiorismo del Nuevo Pabellón. Así, dado que todas las plantas tienen la misma estructura, se atribuyó el uso de un color diferente a cada una de ellas a fin de que el usuario pudiera situarse inmediatamente. De igual forma, la específica disposición del mobiliario en cada una de las plantas responde también al fin de ayudar al usuario a orientarse en el espacio; así, se puede adivinar la zona de recepción de planta gracias al saliente del mostrador, que destaca sobre la lineal del pasillo.
A una razón de funcionalidad responde asimismo el uso predominante de materiales limpios y duraderos como el laminado HPL, que está presente tanto en los revestimientos de muros y puertas como en las piezas de mobiliario interior.
En el mismo sentido se ha dispuesto el pavimento con mármol Macael, un material noble que además ejerce como elemento de continuidad con otras partes de la Fundació Puigvert, donde un anterior trabajo de Lluís Tejero Arquitectos ya lo había utilizado. Así, aparte de la continuidad estética, se facilitan, al uniformizarse, las labores de mantenimiento y limpieza.
Además, en el Nuevo Pabellón este material ha sido dispuesto como una alfombra extendida de forma continua sobre la totalidad del suelo, de manera que los elementos que configuran la distribución del espacio (tabiques, mobiliario, etc.) han quedado situados por encima. Esta decisión permitirá en un futuro la máxima flexibilidad, pues cualquier modificación en la distribución de espacios interiores (despachos, consultorios, gabinetes, etc.), no afectará a la integridad del pavimento.
Dada la construcción subterránea del edificio, el equipo de equipo tuvo que concebir soluciones que garantizaran la correcta ventilación de las plantas. Para ello, se previó la existencia de un patio inglés, que facilita la aireación y aporta luz a cada una de las plantas del edificio, suponiendo a su vez un importante ahorro energético.
Por otra parte, en el interior del edificio, Lluís Tejero Arquitectos ideó la instalación de una caja de luz artificial sobre el vano de cada una de las puertas, lo que crea la impresión de existencia de luz natural donde no podía haberla.
La concepción subterránea del Nuevo Pabellón evita directamente la agresión estética hacia el conjunto histórico que conforman los pabellones vecinos del recinto histórico del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau creado por Lluís Domènech i Montaner, una de las obras cumbre del modernismo catalán.
Pero además, se concibió una solución para mejorar la integración en el conjunto del edificio de Clínica de la Fundación Puigvert, que se alza contiguo al Nuevo Pabellón, construido en 1964 bajo las premisas del racionalismo imperante en la época. Así, se ha aplicado al exterior del edificio un revestimiento o piel cerámica a base de ladrillo cerámico que cubre totalmente la fachada sur, y que ejerce de nexo de unión con la construcción histórica gracias al uso de este material.
Recientemente, Lluís Tejero Arquitectos ha finalizado un edificio en Barcelona, que aspira a convertirse en una de las referencias constructivas de la ciudad condal: el nuevo pabellón de la Fundación Puigvert.
El Nuevo Pabellón es un cuerpo de cinco plantas edificadas en el subsuelo, que ocupa unos 12.000 m2 de superficie total. Se erige en un solar de característica forma triangular, anexo al pabellón de Clínica ya existente. El equipo de Lluís Tejero Arquitectos empezó a trabajar en el proyecto en 1999 y la apertura de las primeras plantas al uso público tuvo lugar en 2011.
Cada una de las cinco plantas con que cuenta el edificio se ciñe a la forma triangular del solar en que está ubicado. Se ideó una estructura tipo a partir de dos ejes perpendiculares que organizan la distribución interior de cada planta, ordenando los espacios públicos y los recintos privados propios de los servicios que se desarrollan en cada una de ellas.
En línea con las peticiones de la propiedad y el perfeccionismo que es propio del trabajo del equipo, el interiorismo de la Fundació Puigvert ha estado atento a una serie de detalles que marcan un estilo depurado y limpio que define la personalidad del edificio aun sin renunciar a la funcionalidad. A modo de ejemplo, la cerradura de las puertas de vidrio se ha dispuesto en el propio tirador, de forma que queda totalmente oculta a primera vista y estéticamente no interfiere en la hoja transparente de la puerta.
En otro caso, se ha hecho un uso inteligente del revestimiento en espejo para ampliar la sensación de espacio. En concreto, este recurso se ha aplicado en un muro frontal pero no perpendicular al pasillo por el que se avanza en dirección a los servicios de planta. Al estar en esta posición concreta, formando ángulo obtuso con el pasillo, no refleja el avance del usuario, creando una sensación muy verosímil de existencia de un espacio más amplio donde realmente no lo hay.
Un tercer ejemplo es el tratamiento de los cerramientos contra incendios, revestidos en el mismo material HPL que los muros, de forma que cuando no están en uso quedan perfectamente integrados en el interiorismo y pasan desapercibidos al usuario.
Un imperativo ineludible en la realización de este proyecto ha sido la funcionalidad que lógicamente requiere un edificio de uso hospitalario. En este sentido, una cuestión primordial a resolver fue la unión entre el nuevo edificio y el pabellón Clínica, que Lluís Tejero Arquitectos solucionó a través de una escultural escalera en mármol Macael junto a la que se acopla un ascensor trabajado esencialmente en vidrio. El resultado es un nexo que articula con naturalidad y transparencia el paso de un edificio a otro.
Otro ejemplo se encuentra en el interiorismo del Nuevo Pabellón. Así, dado que todas las plantas tienen la misma estructura, se atribuyó el uso de un color diferente a cada una de ellas a fin de que el usuario pudiera situarse inmediatamente. De igual forma, la específica disposición del mobiliario en cada una de las plantas responde también al fin de ayudar al usuario a orientarse en el espacio; así, se puede adivinar la zona de recepción de planta gracias al saliente del mostrador, que destaca sobre la lineal del pasillo.
A una razón de funcionalidad responde asimismo el uso predominante de materiales limpios y duraderos como el laminado HPL, que está presente tanto en los revestimientos de muros y puertas como en las piezas de mobiliario interior.
En el mismo sentido se ha dispuesto el pavimento con mármol Macael, un material noble que además ejerce como elemento de continuidad con otras partes de la Fundació Puigvert, donde un anterior trabajo de Lluís Tejero Arquitectos ya lo había utilizado. Así, aparte de la continuidad estética, se facilitan, al uniformizarse, las labores de mantenimiento y limpieza.
Además, en el Nuevo Pabellón este material ha sido dispuesto como una alfombra extendida de forma continua sobre la totalidad del suelo, de manera que los elementos que configuran la distribución del espacio (tabiques, mobiliario, etc.) han quedado situados por encima. Esta decisión permitirá en un futuro la máxima flexibilidad, pues cualquier modificación en la distribución de espacios interiores (despachos, consultorios, gabinetes, etc.), no afectará a la integridad del pavimento.
Dada la construcción subterránea del edificio, el equipo de equipo tuvo que concebir soluciones que garantizaran la correcta ventilación de las plantas. Para ello, se previó la existencia de un patio inglés, que facilita la aireación y aporta luz a cada una de las plantas del edificio, suponiendo a su vez un importante ahorro energético.
Por otra parte, en el interior del edificio, Lluís Tejero Arquitectos ideó la instalación de una caja de luz artificial sobre el vano de cada una de las puertas, lo que crea la impresión de existencia de luz natural donde no podía haberla.
La concepción subterránea del Nuevo Pabellón evita directamente la agresión estética hacia el conjunto histórico que conforman los pabellones vecinos del recinto histórico del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau creado por Lluís Domènech i Montaner, una de las obras cumbre del modernismo catalán.
Pero además, se concibió una solución para mejorar la integración en el conjunto del edificio de Clínica de la Fundación Puigvert, que se alza contiguo al Nuevo Pabellón, construido en 1964 bajo las premisas del racionalismo imperante en la época. Así, se ha aplicado al exterior del edificio un revestimiento o piel cerámica a base de ladrillo cerámico que cubre totalmente la fachada sur, y que ejerce de nexo de unión con la construcción histórica gracias al uso de este material.